Pedro Sánchez con el hijo de George Soros. Con el padre también se ha reunido para planificar el futuro de España
La captación de la mayoría de las socialdemocracias del planeta ha cambiado la correlación de fuerzas a favor de los que proyectan cambiar el mundo como un calcetín suprimiendo la democracia y la mayoría de las libertades y derechos, sustituyendo a los actuales regímenes basados en el sufragio universal libre por otro sistema, inspirado en lo que hoy es China, donde las libertades y los derechos son escasos y débiles, mientras que el poder del Estado y de los políticos es abrumador.
Ese cambio del mundo en marcha convierte en sospechosos y farsantes a muchos gobiernos cómplices con el Nuevo Orden Mundial, que se han hecho expertos en mentiras y engaños y en enemigos de la democracia y de los derechos humanos.
La resistencia a esa conspiración, a la cabeza de la cual se han colocado socialistas y comunistas, tanto prochinos como bolivarianos y nostálgicos de la vieja URSS, está representada por Donald Trump, por algunas derechas tradicionales y por lo que los del NOM llaman "Extrema Derecha", que no es otra cosa que un sistema auténticamente de derechas, basado en las tradiciones liberales y la vieja democracia.
El comunismo, que se sentía derrotado y sin ánimo tras la caída del Muro de Berlín, ha resucitado alzando las banderas del Nuevo Orden Mundial, un proyecto totalitario como a ellos les gusta, y se han lanzado de nuevo a la conquista del planeta, como en los tiempos de Lenin y Trosky.
La fuerza mayor de las tribus totalitarias del NOM está en la propaganda, que dominan a gran escala, mientras que la fuerza del bando de las libertades y derechos está en la rebeldía, un movimiento de resistencia que crece cada día con mas fuerza y que se opone a las izquierdas y a los falsos progresistas que pugnan por imponer la tiranía.
La tesis de Soros y sus huestes es que el mundo actual está demasiado poblado y es demasiado complejo para permitir que la democracia siga siendo el sistema dominante. La democracia, según ellos, es insegura y espanta al capital y al beneficio porque es incapaz de asegurar la estabilidad, la disciplina y la continuidad que requiere el dinero y los negocios para germinar.
De hecho, el principal foco del capitalismo mundial ya no está en los Estados Unidos o Gran Bretaña, sino en China, donde el capital ha encontrado la estabilidad y continuidad que necesita para acumular riqueza, con sus intereses cuidados y protegidos por un partido único, el comunista, férreo y capaz de aplastar cualquier disidencia o rebelión.
Los que creían que el capitalismo exigía democracia para prosperar se han equivocado al comprobar que el capitalismo lo que quiere es dictadura y tiranía para poder ganar dinero sin límites.
Es una increíble paradoja, pero los grandes promotores del capitalismo salvaje son hoy las izquierdas promotoras del NOM. Le rebelión del NOM ha puesto las cartas al descubierto y hoy puede comprobarse que los principales defensores del capitalismo son las izquierdas, cada día más totalitarias y liberticidas, aunque parezca paradójico.
Los que conocen a Soros y a Bill Gates dicen que no paran de repetir a sus aliados de izquierda que el gran gobierno mundial invencible es la única forma de parar los pies a las extremas derechas, cuyo crecimiento, si se les dejara en libertad, pronto será imparable.
Y para fortalecer sus tesis cuentan con el apoyo del establishment mundial y de las fuerzas más poderosos del planeta, las que siempre han movido los hilos desde la oscuridad, muy preocupadas por dos factores que escapaban a su control: la superpoblación del mundo y el prestigio de la democracia y el Estado de Derecho, dos fenómenos que les repugnan y les impiden incrementar su poder hasta el infinito, como ellos desean.
Muchos creen que el coronavirus es en realidad la punta de lanza del NOM y su principal baza para la conquista del mundo, pero no existen pruebas definitivas de que el virus sea comunista y esté al servicio de la tiranía, aunque sí está mas que probado que las izquierdas y los totalitarios de todas las bandas y colores están aprovechando el azote de la pandemia para esclavizar a la población y destruir a patadas las libertades y derechos conquistados por el pueblo.
Francisco Rubiales
Ese cambio del mundo en marcha convierte en sospechosos y farsantes a muchos gobiernos cómplices con el Nuevo Orden Mundial, que se han hecho expertos en mentiras y engaños y en enemigos de la democracia y de los derechos humanos.
La resistencia a esa conspiración, a la cabeza de la cual se han colocado socialistas y comunistas, tanto prochinos como bolivarianos y nostálgicos de la vieja URSS, está representada por Donald Trump, por algunas derechas tradicionales y por lo que los del NOM llaman "Extrema Derecha", que no es otra cosa que un sistema auténticamente de derechas, basado en las tradiciones liberales y la vieja democracia.
El comunismo, que se sentía derrotado y sin ánimo tras la caída del Muro de Berlín, ha resucitado alzando las banderas del Nuevo Orden Mundial, un proyecto totalitario como a ellos les gusta, y se han lanzado de nuevo a la conquista del planeta, como en los tiempos de Lenin y Trosky.
La fuerza mayor de las tribus totalitarias del NOM está en la propaganda, que dominan a gran escala, mientras que la fuerza del bando de las libertades y derechos está en la rebeldía, un movimiento de resistencia que crece cada día con mas fuerza y que se opone a las izquierdas y a los falsos progresistas que pugnan por imponer la tiranía.
La tesis de Soros y sus huestes es que el mundo actual está demasiado poblado y es demasiado complejo para permitir que la democracia siga siendo el sistema dominante. La democracia, según ellos, es insegura y espanta al capital y al beneficio porque es incapaz de asegurar la estabilidad, la disciplina y la continuidad que requiere el dinero y los negocios para germinar.
De hecho, el principal foco del capitalismo mundial ya no está en los Estados Unidos o Gran Bretaña, sino en China, donde el capital ha encontrado la estabilidad y continuidad que necesita para acumular riqueza, con sus intereses cuidados y protegidos por un partido único, el comunista, férreo y capaz de aplastar cualquier disidencia o rebelión.
Los que creían que el capitalismo exigía democracia para prosperar se han equivocado al comprobar que el capitalismo lo que quiere es dictadura y tiranía para poder ganar dinero sin límites.
Es una increíble paradoja, pero los grandes promotores del capitalismo salvaje son hoy las izquierdas promotoras del NOM. Le rebelión del NOM ha puesto las cartas al descubierto y hoy puede comprobarse que los principales defensores del capitalismo son las izquierdas, cada día más totalitarias y liberticidas, aunque parezca paradójico.
Los que conocen a Soros y a Bill Gates dicen que no paran de repetir a sus aliados de izquierda que el gran gobierno mundial invencible es la única forma de parar los pies a las extremas derechas, cuyo crecimiento, si se les dejara en libertad, pronto será imparable.
Y para fortalecer sus tesis cuentan con el apoyo del establishment mundial y de las fuerzas más poderosos del planeta, las que siempre han movido los hilos desde la oscuridad, muy preocupadas por dos factores que escapaban a su control: la superpoblación del mundo y el prestigio de la democracia y el Estado de Derecho, dos fenómenos que les repugnan y les impiden incrementar su poder hasta el infinito, como ellos desean.
Muchos creen que el coronavirus es en realidad la punta de lanza del NOM y su principal baza para la conquista del mundo, pero no existen pruebas definitivas de que el virus sea comunista y esté al servicio de la tiranía, aunque sí está mas que probado que las izquierdas y los totalitarios de todas las bandas y colores están aprovechando el azote de la pandemia para esclavizar a la población y destruir a patadas las libertades y derechos conquistados por el pueblo.
Francisco Rubiales
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