Ayuso es demasiado mujer para un PP lleno de acojonados y su fuerza desata miedo, celos y envidia entre los mediocres que le rodean
Isabel Díaz Ayuso, que es la bala de plata que la derecha española tiene en la recámara, la única capaz de acabar con el demonio de Sánchez, tiene el problema de que es demasiado popular y querida por el pueblo, lo que despierta los celos y la envidia en sus mediocres colegas, todos ellos sobrados de ambición y faltos de solvencia política, consistencia estratégica y marketing.
El PSOE comparte con los mediocres del PP el pánico a Ayuso, que ya le ha derrotado en Madrid de manera humillante y que ha demostrado ser la única figura política en España capaz de arrebatar a la izquierda el favor popular y de lograr que le voten todas las clases y grupos sociales, desde los obreros industriales hasta los profesionales, los campesinos, los jóvenes, los jubilados y los demócratas, incluyendo a la enorme masa de indignados el rebeldía por las injusticias corrupciones y daños que el sanchismo está causado a España, apoyado por su jauría aliada de pro etarras, separatistas, totalitarios rojos, golpistas y mercenarios catalanes y vascos , todos ellos unidos por el odio a la nación común.
Lo lógico, cuando apenas faltan dos años para las próximas elecciones, es que el derrotado y fracasado Pablo Casado fuera sustituido por Ayuso y que el tiempo que queda sirviera para fortalecerla como líder, pero el PP nunca hace lo que debe, sino lo que quieren sus adversarios, arrastrando una absurda debilidad y cobardía que le ha llevado muchas veces a la derrota.
Ayuso es la única política del PP capaz de aliarse con VOX sin problemas y de compartir con ellos un programa común que la catapulte hasta la Moncloa. La practica totalidad de los expertos y observadores independientes sabe que una alianza entre un PP liderado por Ayuso y VOX sería invencible y mandaría al banquillo al inepto y dañino ejército del sanchismo progre, pero también sabe que del PP nunca debe esperarse lo mejor sino una mezcla flácida y mediocre de soluciones inútiles, adobadas con miedo, cobardía y complejos de inferioridad ante una izquierda que en España está atiborrada de soberbia y seguridad en el poder.
Ayuso sabría como inyectar inseguridad y miedo en las filas del sanchismo y es capaz también de devolver a la izquierda golpe por golpe, denunciando sus abusos, arbitrariedades y delitos, gran parte de los cuales quedan impunes y ni siquiera son conocidos por la opinión pública gracias al apoyo de los medios y a la constelación de perros del poder que ha soltado por las tertulias y programas de radio y televisión para mentir y ocultar los desmanes de la izquierda, al mismo tiempo que destacan y vocean los de la derecha.
El PP tiene la oportunidad de convertir su actual debacle en el inicio de una ruta que le llevaría a la regeneración y la construcción de una España liberal, democrática y próspera, frenando en seco el miserable trabajo de demolición que realiza el sanchismo, aliado con la peor chusma política del país.
Pero es probable que el PP, como suele ocurrir siempre, cumpla con su fue destino de hacer no lo que debe sino lo que desean sus enemigos.
Francisco Rubiales
El PSOE comparte con los mediocres del PP el pánico a Ayuso, que ya le ha derrotado en Madrid de manera humillante y que ha demostrado ser la única figura política en España capaz de arrebatar a la izquierda el favor popular y de lograr que le voten todas las clases y grupos sociales, desde los obreros industriales hasta los profesionales, los campesinos, los jóvenes, los jubilados y los demócratas, incluyendo a la enorme masa de indignados el rebeldía por las injusticias corrupciones y daños que el sanchismo está causado a España, apoyado por su jauría aliada de pro etarras, separatistas, totalitarios rojos, golpistas y mercenarios catalanes y vascos , todos ellos unidos por el odio a la nación común.
Lo lógico, cuando apenas faltan dos años para las próximas elecciones, es que el derrotado y fracasado Pablo Casado fuera sustituido por Ayuso y que el tiempo que queda sirviera para fortalecerla como líder, pero el PP nunca hace lo que debe, sino lo que quieren sus adversarios, arrastrando una absurda debilidad y cobardía que le ha llevado muchas veces a la derrota.
Ayuso es la única política del PP capaz de aliarse con VOX sin problemas y de compartir con ellos un programa común que la catapulte hasta la Moncloa. La practica totalidad de los expertos y observadores independientes sabe que una alianza entre un PP liderado por Ayuso y VOX sería invencible y mandaría al banquillo al inepto y dañino ejército del sanchismo progre, pero también sabe que del PP nunca debe esperarse lo mejor sino una mezcla flácida y mediocre de soluciones inútiles, adobadas con miedo, cobardía y complejos de inferioridad ante una izquierda que en España está atiborrada de soberbia y seguridad en el poder.
Ayuso sabría como inyectar inseguridad y miedo en las filas del sanchismo y es capaz también de devolver a la izquierda golpe por golpe, denunciando sus abusos, arbitrariedades y delitos, gran parte de los cuales quedan impunes y ni siquiera son conocidos por la opinión pública gracias al apoyo de los medios y a la constelación de perros del poder que ha soltado por las tertulias y programas de radio y televisión para mentir y ocultar los desmanes de la izquierda, al mismo tiempo que destacan y vocean los de la derecha.
El PP tiene la oportunidad de convertir su actual debacle en el inicio de una ruta que le llevaría a la regeneración y la construcción de una España liberal, democrática y próspera, frenando en seco el miserable trabajo de demolición que realiza el sanchismo, aliado con la peor chusma política del país.
Pero es probable que el PP, como suele ocurrir siempre, cumpla con su fue destino de hacer no lo que debe sino lo que desean sus enemigos.
Francisco Rubiales
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