ETA coloca a Zapatero contra las cuerdas

Ayer lo djé esrito en otro comentario. ZP va a tratar que el PP "cargue con el mochuelo" tal y como lo demuestra su comparecencia hoy ante la prensa.

Él sigue pidiendo el apoyo de todos los partidos para continuar su "proceso de pazzzz" y seguro que contará con IU, ERC, BNGa y alguno más aunque no se si logrará aislar al PP, habla del Estado de Derecho el presidente que más ha hecho por hundirlo, de medidas policiales el presidente que las ha aplicado al PP y a las distintas AVT incluído el For de Ermua dejando "sueltos" a los de la violencia callejera y a la presunta "izquierda abertzale"... ¿pretende que se le siga apoyando en esa línea?

¿Por qué no va al Parlamento que es donde debe reclamar esos apoyos?¿Teme que esta vez el PP no se quede sólo?

El PSOE está "tocado" van defender sus privilegios a muerte y todo va a ser poco para intentar ganar las elecciones. Estemos preparados.

¡AL FIN!, ¡GRACIAS, ETA!

A nadie le ha pillado por sorpresa la confirmación por escrito del fin de la milonga zapateril del final de actividades terroristas de la banda ETA. Las cientos de pistolas robadas en Francia no eran para coleccionistas de armas vascos sino para reemplazar las ya muy usadas y muy manchadas de sangre y localizadas por las fuerzas de seguridad.

Las gracias a ETA son porque el ciudadano, hastiado y cabreado por la “lidia a la limón” a que le someten los dos partidos mayoritarios, no va a seguir de becerro. ETA se ha rearmado como en todas las treguas, además, la irresponsabilidad política de los partidos políticos ha convertido a una banda terrorista en la estrella mediática más fulgurante y sin pagar un céntimo en publicidad. ¡Cómo han conseguido dar hasta tres comunicados de prensa y ruedas de prensa en un día y salir en primera página! ETA ha desbancado a la prensa rosa y a los programas “yomeacuesto.con”.

ETA vuelve a lo suyo, a su profesión, a lo que sabe y de lo que vive: la extorsión, el chantaje y el asesinato. ¿Nacionalismo? No, puro y duro estilo mafioso. Lo del nacionalismo de izquierdas es la envoltura. Tal vez en esto me equivoco, no en lo de la envoltura, sino en que nunca han dejado de ejercer la extorsión. ¿Hay tantos etarras en Vasconia? No, pero hay muchos vascos que viven del negocio ETA.

El ciudadano de a pié está hastiado, cabreado y grita desde hace tiempo que unas elecciones anticipadas son inaplazables ¿28 de octubre 2007? Por la credibilidad de los partidos políticos y para que el ciudadano no se encuentre aún más desorientado es imprescindible que se le permita opinar. Claro que también es imprescindible que los responsables le informen de lo que ha ocurrido con este misterioso asunto. ¿Quién ha engañado a quién? Sin transparencia, el ciudadano, hoy más parecido a un torito o becerro, puede echar mano al Voto en Blanco y de nuevo deslegitimar a cualquier partido o componenda.

Ante la confirmación de ETA de que las bombas y los tiros en la nuca empiezan en unas horas, inexplicablemente los líderes de los dos grandes partidos se reunirán “la semana próxima”. ¿Qué tienen estos señores en sus agendas más importante que la seguridad de los ciudadanos?

¿Será necesaria una bomba de ETA para que estos dos buenos señores muevan el trasero y se pongan al día de lo que están gritando en la calle? ETA nos ha vuelto a tomar el pelo, siempre lo ha hecho.

Pues tendremos que dar las gracias a ETA si coloca una bomba para despertar a nuestros elegidos en las urnas. Pero por favor, que no sea muy grande y en un descampado o en un bosque donde no muera gente ni daños materiales que arruine a alguien. Porque de sangre estamos también muy hartos y ustedes saben que no consiguen nada con esto. Una cosa son los cuatro políticos que buscan réditos, fotos, medallas y otra cosa son los ciudadanos españoles, todos los españoles, porque incluso ni con los españoles vascos tampoco han podido ustedes. Estos paisanos suyos con algo de lo que ustedes padecen indigencia, hombría, llevan años haciéndoles frente.

La banda terrorista ETA socialmente está arrinconada, desprestigiada y una bomba mal colocada o inoportuna con daños personales representará un Hara Kiri.


Ligur

Repartamos responsabilidades.

Lo primero que queremos saber es:
a) Que fue exactamente lo que ZP pactó con ETA y cuando lo pactó.
b) Que plan de movilización de las fuerzas de seguridad del Estado ha puesto en marcha ante la amenaza de ETA del fin del alto el fuego.
c) En que consiste la ayuda que pide al resto de partidos políticos, que es lo que pienza hacer para que los demás tengan claro (y sobre todo los españoles, no los vascos) que es lo que han de apoyar, porque las baguedades del discursito ante la prensa no nos dicen nada.

Y eso no lo puede hacer "en privado" con Rajoy, eso tiene que ir al las Cortes y explicarlo allí, con luz y taquígrafos, y todo lo que sea evadir esa responsabilidad son simplemente nuevos faroles e intentos de engaño a la sociedad española.

Sin que se cumplan las condiciones de darnos las necesarias explicaciones allí donde deben ser dadas, ningún partido siquiera medianamente democrático puede apoyar al Presidente del Gobierno en su demanda ¿o es que han olvidado que mientras con la mano derecha firmaba el Pacto Antiterrorista y por las Libertades, con la izquierda firmaba acuerdos con ETA?

La sociedad española tenemos el derecho a exigir que se nos informe de cuales fueron esos acuerdos, y los partidos que no exijan al Gobierno esas actas están jugando deliberadamente a utilizar el terrorismo como arma electoral (cosa que no han dejado de hacer ninguno de ellos todavía).

La clase política tiene que "retratarse" en este momento histórico, y demostrar que por una vez piensa más en los ciudadanos que en sus propios intereses. Que cuando hablen las bombas y las pistolas sepamos todos toda la verdad de la situación.

Ha llegado la hora en que los ciudadanos debemos ser exigentes con nuestros políticos porque las bombas nos van a caer encima a nosotros, van a ser nuestras vidas las que se van a sacrificar; ya no luchamos por nuestros derechos, sino por nuestra vida y eso es ponernos al límite.