El resultado de estas elecciones me lleva a la conclusión de que la gente sufre dos percepciones distintas ante la crisis, unos deciden buscar protección en el poder, el PP en Galicia es el verdadero poder y el nacionalismo lo es en el Pais Vasco, y por otra parte, un rechazo cada vez mayor que tiene como elemento principal la abstención. Esto implica que los elementos intermedios van quedando fuera y que aparecen dos formas radicalmente distintas de plantear las soluciones, el poder institucionalizado y el rechazo que se va institucionalizando al margen de las instituciones, perdón por el juego de palabras. El significado es que una gran parte de la población opta por soluciones rupturistas al margen del poder establecido y la otra más conservadora opta por seguir con el poder establecido.
El PSOE parece ser la primera victima en este nuevo enfoque de la sociedad pues se ha demostrado un partido sin discurso ni recursos que, lo mismo se apunta a un federalismo nacido con urgencia por la deriva nacionalista catalana que un pacto con el PP en el Pais Vasco pero que a última hora casi acaba en acercamiento a posiciones abertzales, un partido con discurso capaz de ser la oposición a lo que han venido haciendo cuando eran gobierno, hasta hace poco y, en definitiva, un discurso contradictorio, falso y nada convincente hacia un electorado al que ya no le bastan las palabras del socialismo hueco, que sólo ha traido problemas y corrupción.
El PSOE debería ir meditando si transformarse o echar el cierre definitivo. Desde luego, si los partidos se midieran por su gestión, éste debería estar cerrado hace tiempo. Hoy mismo nos salen diciendo que van a reflexionar. Joder con las reflexiones, lo que duran con esta gente. Lo que tienen que hacer es la maletas, buscarse un trabajo y algunos como Patxi Lopez renunciar a los 100.000 euros vitalicios que se ha colocado antes de irse. Si no lo hace, algún socialista honrado debería obligarlo, como a otros muchos.
Empecemos por ahí a dignificar la política y esa será la mejor reflexión que hagan y no la reflexión a la que nos tienen acostumbrados, que es, ni más ni menos, que esperar a que nos olvidemos del fracaso y otra vez a lo mismo.
Yo seguiré siendo un leal seguidor de la abstención como forma de deslegitimación de éste régimen de corrupción y espero que algún dia sea tan alto el porcentaje que no tengan más remedio que largarse y dejar paso a un sistema donde la justicia, la libertad, la igualdad, la ética y demás valores democráticos lo sean de verdad junto con un sistema electoral que nos permita elegir a nuestros representantes, aquellos que crean en la política como una servidumbre y no como un privilegio.
Carlos R H
El PSOE parece ser la primera victima en este nuevo enfoque de la sociedad pues se ha demostrado un partido sin discurso ni recursos que, lo mismo se apunta a un federalismo nacido con urgencia por la deriva nacionalista catalana que un pacto con el PP en el Pais Vasco pero que a última hora casi acaba en acercamiento a posiciones abertzales, un partido con discurso capaz de ser la oposición a lo que han venido haciendo cuando eran gobierno, hasta hace poco y, en definitiva, un discurso contradictorio, falso y nada convincente hacia un electorado al que ya no le bastan las palabras del socialismo hueco, que sólo ha traido problemas y corrupción.
El PSOE debería ir meditando si transformarse o echar el cierre definitivo. Desde luego, si los partidos se midieran por su gestión, éste debería estar cerrado hace tiempo. Hoy mismo nos salen diciendo que van a reflexionar. Joder con las reflexiones, lo que duran con esta gente. Lo que tienen que hacer es la maletas, buscarse un trabajo y algunos como Patxi Lopez renunciar a los 100.000 euros vitalicios que se ha colocado antes de irse. Si no lo hace, algún socialista honrado debería obligarlo, como a otros muchos.
Empecemos por ahí a dignificar la política y esa será la mejor reflexión que hagan y no la reflexión a la que nos tienen acostumbrados, que es, ni más ni menos, que esperar a que nos olvidemos del fracaso y otra vez a lo mismo.
Yo seguiré siendo un leal seguidor de la abstención como forma de deslegitimación de éste régimen de corrupción y espero que algún dia sea tan alto el porcentaje que no tengan más remedio que largarse y dejar paso a un sistema donde la justicia, la libertad, la igualdad, la ética y demás valores democráticos lo sean de verdad junto con un sistema electoral que nos permita elegir a nuestros representantes, aquellos que crean en la política como una servidumbre y no como un privilegio.
Carlos R H
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