Los consejos de Tony Blair de que los Estados deben adelgazar no les afecta a nuestros dirigentes ni en un pelo. Su mentalidad de cortijeros feudales, asociada a su concepto de España como explotación particular, les permite tal holgura en el acopio de recursos que se la repanfinfla.
Por ejemplo, el Sr. Ruiz Gallardón, alcalde de Madrid, ha puesto en marcha la nueva normativa municipal sobre el tráfico. Se comenta sola. Seguramente alguien escribirá su biografía consagrándolo como el "Napoleoncito" de Madrid. O como Carlos III bis. La historia debe estar llena de "héroes" como este, inventados biógrafos bien pagados.
Actualmente Madrid debe ser la obra mas grande, la peor coordinada, la peor señalizada y la mas anticiudadana, del mundo. El dicho aquel "de Madrid al cielo" pasó a la historia. El Madrid oficial, hoy es un antro fascista que discrimina y esquilma al forastero. Como en casi todos los municipios y alcaldes de España, el sr. Ruiz limita todos aquellos servicios cuya precariedad genera suculentos y atípicos ingresos a las arcas municipales. El chantaje estrella es la premeditada carencia de estacionamiento público a precio asequible. Los escasos aparcamientos privados rozan el promedio de TRES euros la hora.
Me parece justo que se cobren trescientos euros por aparcar en doble fila, encima de una acera o en el carril bus, pero solo cuando se garantice la posibilidad de hacerlo bien, y a precios razonables, o en su defecto que el responsable de ello sea juzgado y encarcelado por fraude. Hasta entonces multar, con cualquier cantidad, por aparcar mal es sencilla y llanamente, robar. Sobre todo a sabiendas de que hay millones de ciudadanos, que para sobrevivir, le es fundamental el uso de su vehículo, como principal e imprescindible herramienta de trabajo. Especialmente repartos y servicios.
No obedecer al agente -sin más especificaciones- será sancionado con doscientos cuarenta euros. No aportar datos del conductor, en tiempo y forma, seiscientos euros. Criticábamos al CAC porque es nazi.
Se legaliza la injusticia mediante leyes indignas o imposibles de cumplir. Definitivamente se van perfilando las dos españas: la que roba legalmente y la explotada legalmente. No es inconstitucional. La constitución esta llena de frases que expresan el respeto y acatamiento a la ley o al imperio de la ley, pero en ningún artículo se hace paralelismo expreso e indispensable de esta con la justicia. Si se "fabrica" una ley que nos obligue a comer mierda, hay que acatarla. Justo o no, negarse puede suponer sufrir el peso del Imperio de la Ley.
Madrid "disfruta" de una alta tasa de delincuencia pero está plagado de multadores, armados unos, "de movilidad" llaman a otros y los que explotan las calles. Todos multando vehículos por descuidos, después de estar seis o siete horas pagando ciento ochenta céntimos a la hora, por dejar la imprescindible herramienta en la calle, y sin asumir ninguna responsabilidad sobre el vehículo ni por su contenido. Para muchos, de ellos, el ciudadano les merece la consideración que darían a una escupidera. Cuando alguien le cae mal, no ha sido suficientemente pelota o le conviene, no se cortan un pelo en mentir en su boletín de multa y punto. Paga primero y recurre después.
Mientras tanto se siguen subvencionando a los fabricantes de vehículos, construyendo buenas autopistas, falitando la financiación por compra de vehículos y despachando carnés de conducir a destajo. ¿No podría alguien exigir a los ayuntamientos cumplir con la responsabilidad de facilitar a la ciudadanía el alojamiento de tantos vehículos? ¿No les da vergüenza burlarse así de la gente que les paga?
El caudillismo, la extorsión, el sometimiento y el acoso económico de los ocupas, especialmente municipales, sobre los ciudadanos, es descarado, vergonzoso y humillante. Bochornosamente antidemocrático, vejatorio y que atenta a la dignidad y derechos más fundamentales, entre los que se encuentran, como mas despreciable, la obstaculización al trabajo.
En España se seguirá engordando y auto privilegiándo todo el colectivo político-funcionario. Por algo la mayoría de políticos españoles se "fabrican" en el funcionariado, retornando a sus viejos cargos y puestos tras sus nefastas incursiones por la política. Los no tan nefastos se "agarrapatan" a sus poltronas de por vida. Cuando pueda cerrer peligro su despilfarro y abundancia, se exprime más y más al ciudadano indefenso y totalmente desamparado. Paradójicamente suelen recurrir al argumento de que todo lo hacen por el bien de los esquilmados. Para salvarles de su "ignorancia suicida".
No se puede evitar un recuerdo nostálgico por aquellos bandidos que se ganaban la vida robando y algunos, también, asesinando. Diego Corrientes, Curro Jiménez, Luis Candelas, José Mª "el Tempranillo"...Aquellos si que eran bandoleros de verdad, viviendo al raso y durmiendo donde les cogía la noche. Pasando mas calamidades que el más pobre de entre los pobres...Siempre acosados y perseguidos por la justicia y sus agentes. ¡¡Qué fácil era distinguir quienes eran los malos y quienes representaban la ley y el orden!!
Como ha involucionado todo. Tanta tecnología ha permitido girar aquella situación del trabuco, la manta y el caballo, ciento ochenta grados. Los únicos que siguen interpretando el mismo papel son las víctimas, necias ellas, en su estupidez y empeño por creer en la decencia, en la familia, en el trabajo...
Muy pocos, pero aún hay quien llama a esto democracia. Seguramente deben ser los ocupas y sus beneficiarios mas directos.
Clancestino
Por ejemplo, el Sr. Ruiz Gallardón, alcalde de Madrid, ha puesto en marcha la nueva normativa municipal sobre el tráfico. Se comenta sola. Seguramente alguien escribirá su biografía consagrándolo como el "Napoleoncito" de Madrid. O como Carlos III bis. La historia debe estar llena de "héroes" como este, inventados biógrafos bien pagados.
Actualmente Madrid debe ser la obra mas grande, la peor coordinada, la peor señalizada y la mas anticiudadana, del mundo. El dicho aquel "de Madrid al cielo" pasó a la historia. El Madrid oficial, hoy es un antro fascista que discrimina y esquilma al forastero. Como en casi todos los municipios y alcaldes de España, el sr. Ruiz limita todos aquellos servicios cuya precariedad genera suculentos y atípicos ingresos a las arcas municipales. El chantaje estrella es la premeditada carencia de estacionamiento público a precio asequible. Los escasos aparcamientos privados rozan el promedio de TRES euros la hora.
Me parece justo que se cobren trescientos euros por aparcar en doble fila, encima de una acera o en el carril bus, pero solo cuando se garantice la posibilidad de hacerlo bien, y a precios razonables, o en su defecto que el responsable de ello sea juzgado y encarcelado por fraude. Hasta entonces multar, con cualquier cantidad, por aparcar mal es sencilla y llanamente, robar. Sobre todo a sabiendas de que hay millones de ciudadanos, que para sobrevivir, le es fundamental el uso de su vehículo, como principal e imprescindible herramienta de trabajo. Especialmente repartos y servicios.
No obedecer al agente -sin más especificaciones- será sancionado con doscientos cuarenta euros. No aportar datos del conductor, en tiempo y forma, seiscientos euros. Criticábamos al CAC porque es nazi.
Se legaliza la injusticia mediante leyes indignas o imposibles de cumplir. Definitivamente se van perfilando las dos españas: la que roba legalmente y la explotada legalmente. No es inconstitucional. La constitución esta llena de frases que expresan el respeto y acatamiento a la ley o al imperio de la ley, pero en ningún artículo se hace paralelismo expreso e indispensable de esta con la justicia. Si se "fabrica" una ley que nos obligue a comer mierda, hay que acatarla. Justo o no, negarse puede suponer sufrir el peso del Imperio de la Ley.
Madrid "disfruta" de una alta tasa de delincuencia pero está plagado de multadores, armados unos, "de movilidad" llaman a otros y los que explotan las calles. Todos multando vehículos por descuidos, después de estar seis o siete horas pagando ciento ochenta céntimos a la hora, por dejar la imprescindible herramienta en la calle, y sin asumir ninguna responsabilidad sobre el vehículo ni por su contenido. Para muchos, de ellos, el ciudadano les merece la consideración que darían a una escupidera. Cuando alguien le cae mal, no ha sido suficientemente pelota o le conviene, no se cortan un pelo en mentir en su boletín de multa y punto. Paga primero y recurre después.
Mientras tanto se siguen subvencionando a los fabricantes de vehículos, construyendo buenas autopistas, falitando la financiación por compra de vehículos y despachando carnés de conducir a destajo. ¿No podría alguien exigir a los ayuntamientos cumplir con la responsabilidad de facilitar a la ciudadanía el alojamiento de tantos vehículos? ¿No les da vergüenza burlarse así de la gente que les paga?
El caudillismo, la extorsión, el sometimiento y el acoso económico de los ocupas, especialmente municipales, sobre los ciudadanos, es descarado, vergonzoso y humillante. Bochornosamente antidemocrático, vejatorio y que atenta a la dignidad y derechos más fundamentales, entre los que se encuentran, como mas despreciable, la obstaculización al trabajo.
En España se seguirá engordando y auto privilegiándo todo el colectivo político-funcionario. Por algo la mayoría de políticos españoles se "fabrican" en el funcionariado, retornando a sus viejos cargos y puestos tras sus nefastas incursiones por la política. Los no tan nefastos se "agarrapatan" a sus poltronas de por vida. Cuando pueda cerrer peligro su despilfarro y abundancia, se exprime más y más al ciudadano indefenso y totalmente desamparado. Paradójicamente suelen recurrir al argumento de que todo lo hacen por el bien de los esquilmados. Para salvarles de su "ignorancia suicida".
No se puede evitar un recuerdo nostálgico por aquellos bandidos que se ganaban la vida robando y algunos, también, asesinando. Diego Corrientes, Curro Jiménez, Luis Candelas, José Mª "el Tempranillo"...Aquellos si que eran bandoleros de verdad, viviendo al raso y durmiendo donde les cogía la noche. Pasando mas calamidades que el más pobre de entre los pobres...Siempre acosados y perseguidos por la justicia y sus agentes. ¡¡Qué fácil era distinguir quienes eran los malos y quienes representaban la ley y el orden!!
Como ha involucionado todo. Tanta tecnología ha permitido girar aquella situación del trabuco, la manta y el caballo, ciento ochenta grados. Los únicos que siguen interpretando el mismo papel son las víctimas, necias ellas, en su estupidez y empeño por creer en la decencia, en la familia, en el trabajo...
Muy pocos, pero aún hay quien llama a esto democracia. Seguramente deben ser los ocupas y sus beneficiarios mas directos.
Clancestino