Todo el sistema se basa en eso, todo va enfocado a que los amos sean cada vez más poderosos. La democracia, que se supone es un sistema donde le pueblo es el que manda, se pervirtió ya en origen para que fueran los amos los que gozaran de todos los privilegios y para ello, históricamente, se valieron de gobiernos adictos y por tanto corruptos, que siempre se llevaron lo que pudieron. Al fin y al cabo todo estaba en función de los amos, ¿por qué ellos no se iban a llevar su parte del botín?
El resultado es que tras un par de siglos, Occidente no es más que el cortijo de los amos al cuidado de unos capataces que quieren ser como los amos o al menos disfrutar de ciertos privilegios, como el de ser ricos y no volver a trabajar después de su paso por el poder.
El nivel de corrupción es tan grande que no basta con el dinero que se puede obtener con unos impuestos más o menos razonables y hay que sacarlo de donde sea con impuestos injustos, pero da igual, es el pueblo el que paga. La última suciedad en España ha sido aprobar cerca de quinientos millones para repartir entre los medios de comunicación, comparándolos para que nunca hablen de lo que no es conveniente.
Un capítulo importante de la corrupción son los medios, al servicio de quien paga. Fue muy ilustrativo que el lunes, después de la derrota de las izquierdas, hubiera ya medios que se pusieron al servicio de los ganadores.
Naturalmente, para conseguir sus fines, los amos procuran la destrucción de las naciones, en dos direcciones: hacia la integración en entidades supranacionales impersonales, como la Unión Europea y hacia la fragmentación de los países unitarios, para que esos trozos no tengan ningún poder. En nuestro caso, las dos vías son complementarias. Y naturalmente favorecer a unos políticos, cuanto más corruptos mejor.
La indecencia es absoluta, pues se favorecen partidos que desean la destrucción de España y nadie dice nada al respecto y, por el otro lado, se permiten partidos que claman por la destrucción de España, entregando trozos a otros países. Y no pasa nada.
Afortunadamente la gente se ha dado cuenta que las votaciones son un engaño y el voto por correo se ha desprestigiado. La trampa no va a estar en el voto por correo, que también, porque son votos, la trampa va a estar en el ordenador, como siempre, en especial en las generales, cuando los candidatos no están comprobando el resultado de los votos en el pueblo.
Hace poco leí la convocatoria del acto público de recuento de votos por la junta electoral. Se permite la entrada al acto, no al público, sino a los representantes de los partidos, con lo cual el acto es relativamente público. Todo está muy bien atado. Hay un grupo que se supone va a sumar las actas, pero como la trampa no ha estado en el ordenador, seguramente las actas coincidirán con lo publicado en los medios.
Hay algún medio que publica los resultados por zonas, no sé si por mesas o sólo por colegios, pero eso es relativo, aunque importante, porque si el público que asiste al escrutinio se molesta en fotografiar las actas de ese colegio antes que las quiten, pueden comprobar si los resultados que dan los medios coinciden con lo que dicen las actas. No sé hasta qué punto sería efectivo, pero es menos que nada.
El Podemos de Pablo Iglesias, Errejón, Alberto Garzón, Irene Montero, Belarra, Ada Colau y Yolanda Diaz es historia. Por fin ha llegado Sumar, un partido de izquierdas con sangre nueva y moderno, compuesto por Yolanda Diaz, Errejón, Garzón, Iglesias, Montero, Belarra y Ada Colau.
Ha aparecido una encuesta que da al PSOE menos de 90 escaños. Si bajan un poco más, pueden hasta desaparecer.
Aparecen voces criticando que no se haya reformado el voto por correo. Los sobres se pueden abrir y cambiar las papeletas y eso nadie lo menciona. Tal vez porque sea demasiado fuerte. Pero también era demasiado fuerte lo de Melilla, que ha ocurrido en toda España y miren como estamos. Recuerden que la conspiranoia de hoy es la certeza de mañana.
Vanlop
El resultado es que tras un par de siglos, Occidente no es más que el cortijo de los amos al cuidado de unos capataces que quieren ser como los amos o al menos disfrutar de ciertos privilegios, como el de ser ricos y no volver a trabajar después de su paso por el poder.
El nivel de corrupción es tan grande que no basta con el dinero que se puede obtener con unos impuestos más o menos razonables y hay que sacarlo de donde sea con impuestos injustos, pero da igual, es el pueblo el que paga. La última suciedad en España ha sido aprobar cerca de quinientos millones para repartir entre los medios de comunicación, comparándolos para que nunca hablen de lo que no es conveniente.
Un capítulo importante de la corrupción son los medios, al servicio de quien paga. Fue muy ilustrativo que el lunes, después de la derrota de las izquierdas, hubiera ya medios que se pusieron al servicio de los ganadores.
Naturalmente, para conseguir sus fines, los amos procuran la destrucción de las naciones, en dos direcciones: hacia la integración en entidades supranacionales impersonales, como la Unión Europea y hacia la fragmentación de los países unitarios, para que esos trozos no tengan ningún poder. En nuestro caso, las dos vías son complementarias. Y naturalmente favorecer a unos políticos, cuanto más corruptos mejor.
La indecencia es absoluta, pues se favorecen partidos que desean la destrucción de España y nadie dice nada al respecto y, por el otro lado, se permiten partidos que claman por la destrucción de España, entregando trozos a otros países. Y no pasa nada.
Afortunadamente la gente se ha dado cuenta que las votaciones son un engaño y el voto por correo se ha desprestigiado. La trampa no va a estar en el voto por correo, que también, porque son votos, la trampa va a estar en el ordenador, como siempre, en especial en las generales, cuando los candidatos no están comprobando el resultado de los votos en el pueblo.
Hace poco leí la convocatoria del acto público de recuento de votos por la junta electoral. Se permite la entrada al acto, no al público, sino a los representantes de los partidos, con lo cual el acto es relativamente público. Todo está muy bien atado. Hay un grupo que se supone va a sumar las actas, pero como la trampa no ha estado en el ordenador, seguramente las actas coincidirán con lo publicado en los medios.
Hay algún medio que publica los resultados por zonas, no sé si por mesas o sólo por colegios, pero eso es relativo, aunque importante, porque si el público que asiste al escrutinio se molesta en fotografiar las actas de ese colegio antes que las quiten, pueden comprobar si los resultados que dan los medios coinciden con lo que dicen las actas. No sé hasta qué punto sería efectivo, pero es menos que nada.
El Podemos de Pablo Iglesias, Errejón, Alberto Garzón, Irene Montero, Belarra, Ada Colau y Yolanda Diaz es historia. Por fin ha llegado Sumar, un partido de izquierdas con sangre nueva y moderno, compuesto por Yolanda Diaz, Errejón, Garzón, Iglesias, Montero, Belarra y Ada Colau.
Ha aparecido una encuesta que da al PSOE menos de 90 escaños. Si bajan un poco más, pueden hasta desaparecer.
Aparecen voces criticando que no se haya reformado el voto por correo. Los sobres se pueden abrir y cambiar las papeletas y eso nadie lo menciona. Tal vez porque sea demasiado fuerte. Pero también era demasiado fuerte lo de Melilla, que ha ocurrido en toda España y miren como estamos. Recuerden que la conspiranoia de hoy es la certeza de mañana.
Vanlop
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