EL ABORTO, UN AGUJERO NEGRO

El tema, sin duda es espinoso y muy delicado, según se mire.

En primer lugar decir que se miente de forma descarada. Hoy día con los conocimientos que se tienen sobre genética, ponerse a decir que el embrión es como un grano suena a insulto. Por tanto lo primero que hay que decir que en el momento en que se forma una célula con los 46 cromosomas, tenemos un individuo único e irrepetible (la probabilidad que la combinación de cromosomas de lugar a otro individuo igual es prácticamente nula). Por tanto, lo primero que hay que decir es que se elimina un ser único.

Hay otra cuestión de tipo jurídico que no he leído nunca. No entiendo, desde mi ignorancia de los asuntos jurídicos, cómo es posible hacer una ley que convierta en derecho hacer el mal. Yo entiendo que todas las leyes deben procurar el bien y para los casos en que no se puede, se establecen atenuantes, eximentes y otros.

Apropiarse de un bien ajeno siempre será un mal y así lo dice la ley, pero también se establece el eximente de estado de necesidad. Es decir, robar un pan siempre está mal, pero no se puede condenar a alguien que lo roba porque tiene hambre.

En este caso, al menos como nos lo venden, ya veremos lo que dice la ley cuando se publique, el aborto es un derecho, uno de tantos derechos sanitarios y eso creo que es una aberración. Hacer el mal nunca puede ser un derecho.

También se está utilizando el aborto para separar las ovejas del rebaño. Cuestión funesta sobre la que se viene insistiendo en este blog (lo de distinguir dos tipos de ciudadanos). Se establece, con esta ley, un grupo de ciudadanos respetuosos con la ley y con la democracia, sobre todo con la democracia (la de ellos) partidarios del aborto y otro grupo de cuasi personas, montaraces, integristas y enemigos de la democracia que se oponen al progreso.

Naturalmente a los que participamos en este blog, como que nos la trae al fresco. Creo que todos tenemos edad suficiente como para tener criterios propios y consideramos a las personas según otros criterios bastante más sólidos. Pero este juventud logsiana puede ser devastador que se considere de esta forma a los que se oponen al aborto.

Tampoco se habla mucho, aunque se habla, sobre todo en la red, de los ingentes fondos que se manejan para favorecer el aborto. Sabiendo que nadie da duros a cuatro pesetas la pregunta es ¿a quién favorece y en cuanto?

Se manejan algunas cifras, pero no son concluyentes.

Vanlop:

No se puede definir un ser humano con el argumento simple del número de cromosomas. Los argumentos cromosómicos que usted expone tienen muchos problemas:

- Dos gemelos tienen el mismo código genético. Son por tanto igual de "únicos". Significa eso que tienen la mitad de dignidad humana? Estamos hablando del 2 por mil de la población mundial... no es exactamente lo que yo llamaría un caso único. ;-)

- Qué pasa con todos los seres humanos que no tienen 46 cromosomas? Como usted seguramente sabe, hay síndromes que llevan a la aparición de personas con 45, 47, 48 y hasta 49 cromosomas. Son menos humanos?

- Cada una de mis células tiene 46 cromosomas. Tienen dignidad humana? Varias de mis células son células madre, que pueden desarrollarse para crear tejidos, órganos y tal vez (con la tecnología de dentro de 10 ó 20 años) otro individuo completo. En otras palabras, la tecnología puede permitir que una célula mía (de individuo adulto) sea equivalente a un cigoto. Tienen mis células madre dignidad humana?

El debate sobre el aborto es el debate sobre la dignidad humana, y la dignidad humana no es objeto de la ciencia. Por lo tanto, el conocimiento científico puede ayudar al debate sobre el aborto, pero no puede ser la piedra angular del mismo (igual que cualquier otro debate ético como la eutanasia, la pena de muerte, los derechos ciudadanos, etc).

Vanlop:

Sólo un pequeño comentario: los gemelos homocigóticos comparten el 100% del material genético, muchas veces comparten placenta también, y sus pequeñas diferencias son sólo fenotípicas (por ejemplo, lunares diferentes); los mellizos (o gemelos dicigóticos) no comparten ni placenta ni la totalidad material genético, y son claramente diferentes.

No debemos ceñirnos a la identificación célula-ser humano, porque no sólo no está clara sino que tiene asociados muchos problemas morales.

¿Margarita Fraga Iribarne?
Pues D. Manuel Fraga dice que no hay que derogar ninguna ley:
http://infocatolica.com/?t=noticia&cod=6916