En torno a la asignatura "Educación para la Ciudadanía" se está desarrollando un interesante debate en España. Unos dicen que la asignatura educará a nuestros jóvenes en lo que son los derechos y deberes de un ciudadano en democracia, mientras otros dicen que enseñará laicismo, catecismo "progre" y marginará a los viejos principios y valores.
Nosotros, en Voto en Blanco, donde conocemos el peligro demostrado por el Estado en la Historia y no nos gusta verlo a menos de tres kilómetros de distancia de las mentes de los ciudadanos, simplemente no nos gusta que el poder político tome decisiones en un asunto que, en una democracia seria, debería corresponderle a la sociedad civil y al sector académico.
Pero pensamos que no es creíble que la asignatura Educación para la Ciudadanía haya sido impuesta para formar ciudadanos. A juzgar por los hechos y por las pruebas disponibles, más bien parece diseñada para fabricar esclavos que voten en el futuro al partido más populista y demagogo, al que les regale más pisos y les permita vivir como perezosos analfabetos subvencionados.
Si Zapatero y su gobierno quisieran, de verdad, formar ciudadanos, como afirman, deberían comenzar por inculcar los principios democráticos y constitucionales a los que queman banderas y fotos de los reyes, a los que incumplen la ley boicoteando la bandera española en las instituciones, a los que amenazan de muerte a los políticos de la oposición, a los que revientan actos políticos al grito de "fascistas" y "fachas" y a los que destrozan mobiliario público y todo tipo de bienes practicando la kale borroca ante las narices de una policía del Estado que ni siquiera mueve un dedo.
Tampoco estaría mal que enseñaran "Educación para la Ciudadanía" a los miles de corruptos que se refugian en su partido, ocupando cargos públicos, y también a los muchos que se esconden en las filas de la oposición.
Podrían, también, para enseñarnos democracia a todos con el ejemplo, reformar el sistema electoral español y eliminar esas listas cerradas y bloqueadas que impiden al ciudadano ejercer su sagrado derecho a elegir a sus representantes, ya que quienes eligen son las élites de los partidos, que son las que elaboran las listas. También podrían, por ejemplo, respetar la separación de poderes, como establece la Constitución y exige la democracia.
No es creíble que el gobierno de ZP tenga el más mínimo interés en educar ciudadanos cuando han convertido las escuelas públicas españolas en fábricas de imbéciles y de futuros mendigos, a los que se les permite todo tipo de tropelías y se les otorgan aprobados generales.
¿Quien puede creerse que una clase política (gobierno y oposición) que ha degradado la democracia, convirtiéndola en una oligocracia de partidos, tenga interés en enseñar democracia en unas escuelas donde ya no existe la disciplina, ni el respeto, ni la excelencia?
Es más creíble pensar que la nueva asignatura ha sido ideada para "adoctrinar" a futuros votantes fácilmente manipulables.
Al menos es lo que parece cuando uno utiliza el raciocinio.
Nosotros, en Voto en Blanco, donde conocemos el peligro demostrado por el Estado en la Historia y no nos gusta verlo a menos de tres kilómetros de distancia de las mentes de los ciudadanos, simplemente no nos gusta que el poder político tome decisiones en un asunto que, en una democracia seria, debería corresponderle a la sociedad civil y al sector académico.
Pero pensamos que no es creíble que la asignatura Educación para la Ciudadanía haya sido impuesta para formar ciudadanos. A juzgar por los hechos y por las pruebas disponibles, más bien parece diseñada para fabricar esclavos que voten en el futuro al partido más populista y demagogo, al que les regale más pisos y les permita vivir como perezosos analfabetos subvencionados.
Si Zapatero y su gobierno quisieran, de verdad, formar ciudadanos, como afirman, deberían comenzar por inculcar los principios democráticos y constitucionales a los que queman banderas y fotos de los reyes, a los que incumplen la ley boicoteando la bandera española en las instituciones, a los que amenazan de muerte a los políticos de la oposición, a los que revientan actos políticos al grito de "fascistas" y "fachas" y a los que destrozan mobiliario público y todo tipo de bienes practicando la kale borroca ante las narices de una policía del Estado que ni siquiera mueve un dedo.
Tampoco estaría mal que enseñaran "Educación para la Ciudadanía" a los miles de corruptos que se refugian en su partido, ocupando cargos públicos, y también a los muchos que se esconden en las filas de la oposición.
Podrían, también, para enseñarnos democracia a todos con el ejemplo, reformar el sistema electoral español y eliminar esas listas cerradas y bloqueadas que impiden al ciudadano ejercer su sagrado derecho a elegir a sus representantes, ya que quienes eligen son las élites de los partidos, que son las que elaboran las listas. También podrían, por ejemplo, respetar la separación de poderes, como establece la Constitución y exige la democracia.
No es creíble que el gobierno de ZP tenga el más mínimo interés en educar ciudadanos cuando han convertido las escuelas públicas españolas en fábricas de imbéciles y de futuros mendigos, a los que se les permite todo tipo de tropelías y se les otorgan aprobados generales.
¿Quien puede creerse que una clase política (gobierno y oposición) que ha degradado la democracia, convirtiéndola en una oligocracia de partidos, tenga interés en enseñar democracia en unas escuelas donde ya no existe la disciplina, ni el respeto, ni la excelencia?
Es más creíble pensar que la nueva asignatura ha sido ideada para "adoctrinar" a futuros votantes fácilmente manipulables.
Al menos es lo que parece cuando uno utiliza el raciocinio.
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