El acervo popular que es muy sabio apunta el “cría cuervos…” y aquel dicho de “para tales amigos-primos, no hacen falta enemigos”. Triste noche: “¡Qué negra se ve aquella negra noche / que balas negras y verdes fusiles / brotaron rojas rosas / del blanco pecho de Lorca!”, cantamos nosotros mismos en tristes versos.
Un documental, titulado “Lorca, el mar deja de moverse”, que se estrenará en cines a finales de septiembre y posteriormente en televisión, revela nuevos apuntes sobre la muerte de García Lorca. La cinta de cien minutos de duración pone de manifiesto ciertos secretos cuidadosamente ocultos por razones obvias e intenciones aviesas. Saltan a la luz unas posibles rencillas familiares de origen asesino; unos primos del poeta, parece ser, fueron los instigadores del fusilamiento del poeta.
El director, E. Ruiz Barrachina, comunicaba, a la prensa, las incógnitas larga y celosamente resguardadas, que le impulsaron a emprender esta realización cinematográfica. Dos investigadores, Pilar Góngora y Miguel Caballero, a través de amplio trabajo y estudio sobre Lorca, han llegado a la conclusión de que el designio principal de su muerte se origina “en el propio entorno familiar". Caballero ha destacado que lograron la estrecha colaboración de los clanes Lorca y Rosales, que les facilitaron el acceso a documentos reservados y desconocidos, aunque se mostraban timoratos ante un asunto que tenían tras el tabú y la reticencia.
Estas investigaciones indican que determinados familiares próximos a Lorca, como los Roldán, pudieron ser los inductores del execrable crimen. "Su muerte, declaraba Caballero, está en un ámbito cercano"; y añadía que Rafael Amargo, participante en la confección del documental, dijo: "a Lorca lo mataron sus primos". En el documental, se señala que J. L. Trescastros Medina, presuntamente implicado también, se movía próximo al círculo familiar, exactamente, su mujer era prima lejana del glorioso poeta.
Quizás se dejen aproximar algunas revelaciones y novedades que despejen dudas encubiertas bajo las brumas del tiempo. El escritor,Ian Gibson, afincado aquí, habiendo publicado su trabajo de investigación sobre las circunstancias de la tumba de Lorca, en una conversación grabada en 1966, aclaraba que, según Manuel Castilla, quien enterró al escritor granadino, el cuerpo de Federico, probablemente, se halle enterrado en el Barranco de Víznar.
No queda nada oculto bajo el sol. El tiempo en su devenir inexorable va sacando del secreto los esqueletos que cuentan su verdad escrita en el blanco de los huesos. En Granada, ciudad altamente conservadora y cautelosa el silencio de los escabroso campea por la esquinas y se apodera de las lenguas, que, aún pasado el suceso y su fragor, continúan callando y enmoheciendo.
A Federico lo mataron el exceso de confianza, la profunda fe en la amistad y su ingenua imprevisión. Lo fusiló la saña, la ignorancia y la envidia. Lo apresó su cualidad de señorito que “juega a rojo”, su elegancia de poeta excelso, su relación con el submundo sexual incómodo y traidor, que no perdona, que se corroe y ataca por rencillas y rencores.
Tratar de futuribles, en historia es vano. Pero, debió seguir el consejo que le damos en este poema emocionado:
NO VAYAS
¡Federico, no vayas a Granada!
Granada agazapa su voz rancia.
Federico, recela de Granada,
Tu Granada rezuma intolerancia.
¡No vayas a Granada!
Allí afila sus garras la ignorancia,
no tomes el tren,
no salgas de Madrid,
cierra tu estancia,
o quédate en New York.
Un documental, titulado “Lorca, el mar deja de moverse”, que se estrenará en cines a finales de septiembre y posteriormente en televisión, revela nuevos apuntes sobre la muerte de García Lorca. La cinta de cien minutos de duración pone de manifiesto ciertos secretos cuidadosamente ocultos por razones obvias e intenciones aviesas. Saltan a la luz unas posibles rencillas familiares de origen asesino; unos primos del poeta, parece ser, fueron los instigadores del fusilamiento del poeta.
El director, E. Ruiz Barrachina, comunicaba, a la prensa, las incógnitas larga y celosamente resguardadas, que le impulsaron a emprender esta realización cinematográfica. Dos investigadores, Pilar Góngora y Miguel Caballero, a través de amplio trabajo y estudio sobre Lorca, han llegado a la conclusión de que el designio principal de su muerte se origina “en el propio entorno familiar". Caballero ha destacado que lograron la estrecha colaboración de los clanes Lorca y Rosales, que les facilitaron el acceso a documentos reservados y desconocidos, aunque se mostraban timoratos ante un asunto que tenían tras el tabú y la reticencia.
Estas investigaciones indican que determinados familiares próximos a Lorca, como los Roldán, pudieron ser los inductores del execrable crimen. "Su muerte, declaraba Caballero, está en un ámbito cercano"; y añadía que Rafael Amargo, participante en la confección del documental, dijo: "a Lorca lo mataron sus primos". En el documental, se señala que J. L. Trescastros Medina, presuntamente implicado también, se movía próximo al círculo familiar, exactamente, su mujer era prima lejana del glorioso poeta.
Quizás se dejen aproximar algunas revelaciones y novedades que despejen dudas encubiertas bajo las brumas del tiempo. El escritor,Ian Gibson, afincado aquí, habiendo publicado su trabajo de investigación sobre las circunstancias de la tumba de Lorca, en una conversación grabada en 1966, aclaraba que, según Manuel Castilla, quien enterró al escritor granadino, el cuerpo de Federico, probablemente, se halle enterrado en el Barranco de Víznar.
No queda nada oculto bajo el sol. El tiempo en su devenir inexorable va sacando del secreto los esqueletos que cuentan su verdad escrita en el blanco de los huesos. En Granada, ciudad altamente conservadora y cautelosa el silencio de los escabroso campea por la esquinas y se apodera de las lenguas, que, aún pasado el suceso y su fragor, continúan callando y enmoheciendo.
A Federico lo mataron el exceso de confianza, la profunda fe en la amistad y su ingenua imprevisión. Lo fusiló la saña, la ignorancia y la envidia. Lo apresó su cualidad de señorito que “juega a rojo”, su elegancia de poeta excelso, su relación con el submundo sexual incómodo y traidor, que no perdona, que se corroe y ataca por rencillas y rencores.
Tratar de futuribles, en historia es vano. Pero, debió seguir el consejo que le damos en este poema emocionado:
NO VAYAS
¡Federico, no vayas a Granada!
Granada agazapa su voz rancia.
Federico, recela de Granada,
Tu Granada rezuma intolerancia.
¡No vayas a Granada!
Allí afila sus garras la ignorancia,
no tomes el tren,
no salgas de Madrid,
cierra tu estancia,
o quédate en New York.