Ayer, lunes, 7 de mayo de 2007, los diarios de ámbito y tirada nacional encabezaron sus respectivas portadas con diversos titulares sobre el mismo asunto, la victoria de Sarkozy en las presidenciales galas. Si yo hubiera sido director de uno de ellos, hubiera rotulado con el lema que servidor ha colocado como arranque de esta urdidura (o “urdiblanda”), su texto hodierno. Procede (a) explicarse.
Batasuna, por boca de su portavoz Joseba Álvarez, acusó anteayer al PSOE y al PNV de “hacer tongo”, pero no hizo, como todo quisque esperaba, un llamamiento (a ver si usted, al menos, desocupado lector, no me llama incendiario, lanzallamas o pirómano –y es que alguien ha tenido la genial y gran idea de hacerme llegar, anónima y cobardemente, por supuesto, ¡faltaría más!, este pensamiento, que no miento, de Noam Chomsky: “La mejor manera de acabar con la violencia es dejar de participar en ella”, como si su seguro servidor de usted hubiera mudado sus acostumbrados pertrechos, bolígrafos por cócteles molotov, verbigracia, como poco-) para que el próximo 27 de mayo todos los epígonos y simpatizantes del ideario que dice defender y/o (sos)tener la izquierda abertzale elijan las papeletas (¡vaya papelón!) de Acción Nacionalista Vasca (ANV/EAE) para introducirlas por las ranuras o rendijas de las urnas de la democracia.
Álvarez no señaló lo que, por lógica, se esperaba, que ya se habían abierto las sendas que conducían e iban a dar o desembocar en la encrucijada o el foro donde podían ponerse las bases para empezar a resolver definitivamente el conflicto político y armado (mejor, desalmado) que aún hoy hay (o se vive) en Euskadi (o Euskal herria).
La censura o crítica de Batasuna (que, junto con los documentos que se le encontraron e incautaron a Arkaitz Agote Cillero, que hablan de las negociaciones/conversaciones de ETA con el Gobierno, el PSOE y el PNV, dejarían, supongo, estupefacto o patidifuso a más de un socialista y “peneuvista” –con un palmo de narices, tal vez, al fiscal general del Estado; y con el culo al aire, acaso, a los ministros de Interior y Justicia-), una putada con punta, o sea, una puntada con hilo indeleble e indeleznable, ergo, indisputada, sentaría como una patada en los mismísimos dídimos (sí, urdido así; y los objetores que vayan leyendo a Lao-Tse, para quien “las palabras elegantes no son sinceras; las palabras sinceras no son elegantes”) a las huestes del PNV (y es que se les ha cerrado el grifo por el que esperaban que cayeran como churros los votos del entorno radical) y a los incondicionales del PP (porque entienden que ANV es el conejo que han extraído de su chistera –que no les parece de chiste, pues no les hace ni puñetera gracia- los gurús de Batasuna; la bandera, la paloma o el pañuelo/señuelo que los ilegalizados han ideado, izado y sacado para mofarse de la democracia y el Estado de Derecho; el último timo con el que ETA, el mito, va a tratar de tomar nuevamente el pelo al pipiolo Gobierno socialista), casi tanto como a los socialistas (catalanes, sobre todo) sentaron las majaderas manifestaciones que Pasqual Maragall (el nietísimo; a quien, evidentemente, los dioses no le bendijeron con el don de la oportunidad verbal durante el último tramo de su vida –haría bien poniéndose un condón oral-) ha realizado recientemente.
E. S. O., un andoba de Cornago
Batasuna, por boca de su portavoz Joseba Álvarez, acusó anteayer al PSOE y al PNV de “hacer tongo”, pero no hizo, como todo quisque esperaba, un llamamiento (a ver si usted, al menos, desocupado lector, no me llama incendiario, lanzallamas o pirómano –y es que alguien ha tenido la genial y gran idea de hacerme llegar, anónima y cobardemente, por supuesto, ¡faltaría más!, este pensamiento, que no miento, de Noam Chomsky: “La mejor manera de acabar con la violencia es dejar de participar en ella”, como si su seguro servidor de usted hubiera mudado sus acostumbrados pertrechos, bolígrafos por cócteles molotov, verbigracia, como poco-) para que el próximo 27 de mayo todos los epígonos y simpatizantes del ideario que dice defender y/o (sos)tener la izquierda abertzale elijan las papeletas (¡vaya papelón!) de Acción Nacionalista Vasca (ANV/EAE) para introducirlas por las ranuras o rendijas de las urnas de la democracia.
Álvarez no señaló lo que, por lógica, se esperaba, que ya se habían abierto las sendas que conducían e iban a dar o desembocar en la encrucijada o el foro donde podían ponerse las bases para empezar a resolver definitivamente el conflicto político y armado (mejor, desalmado) que aún hoy hay (o se vive) en Euskadi (o Euskal herria).
La censura o crítica de Batasuna (que, junto con los documentos que se le encontraron e incautaron a Arkaitz Agote Cillero, que hablan de las negociaciones/conversaciones de ETA con el Gobierno, el PSOE y el PNV, dejarían, supongo, estupefacto o patidifuso a más de un socialista y “peneuvista” –con un palmo de narices, tal vez, al fiscal general del Estado; y con el culo al aire, acaso, a los ministros de Interior y Justicia-), una putada con punta, o sea, una puntada con hilo indeleble e indeleznable, ergo, indisputada, sentaría como una patada en los mismísimos dídimos (sí, urdido así; y los objetores que vayan leyendo a Lao-Tse, para quien “las palabras elegantes no son sinceras; las palabras sinceras no son elegantes”) a las huestes del PNV (y es que se les ha cerrado el grifo por el que esperaban que cayeran como churros los votos del entorno radical) y a los incondicionales del PP (porque entienden que ANV es el conejo que han extraído de su chistera –que no les parece de chiste, pues no les hace ni puñetera gracia- los gurús de Batasuna; la bandera, la paloma o el pañuelo/señuelo que los ilegalizados han ideado, izado y sacado para mofarse de la democracia y el Estado de Derecho; el último timo con el que ETA, el mito, va a tratar de tomar nuevamente el pelo al pipiolo Gobierno socialista), casi tanto como a los socialistas (catalanes, sobre todo) sentaron las majaderas manifestaciones que Pasqual Maragall (el nietísimo; a quien, evidentemente, los dioses no le bendijeron con el don de la oportunidad verbal durante el último tramo de su vida –haría bien poniéndose un condón oral-) ha realizado recientemente.
E. S. O., un andoba de Cornago