Zapatero debería leerlo porque el libro demuestra que España existe y que el pueblo español tiene fibra y alma. Ha sido un acierto publicar "Como lobos hambrientos" en estas fechas, cuando las fuerzas disgregadoras parecen imponerse sobre las que defienden la unidad y cuando la coalición socialistas-nacionalistas están potenciando una concepción bastarda y light de España, sin cohesión, sin símbolos. sin amor y sin identidad.
"Como lobos hambrientos" (Premio Algaba 2007) es la última obra del periodista y escritor Fernando Martínez Laínez. Analiza, combinando la pluma erudita del investigador y científico con el periodista curioso y ameno que sabe contar historias y divulgar, la lucha de los guerrilleros españoles contra los ejercitos de Napoleón, una verdadera gesta histórica y militar que marcó el carácter de España y que enriqueció la historia de las armas.
He leído en menos de una semana sus casi seiscientas páginas apasionantes y recomiendo su lectura a Zapatero y a su corte de anoréxicos de los español, entre los que se incluyen Pepiño, la "Vice", Rubalcaba y ese nuevo ministro de Justicia que, increiblemente, no vomita cuando mete las manos y los pies en los tribunales. Si consiguen leerlo, quizás aprendan a amar más a este país, hogar común de los españoles, y sientan respeto al descubrir que, en los momentos claves de la historia, los ciudadanos españoles siempre ha sabido reaccionar con dignidad y entereza frente a invasores, rufianes y sinvergüenzas.
El libro narra las aventuras del cura Merino, el Pastor, el Empecinado y otros muchos guerrilleros que supieron causar a las tropas napoleónicas más pérdidas que todas las tropas regulares que combatieron en la Guerra de la Independencia. Pero el libro describe, sobre todo, la grandeza de un pueblo que, como dijo William Pitt: "Aunque sus nobles estén envilecidos y su gobierno sea despreciable, la gente aun tiene sentido del honor".
"Como lobos hambrientos" (Premio Algaba 2007) es la última obra del periodista y escritor Fernando Martínez Laínez. Analiza, combinando la pluma erudita del investigador y científico con el periodista curioso y ameno que sabe contar historias y divulgar, la lucha de los guerrilleros españoles contra los ejercitos de Napoleón, una verdadera gesta histórica y militar que marcó el carácter de España y que enriqueció la historia de las armas.
He leído en menos de una semana sus casi seiscientas páginas apasionantes y recomiendo su lectura a Zapatero y a su corte de anoréxicos de los español, entre los que se incluyen Pepiño, la "Vice", Rubalcaba y ese nuevo ministro de Justicia que, increiblemente, no vomita cuando mete las manos y los pies en los tribunales. Si consiguen leerlo, quizás aprendan a amar más a este país, hogar común de los españoles, y sientan respeto al descubrir que, en los momentos claves de la historia, los ciudadanos españoles siempre ha sabido reaccionar con dignidad y entereza frente a invasores, rufianes y sinvergüenzas.
El libro narra las aventuras del cura Merino, el Pastor, el Empecinado y otros muchos guerrilleros que supieron causar a las tropas napoleónicas más pérdidas que todas las tropas regulares que combatieron en la Guerra de la Independencia. Pero el libro describe, sobre todo, la grandeza de un pueblo que, como dijo William Pitt: "Aunque sus nobles estén envilecidos y su gobierno sea despreciable, la gente aun tiene sentido del honor".
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