La inquietud del autor por los valores, le empuja de forma imparable a abordar con "distintos ropajes" el tema central de su pensamiento: la lucha entre el Bien y el Mal, apostando siempre por la victoria del primero, lo cual le sitúa como un auténtico humanista de nuestros días.
Este libro pienso que no está escrito en clave teológica, tampoco filosófica, pero sí con toda la riqueza y fascinación que la literatura puede expresar al desvelar las inquietudes, los misterios y las pasiones del ser humano. Se acerca al enigma de la religión y a los orígenes de la creación del mundo con imágenes de una gran belleza y llenas de misterio. Respetuoso con el mensaje cristiano, este libro, sin entrar de lleno en ese núcleo central del dogma, campo propio de los teólogos, crea una aureola de misterio y novedad buceando en los principios de la humanidad y de nuestra civilización. En él hay páginas llenas de atractivo y curiosidad y, sobre todo, parece sacudir la conciencia adormecida de nuestro tiempo, señalando la necesidad de esa apertura a la trascendencia, que es la base metafísica del sentimiento religioso.
Y todo esto, en un mundo bastante escéptico, muy apegado a lo material, incluso calmando su sed de "trascendencia" en aguas interesadas y poco cristalinas de "mercaderes de lo religioso", tiene mucho valor y no deja de ser algo arriesgado. Porque abordar el misterio de lo religioso, de la lucha entre el Bien y el Mal con respeto y admiración, aunque sea para contemplarlo de lejos, como Moisés la Tierra Prometida , creo que es un mérito que hay que reconocer y agradecer con todo lo que está cayendo….
Creo que este libro hará disfrutar con su lectura, porque engancha de principio a final, con suspense incluido, pero lo mejor será que puede hacer despertar la sed de lo trascendente, de lo misterioso, de lo oculto y , tal vez, a muchos nos invite a reflexionar más allá de lo inmediato y a mirar en la noche oscura del universo cómo brillan unos puntos luminosos que, quizás, nos están contemplando: ¿Serán los "ángeles buenos" de este libro que nos contemplan desde esa otra dimensión?
Reyes Rodríguez Vicent
Este libro pienso que no está escrito en clave teológica, tampoco filosófica, pero sí con toda la riqueza y fascinación que la literatura puede expresar al desvelar las inquietudes, los misterios y las pasiones del ser humano. Se acerca al enigma de la religión y a los orígenes de la creación del mundo con imágenes de una gran belleza y llenas de misterio. Respetuoso con el mensaje cristiano, este libro, sin entrar de lleno en ese núcleo central del dogma, campo propio de los teólogos, crea una aureola de misterio y novedad buceando en los principios de la humanidad y de nuestra civilización. En él hay páginas llenas de atractivo y curiosidad y, sobre todo, parece sacudir la conciencia adormecida de nuestro tiempo, señalando la necesidad de esa apertura a la trascendencia, que es la base metafísica del sentimiento religioso.
Y todo esto, en un mundo bastante escéptico, muy apegado a lo material, incluso calmando su sed de "trascendencia" en aguas interesadas y poco cristalinas de "mercaderes de lo religioso", tiene mucho valor y no deja de ser algo arriesgado. Porque abordar el misterio de lo religioso, de la lucha entre el Bien y el Mal con respeto y admiración, aunque sea para contemplarlo de lejos, como Moisés la Tierra Prometida , creo que es un mérito que hay que reconocer y agradecer con todo lo que está cayendo….
Creo que este libro hará disfrutar con su lectura, porque engancha de principio a final, con suspense incluido, pero lo mejor será que puede hacer despertar la sed de lo trascendente, de lo misterioso, de lo oculto y , tal vez, a muchos nos invite a reflexionar más allá de lo inmediato y a mirar en la noche oscura del universo cómo brillan unos puntos luminosos que, quizás, nos están contemplando: ¿Serán los "ángeles buenos" de este libro que nos contemplan desde esa otra dimensión?
Reyes Rodríguez Vicent
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