(EN TORNO AL REFERÉNDUM ANDALUZ)
“A veces, el que va a la cabeza, en vanguardia, está desfasado”.
¿Su autor? Lo lamento mucho, pero para mí, al menos, es desconocido.
Parafraseando a Jorge Manrique (“en este mundo traidor”), William Shakespeare (“Nada es verdad ni es mentira, todo depende del cristal con que se mira”) y a Pedro Calderón de la Barca (“En la vida todo es verdad y todo es mentira”), Ramón de Campoamor escribió la siguiente cuarteta: “En este mundo traidor / nada es verdad ni mentira, / todo es según el color / del cristal con que se mira”.
El filósofo José Ortega y Gasset solía explicar su teoría del perspectivismo enseñando una pieza de fruta. Cada uno de los espectadores tenía una visión distinta del mismo fruto, porque cada quien, quisque o cual veía la manzana (si se trataba de tal) desde su especial y espacial punto de vista.
Hace una década y media (poco más o menos), durante un año (aunque acaso convendría haber urdido más cabalmente curso académico) conviví en Zaragoza con dos jóvenes tunecinos (que cursaban estudios especiales en el IAMZ), Mohamed y Kamel. En el piso que compartimos en el populoso barrio de Las Delicias, se probó, con un éxito rotundo, la tan traída como llevada (por algunos escépticos) “Alianza de Civilizaciones”.
Bueno, pues, en la puerta de la habitación de Mohamed, por la parte de dentro, éste había colocado un poema precioso, mas sin firma, en el que, además del versículo que sirve de exergo para esta chuchería literaria, se podía leer en francés este otro: “El éxito es el fracaso que cambia inopinadamente de rumbo”. Tal realidad parece cuadrarle y venirle pintiparada a los resultados en torno al reciente referéndum sobre el nuevo Estatuto de Autonomía andaluz. El triunfo inapelable del sí, de una mayoría aplastante, convive con el fracaso más absoluto, propiciado por una abstención abrumadora o una participación exigua.
E. S. O., un andoba de Cornago
“A veces, el que va a la cabeza, en vanguardia, está desfasado”.
¿Su autor? Lo lamento mucho, pero para mí, al menos, es desconocido.
Parafraseando a Jorge Manrique (“en este mundo traidor”), William Shakespeare (“Nada es verdad ni es mentira, todo depende del cristal con que se mira”) y a Pedro Calderón de la Barca (“En la vida todo es verdad y todo es mentira”), Ramón de Campoamor escribió la siguiente cuarteta: “En este mundo traidor / nada es verdad ni mentira, / todo es según el color / del cristal con que se mira”.
El filósofo José Ortega y Gasset solía explicar su teoría del perspectivismo enseñando una pieza de fruta. Cada uno de los espectadores tenía una visión distinta del mismo fruto, porque cada quien, quisque o cual veía la manzana (si se trataba de tal) desde su especial y espacial punto de vista.
Hace una década y media (poco más o menos), durante un año (aunque acaso convendría haber urdido más cabalmente curso académico) conviví en Zaragoza con dos jóvenes tunecinos (que cursaban estudios especiales en el IAMZ), Mohamed y Kamel. En el piso que compartimos en el populoso barrio de Las Delicias, se probó, con un éxito rotundo, la tan traída como llevada (por algunos escépticos) “Alianza de Civilizaciones”.
Bueno, pues, en la puerta de la habitación de Mohamed, por la parte de dentro, éste había colocado un poema precioso, mas sin firma, en el que, además del versículo que sirve de exergo para esta chuchería literaria, se podía leer en francés este otro: “El éxito es el fracaso que cambia inopinadamente de rumbo”. Tal realidad parece cuadrarle y venirle pintiparada a los resultados en torno al reciente referéndum sobre el nuevo Estatuto de Autonomía andaluz. El triunfo inapelable del sí, de una mayoría aplastante, convive con el fracaso más absoluto, propiciado por una abstención abrumadora o una participación exigua.
E. S. O., un andoba de Cornago