Alcalde de Sevilla
Algunos medios de comunicación, haciéndose eco de la creciente curiosidad ciudadana, preguntan al alcalde de Sevilla, el socialista Alfredo Sánchez Moteseirín, cuando dinero gana, pero el alcalde se niega a revelar ese dato. Por otro lado, el primer teniente de alcalde, el comunista Antonio Rodrigo Torrijos, ha tenido que dar marcha atrás, después de haber asegurado que no respondería a las preguntas de los periodistas en sus comparecencias públicas.
Son dos ejemplos que reflejan el estilo escasamente democrático (antidemocracia cutre, según palabras de un catedrático sevillano) del actual gobierno municipal de Sevilla, que parece ignorar principios y deberes tan genuinos de la democracia como la transparencia y la obligación de informar sa los ciudadanos de asuntos de interés como el sueldo que se cobra, el destino de los fondos públicos, la situación patrimonial de los ediles, etc., informaciones que se dan a los ciudadanos en cualquier democracia seria de Europa pero que en Sevilla son objeto de una polémica insólita, más propia de los tiempos del despotismo que de los postulados democráticos.
La Asociación de la Prensa de Sevilla ha protestado por la negativa a responder a los periodistas y ha recordado al dirigente comunista que la prensa no sólo es "correa de transmisión", sino que también cumple una misión importante en democracia, la de hacer de contrapeso al poder mediante la información veraz y la creación de opinión. El edil ha debido sorprenderse ante esa definición del periodismo democrático, que, seguramente, no conocía.
Lo del sueldo del alcalde es como una bola que no para de crecer. El propio PSOE, que empieza a sentirse incómodo con la insólita polémica y con la inconsistente resistencia del alcalde a revelar sus ingresos, ha aconsejado a Monteseirín que diga la verdad al pueblo.
Ante la falta de información, la gente especula y dice que los 60.000 euros de sueldo del alcalde que reflejan la contabilidad oficial en una página web municipal no actualizada, son una patraña y que la cantidad real, actualizada y sumadas las dietas y demás ingresos ocultos, debe superar los 200.000 euros.
Toda una telenovela de política cutre, propia de esta la democracia devaluada que "reina" en Sevilla.
Son dos ejemplos que reflejan el estilo escasamente democrático (antidemocracia cutre, según palabras de un catedrático sevillano) del actual gobierno municipal de Sevilla, que parece ignorar principios y deberes tan genuinos de la democracia como la transparencia y la obligación de informar sa los ciudadanos de asuntos de interés como el sueldo que se cobra, el destino de los fondos públicos, la situación patrimonial de los ediles, etc., informaciones que se dan a los ciudadanos en cualquier democracia seria de Europa pero que en Sevilla son objeto de una polémica insólita, más propia de los tiempos del despotismo que de los postulados democráticos.
La Asociación de la Prensa de Sevilla ha protestado por la negativa a responder a los periodistas y ha recordado al dirigente comunista que la prensa no sólo es "correa de transmisión", sino que también cumple una misión importante en democracia, la de hacer de contrapeso al poder mediante la información veraz y la creación de opinión. El edil ha debido sorprenderse ante esa definición del periodismo democrático, que, seguramente, no conocía.
Lo del sueldo del alcalde es como una bola que no para de crecer. El propio PSOE, que empieza a sentirse incómodo con la insólita polémica y con la inconsistente resistencia del alcalde a revelar sus ingresos, ha aconsejado a Monteseirín que diga la verdad al pueblo.
Ante la falta de información, la gente especula y dice que los 60.000 euros de sueldo del alcalde que reflejan la contabilidad oficial en una página web municipal no actualizada, son una patraña y que la cantidad real, actualizada y sumadas las dietas y demás ingresos ocultos, debe superar los 200.000 euros.
Toda una telenovela de política cutre, propia de esta la democracia devaluada que "reina" en Sevilla.
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