La "censura" en la España de Zapatero empezó siendo sutil, más cercana a la trampa, la manipulación y el engaño que a la prohibición directa, como corresponde al estilo de los sistemas que, sin ser democráticos, aparentan serlo, pero cada día se torna más descarada y empieza a parecerse ya a la prohibición directa de publicar lo que no conviene al poder, como ha ocurrido en las dictaduras.
Algunos medios de prensa españoles publican hoy una foto que la Moncloa ordenó a la agencia eficial EFE censurar para que ningún medio pudiera publicarla. La imagen recoge a las familias de Obama y Zapatero, incluyendo a las dos hijas del dirigente español, vestidas con unas extrañas túnicas negras, casi góticas, que en nada favorecen su imagen.
¿Fue esa la razón de la prohibición o el motivo es que Zapatero quiere ocultar que él viaja con su familia a los grandes actos y foros internacionales, utilizando los medios del Estado?
Sea cual sea el motivo, lo importante es que la degradada democracia española, sin ciudadanos, sin separación de poderes, sin sociedad civil independiente, sin controles al poder y sin una ley igual para todos, tambien empieza a tener censura, como los más despreciables regímenes del planeta.
El admirable blog "Crónicas barbaras", del periodista Manuel Morales, dedica un interesante artículo a la censura en la España de Zapatero, titulado Censura informativa en España, donde explica bien sus sutilezas y trampas. Lean:
Hay dos clases de censura informativa: una, prohíbe la divulgación de hechos que le desagradan al poder, como hacen las dictaduras; otra, sutil, defiende la libertad de palabra pero consigue que los medios no la propaguen, como sucede ahora en España.
Como ejemplo, un caso paradigmático que acaba de ocurrir en la Casa de América, centro cultural, político, diplomático y económico en Madrid para personalidades latinoamericanas.
Desde 1990 cuando llega un político, escritor o artista iberoamericano lo llevan a la Casa de América, cuyos responsables, dependientes del Gobierno, convocan a los medios para que transmitan a ambos lados del Atlántico lo que desee comunicar esa personalidad.
Cuando está en España alguien favorable a la Cuba castrista, la Venezuela chavista, la Nicaragua sandinista, la Bolivia moralista –del Morales— y demás “socialistas del siglo XXI”, se llama insistentemente a los medios para que den el máximo realce a sus mensajes.
Pero con personalidades de signo liberal u opositor a los nuevos caudillos, lo que hace la Casa de América no es prohibir su presencia, sino conseguir que sea sigilosa: facilita los actos, pero los silencia al no avisar a los medios.
Así ocurrió el pasado lunes con una notable jornada titulada “Análisis de la situación Política de Centroamérica”, protagonizada por la Asociación de Iberoamericanos por la Libertad, con participación de seis importantes intelectuales latinoamericanos: se boicoteó el acto no convocando a la prensa.
Un ponente era César Indiano, el escritor y dramaturgo hondureño más popular, pero como le llama golpista al expresidente Manuel Zelaya, destituido en un contragolpe, le aplicaron la censura contemporánea dejándole hablar sin periodistas que recogieran sus opiniones.
La situación del narcotráfico, la corrupción o las maras se mostraron con crudeza y sentido de la realidad, pero pocos, muy pocos, pudieron recibir el mensaje. Tiene más talante difundir el chavismo.
Algunos medios de prensa españoles publican hoy una foto que la Moncloa ordenó a la agencia eficial EFE censurar para que ningún medio pudiera publicarla. La imagen recoge a las familias de Obama y Zapatero, incluyendo a las dos hijas del dirigente español, vestidas con unas extrañas túnicas negras, casi góticas, que en nada favorecen su imagen.
¿Fue esa la razón de la prohibición o el motivo es que Zapatero quiere ocultar que él viaja con su familia a los grandes actos y foros internacionales, utilizando los medios del Estado?
Sea cual sea el motivo, lo importante es que la degradada democracia española, sin ciudadanos, sin separación de poderes, sin sociedad civil independiente, sin controles al poder y sin una ley igual para todos, tambien empieza a tener censura, como los más despreciables regímenes del planeta.
El admirable blog "Crónicas barbaras", del periodista Manuel Morales, dedica un interesante artículo a la censura en la España de Zapatero, titulado Censura informativa en España, donde explica bien sus sutilezas y trampas. Lean:
Hay dos clases de censura informativa: una, prohíbe la divulgación de hechos que le desagradan al poder, como hacen las dictaduras; otra, sutil, defiende la libertad de palabra pero consigue que los medios no la propaguen, como sucede ahora en España.
Como ejemplo, un caso paradigmático que acaba de ocurrir en la Casa de América, centro cultural, político, diplomático y económico en Madrid para personalidades latinoamericanas.
Desde 1990 cuando llega un político, escritor o artista iberoamericano lo llevan a la Casa de América, cuyos responsables, dependientes del Gobierno, convocan a los medios para que transmitan a ambos lados del Atlántico lo que desee comunicar esa personalidad.
Cuando está en España alguien favorable a la Cuba castrista, la Venezuela chavista, la Nicaragua sandinista, la Bolivia moralista –del Morales— y demás “socialistas del siglo XXI”, se llama insistentemente a los medios para que den el máximo realce a sus mensajes.
Pero con personalidades de signo liberal u opositor a los nuevos caudillos, lo que hace la Casa de América no es prohibir su presencia, sino conseguir que sea sigilosa: facilita los actos, pero los silencia al no avisar a los medios.
Así ocurrió el pasado lunes con una notable jornada titulada “Análisis de la situación Política de Centroamérica”, protagonizada por la Asociación de Iberoamericanos por la Libertad, con participación de seis importantes intelectuales latinoamericanos: se boicoteó el acto no convocando a la prensa.
Un ponente era César Indiano, el escritor y dramaturgo hondureño más popular, pero como le llama golpista al expresidente Manuel Zelaya, destituido en un contragolpe, le aplicaron la censura contemporánea dejándole hablar sin periodistas que recogieran sus opiniones.
La situación del narcotráfico, la corrupción o las maras se mostraron con crudeza y sentido de la realidad, pero pocos, muy pocos, pudieron recibir el mensaje. Tiene más talante difundir el chavismo.
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