El gorila Chávez ha visitado España, donde se le ha tratado como si fuera una persona decente. Ahora llega Evo Morales, discípulo del gorila venezolano, otro dictadorzuelo que en España será tratado como un personaje. Después quiere venir Mel Zelaya, el hondureño aprendiz de gorila felizmente derrocado por gente que no quiere ser gobernada por los simios que corean "Socialismo o Muerte".
Cuando se corra la voz de que en el Madrid de Zapatero los dictadores de izquierda son subvencionados y tratados como héroes, sin que se les miren los herrajes de sus botas opresoras, sin que nadie les recuerde lo que encierran en sus cárceles, ni les echen en cara que aplastan sin piedad a la oposición y que cierran sin rubor los medios de comunicación críticos, vendrán todos los que faltan: el nicaragüense Daniel Ortega, el ecuatoriano Correa y tal vez hasta el anciano Fidel, amo de la cárcel cubana, patrón e icono del gorilato mundial.
Los gorilas acuden a España porque España es pura niebla política y moral, el espacio predilecto del gorila, donde la confusión, el engaño, la falta de ideales y el pragmatismo cobarde impiden que reluzcan las miserias del gorilato, donde el hedor que despide su irrespeto a las libertades y derechos no se percibe, donde el gorila manchado de opresión y sangre recibe en la Zarzuela y en la Moncloa el mismo trato que un demócrata decente.
España es pura niebla, una niebla soez que avergüenza a los auténticos demócratas.
Cuando se corra la voz de que en el Madrid de Zapatero los dictadores de izquierda son subvencionados y tratados como héroes, sin que se les miren los herrajes de sus botas opresoras, sin que nadie les recuerde lo que encierran en sus cárceles, ni les echen en cara que aplastan sin piedad a la oposición y que cierran sin rubor los medios de comunicación críticos, vendrán todos los que faltan: el nicaragüense Daniel Ortega, el ecuatoriano Correa y tal vez hasta el anciano Fidel, amo de la cárcel cubana, patrón e icono del gorilato mundial.
Los gorilas acuden a España porque España es pura niebla política y moral, el espacio predilecto del gorila, donde la confusión, el engaño, la falta de ideales y el pragmatismo cobarde impiden que reluzcan las miserias del gorilato, donde el hedor que despide su irrespeto a las libertades y derechos no se percibe, donde el gorila manchado de opresión y sangre recibe en la Zarzuela y en la Moncloa el mismo trato que un demócrata decente.
España es pura niebla, una niebla soez que avergüenza a los auténticos demócratas.
Comentarios: