El "precariado", la peligrosa nueva clase

Decían los romanos que los dioses ciegan a los que quieren perder.

Sin duda la casta ha sido cegada, seguramente por su ambición y estupidez y no ven o si ven son incapaces de dar solución a algo evidente, que se viene produciendo desde la revolución industrial pero que se ha ignorado y que es que las máquinas hacen más y mejor trabajo que las personas.

Y eso, al parecer es imparable. Las fábricas se automatizan y despiden al 90 % de la plantilla. Tal vez el gran problema de China en estos momentos sea ese, que están automatizando las fábricas y despidiendo a miles de personas, que antes eran capaces de comprar algo con sus sueldos de miseria, pero ahora sin sueldo son incapaces de comprar nada.

La industria se concentró en el norte de Europa, dejando al sur para los servicios, por eso el sur, tradicionalmente, ha tendido mayores tasas de paro y la precariedad ha sido la norma. Esto se ha resuelto con grandes dosis de cinismo, en el caso italiano o de picaresca en el caso español. Pero el fenómeno es tan enorme que ya no valen las viejas tácticas de supervivencia, a pesar de las ingentes cantidades de dinero que se utilizan para sobornar a la gente, pues en el fondo los subsidios y subvenciones no son más que sobornos para que la gente esté callada.

Pero ahora los países industriales están empezando a gustar de los placeres del paro, cuando se ha dejado de disimular la automatización con el aumento de producción. El mundo ya no no tiene más poder adquisitivo y el aumento de nivel de vida se traduce en aumentar la calidad de vida de los pobres, no en aumentar la importaciones industriales de los países ricos.

Desgraciadamente los políticos de todo el mundo son incapaces de encontrar una solución a la pérdida masiva de puestos de trabajo y por tanto se encuentran con un aumento de los precarios. En su mediocridad, en lugar de ir a la raíz del problema buscando trabajo a los parados, crean partidos ficticios para recoger el voto de los descontentos, acabar de destruir el país y que la gente siga votando a los mismos durante otros veinte o treinta años.

Eso de destruir un país tiene indudables ventajas, para los que mandan. Se quedan con todo lo de valor de ese país por una miseria, lo vemos en Grecia, como van vendiendo lo poco que queda de valor y cuando vuelva la casta de siempre ya no quedará nada y entonces recibirán ayudas al desarrollo para que puedan comprar productos a los ricos y crear a ilusión que prosperan.

Una muestra de la incapacidad de los gobiernos para resolver nada es el mantra que nos lanzan estos de aquí, que los parados se hagan autónomos. Dada la precariedad de los autónomos, la solución es como de risa, como si la casta encima de amargarnos la vida se riera de nosotros.

Tampoco es casualidad la afición de todos los gobiernos por reducir la población. Pero eso tiene un problema, una población envejecida que gasta más de lo que produce, pero eso se soluciona con la eliminación de los viejos y la falta de consumidores y eso no tiene solución.

Supongo que esto es como un parto, hay que pasar un periodo de embarazo, con las consiguientes molestias y un parto doloroso, para conseguir al fin la felicidad.

Pero mientras, que mal lo vamos a pasar nosotros y hasta nuestros nietos.

España está sufriendo un gran ENGAÑABOBOS político:ley del consenso,en lugar de ley de mayoría con respeto del derecho de las minorías.Donde hay consenso no hay política,ni libertad de pensamiento.El consenso tapona la inteligencia,el disenso la hace fluir.El consenso es el medio de la toma de decisiones propio de la oligarquía,así como la mayoría absoluta es el medio propio de la democracia.El consenso político es la máxima opresión de la libertad, pues elimina la fuente de la diversidad en el pensamiento y la acción.Ante la pantomima de esta Monarquía borbónica antidemocrática y las posibles nuevas votaciones,los verdaderos demócratas estamos en acción:abstención