La corrupción extrema en Andalucía justifica la rebeldía ciudadana

Hoy leo en la prensa que la Justicia responde con indignación a las declaraciones de Rita Barberá, alcaldesa de Valencia, en las cuales critica el doble rasero con que se miden los delitos en España según sean de un color o de otros sus actores. No han tardado en saltar indigndos los jueces por estas declaraciones pero uno se sigue preguntando porque ésta velocidad no la aplican a asuntos de mayor gravedad que su propio corporativismo. El ciudadano normal todavia está esperando que esa velocidad que se aplican para estas pequeñeces se aplique tambien para asuntos tan enormemente graves como el saqueo de los 700 millones repartidos entre los amigos con cargo al bolsillo del ciudadano.


No es de recibo poner el grito en el cielo cuando se critica a los jueces y más cuando no ha habido un solo juez imputado en ningún delito en los últimos años, a sabiendas que han formado parte de partidos politicos a los que luego han juzgado, han archivado o han absuelto y aqui no ha pasado nada. Imputar a un juez sigue resultando algo muy dificil pese a que las evidencias nos demuestran que si nos pusieramos a ir mas allá de la critica el asunto se complicaria. Una judicatura con fiscales al servicio de los partidos politicos no es una judicatura independiente y por lo tanto ha de estar a las duras y a las maduras, una judicatura donde unos jueces archivan asuntos de importancia para un gobierno y otros los abren es una judicatura que por lo menos merece la critica, y una judicatura que no consiente la critica cuando todos sabemos que no es independiente es una judicatura que encierra gato. Los ciudadanos aceptamos como estoicos las resoluciones de los tribunales sin rechistar a pesar de que la mayoria de las leyes parecen hechas a medida de aquellos que nos han saqueado y nos han deshauciado. Nos estafan por medio de una leyes impuestas por las grandes corporaciones, un codigo civil que parece hecho por los bancos y que los ciudadanos acatamos como borregos. No he visto a los jueces `protestar porque el Derecho se haya convertido en la herramienta o instrumento de las grandes corporaciones contra los ciudadanos, los jueces se han convertido en meros interpretes de la legalidad que otros elaboran. A este paso el derecho se distancia de la justicia y de lo que los ciudadanos queremos que sea, asi que admitan la critica y reflexionen, hasta ahora están saliendo ustedes muy bien parados.

me temo que en esta "suciedad" moderna y competitiva en que nos hemos
convertido los Andaluces no vamos a ser menos que los valencianos..
y por tanto nos vamos a rebelar masivamente para apoyar a nuestros pshorizos
y si no al tiempo.....
Pa que roben los zeñorito yo prefiero que roben loh mio ¡¡¡¡¡¡ole.

De la prensa continental 13-02-2011
By Paolo di Domenico
El momento de las pirámides.

En la guerra de la humanidad contra sus opresores, Egipto es el plato fuerte de la zona mientras Túnez ha sido el detonante o la espoleta. No es de extrañar que la podrida comandancia mundial ande preocupada “ligeramente” con el tema. Tampoco es raro que los medios de intoxicación y mentiras redoblen sus lamentos, amenazas, grititos en el cielo y otras zarandajas que suenan a cantos de cisnes desesperados o al temor de la muerte poco antes de producirse el óbito, cuando advierten del Apocalipsis del Islam. El antecedente histórico de esta algarabía indignante e hipócrita lo encontraremos en el medievo inquisitorial, en la excomunión eclesiástica o en la llegada del anticristo, de factoría tan remota como actual leyenda urbana entre la escoria social.
La fase de la Lucha definitiva por el control del mundo, no se está librando entre las naciones como habíamos contemplado hasta la fecha, sino dentro de cada nación y por todo el mundo, que es una forma novedosa e incluso de diseño moderno en que se presentan las cuestiones de la vida y la muerte individual y social, tan viejas todas ellas como la edad de la misma humanidad.
Los sucesos egipcios sirven de modelo, anticipo, espejo, laboratorio y experiencias, al resto de ciudadanos nacionales. Por ello tenemos que aprender de su progresión las lecciones que la propia vida social va proporcionando, bien sea en política, en aspectos organizativos sociales o en los militares. La última etapa del arábigo combate, es que en Egipto el Ejército ha dado un golpe de Estado. Dicho así suena a contrapelo, pero si el lector sigue leyendo verá que no hay nada de ilógico en el asunto. El Estado egipcio (Partido, Gobierno, Ejército…) ha venido reculando como un cangrejo los días en que el Pueblo ha estado en la calle asaltando instituciones y edificios gubernamentales hasta expulsar al baranda octogenario. Ante el empuje creciente y pujante de las masas, los mandamases no han tenido otra opción que replegarse hacia la nueva trinchera de su retaguardia, disolviendo el Parlamento, suspendiendo la Constitución, atribuyéndose funciones legislativas y dejando in albis al gobierno provisional que ha dejado el déspota. En este momento ha entrado en juego como línea defensiva póstuma, la desnuda fuerza militar que es ahora la expresión del Poder oficial en la Nación con formas marciales y sin legalidad asentada, pero sigue siendo el mismo régimen, vestido ahora con uniforme, del Mubarak emigrado, si no de vacaciones en visita médica. Es cierto que se han dispensado concesiones a la parte popular y se seguirá haciendo, pero ello no invalida ni un ápice el carácter dictatorial persistente y continuista, sólo que cambiando la, las formas, la música, los vestidos, las palabras, e incluso los actos para que parezca otra cosa.

Estas fases cortas, tumultuosas, precarias, son muy conocidas por la historia en las crisis revolucionarias. El enemigo de clase, cuando las multitudes se rebelan, recurre a todas las artimañas posibles, legales o ilegales, verídicas o fraudulentas, abiertas u ocultas, oficiales o siniestras, para defender sus posiciones privilegiadas. Esta situación notablemente provisional y expectante tras la salida del dictador Mubarak, tiene muy corto recorrido. Exactamente hasta que el Pueblo considere que los mismos dirigentes mimetizados como amigos, no tienen voluntad ni intención de satisfacer sus demandas. Ahí prosigue un proceso que no tendrá fin hasta poner al alcance del más humilde nacional, el trozo de pan que le corresponde por Justicia histórica a petición de su opinión pública como derecho de todo ser humano libre. La auténtica legalidad de los egipcios reside ahora mismo en su conciencia y en sus actos de pueblo soberano.

El Ejército egipcio no es invulnerable a la crisis mundial de toda institución, si bien es seguro que estará asesorado, apoyado y armado por todas las clases dominantes del planeta, por eso es natural en estos cínicos asesinos, que hayan estado semanas que si si y que si no con el asunto del tirano, para ahora alegrarse con su caída de cara a sus opiniones públicas, a la vez que bajo cuerda también redoblan sus esfuerzos para mantener la esclavitud de los egipcios, como corresponde a unos chupópteros especialistas supremos del engaño y del gangsterismo insuperable.

Tanto en la cúpula como o en la tropa se agrietan las jerarquías de cualquier ejército cuando toda institución está en crisis. Y es por esta razón que la filtración revolucionaria tiene también carcomida a las fuerzas de que disponga el enemigo caduco.
Verificaremos esta situación porque la lucha continúa.

El asunto tiene enjundia, que se seapa estamos hablando de 700 del ala, pero en cuanto se escrbe un poco apareceran muchos más. Vamos, que como se recupere ese dinero Andalucía deja de tener déficit.

Pero no se recuperará porque aquí nadie devuelve un euro. Seguramente procesarán a unos cuantos pringaos a los que no condenarán o condenarán a unas penas que no van a cumplir lo cual es mejor, porque encima les tenemos que dar de comer y todos tan felices.

Pero no olvidemos que para llegar a ese dinero perdido hay otra cantidad mucho mayor despilfarrada, con justificantes, falsos, pero que no se puede demostrar que lo son.

Pero no pasa nada. Los que se han llevado el dinero son los míos, así que está bien. Yo les seguiré votando, no voy a votar a los señoritos esos.

Dª Adolfa

Comprendo su dolor, es muy duro que los que uno cree honrados luego resulten ser unos vulgares (de vulgares nada, que se han llevado un pastizal, pero queda mono) chorizos. Evidentemente no son todos los socialistas de Andalucía, también los hay decentes, faltaría más.

Precisamente pone usted de ejemplo al Sr Guerra que ha dicho unas sensatas palabras, las mismas que venimos diciendo en este blog desde hace al´gun tiempo, seguro que D. Alfonso lee a D. Francisco.

Y ya que sale D. Alfonso ¿qué pasó con mienmano?

Jozú, ¡como está el patio (andaluz)!.
La connivencia, si no usufructo, con los ERES y demás tropelías que se dan en andalucía debe producir el trastorno consistente en la inflación de la testuz (síndrome cabezabolo), a juzgar por lo que se aprecia en sus dos máximos representantes.
Pero creedme: Estamos viendo un iceberg y por ello sólo apreciamos la punta.

En cuanto a la impasibilidad de los jueces apuntada por Estigma, ellos tienen la coartada siguiente: Nosotros no hacemos las leyes, sólo las aplicamos. Es decir, la justicia es cosa de otros...
Aquí vale también eso de que: "quien hace la Ley hace la trampa".

USTED ME PUEDE DECIR, QUE PODEMOS HACER LOS ANDALUCES, APARTE DE COJER ALGO QUE DUELA Y TIRARNOS A LA CALLE, CON ESTOS DELINCUENTES QUE LO TIENEN TODO COPADO;LAS URNAS NO ARREGLAN NADA, PORQUE POR LA PUTA LEY ELECTORAL, HACEN LOS ENJUAGUES Y SIGUEN GOBERNANDOS LOS MISMOS..EL ANDALUZ DE LA PROVINCIA NO VOTA POR PRINCIPIO A LA DERECHONA,SEGÚN ELLOS, Y LA SUFRIDA CLASE MEDIA CON SU PROMETIDO BOTO EN BLANCO, NO GANARIAMOS NADA DE NADA

En mi opinión, no es cuestión de signos políticos. Para entender mi realidad debo mirar con mayor profundidad. Es cuestión de seres humanos. Esa es mi conclusión.

Cuando termine de quitar las capas de pintura terminológica que aplico a lo que sucede en la sociedad, será cuando vea claramente que el problema, y su solución, está en ver que trás todas las capas de cebolla hay un ser humano, con sus virtudes y sus miserias.

No hay que refundar, reestructurar o transformar la democracia, la política, la economía, no, eso sería como pintar sobre una pared enmohecida, cuya nueva capa aguantará hasta que la humedad que subyace vuelva a dar la cara. Hay que rascar bien, eliminar todas las capas, ver dónde se origina el problema, y solucionarlo allí, en su origen: El ser humano.

Y, ¿cómo se hace eso? Dialogando, siendo valientes, reflexionando, mostrando valores, debatiendo hasta comprender las posturas, abriendo el corazón de verdad, escuchando, cediendo todos para encontrar espacio para todos los deseen vivir en armonia, paz, igualdad, justicia ... tenemos por delante un reto importante como sociedad que se demorará más o menos según nosotros queramos, porque a otros niveles ya vemos lo que hay. "Convergencia con el euro, ayuda a bancos, corrupción aquí y allí, ...”, pero tenemos un reto aun más importante como seres humanos individuales, ese reto es personal y colectivo. Sólo abarcaremos el colectivo cuando hayamos superado el personal. Por eso hay personas que pretenden cambiar el mundo sin antes cambiarse a si mismo. Ese objetivo está destinado al fracaso desde el mismo instante que se planteo. En todo caso se podrán realizar acciones colectivas que sintonices con los pequeños retos que individualmente hayamos sido capaces de emprender, el resto será locura, afán de poder y dominio, embriaguez de manipulación más o menos consciente sobre los destinos ajenos.

Entonces, ¿qué hacer si tenemos que esperar a que todos cambien? Pues es muy fácil, dar los pasos que desde nuestro interior creamos que hemos de dar, animar a otros a que se planteen qué hacer con sus vidas en vez de seguir criticando lo que no les gusta de él, y decirles hacia donde te diriges tu. No hay que hacer nada para cambiar el mundo, hay que hacerlo todo para cambiarse a uno mismo.

El error que se comete con mayor frecuencia es esperar a que sea otro quien dé los pasos que uno mismo quiere dar, y ahí es donde no se puede esperar éxito ni personal ni colectivamente. Ahí el fracaso es un éxito asegurado como persona y como sociedad. No todos han de avanzar a la misma vez ni a la misma velocidad, ni todos escuchan al mismo tiempo ni lo mismo ante un discurso externo o interno.

El verdadero valor adquirido como persona se consigue actuando y sin esperar a que los otros actúen, ni por nosotros ni con nosotros. Esto, es lo que salvará este mundo, vuestro mundo, la sociedad en la que estáis y la que queréis conservar. Sociedad como expresión más elevada y situada en octavas superiores al individuo.

El ser humano que se conforma con lo que tiene es porque ha olvidado echar una mirada a sus propias potencialidades, esas que le confieren un estatus superior a cualquier ser vivo de este planeta, pues es ahí, en las potencialidades donde está el futuro por construir, pero para ello ha de transformar su visión, personal y ajena. Cuando estén ambas equilibradas es cuando mejor disposición tendrá para influir positivamente en sus semejantes. Antes sólo hará revoluciones sangrientas o con grados de violencia generados por su propia inconsciencia. Inconsciencia de si mismo fundamentalmente. Por eso, volvemos, vuelvo, al origen, y el origen es siempre uno mismo, tu, ciudadano de a pie. No confundas las máscaras y los escenarios que se construyen en tu mundo, con los arquitectos de esos escenarios. El cambio debe ocurrir en los arquitectos, primero, y luego, de forma natural, se transformará todo lo demás. Y recuerda, todos somos arquitectos.