La medicina los utiliza para encontrar curas de las grandes enfermedades, la aeronautica ha llenado los cielos con aviones robot (drones) que prestan servicio en la investigación, el espionaje, la vigilancia y el asesinato selectivo, la NASA los usa para identificar meteoritos y ahora el periodismo los emplea para informar mejor y más rápido. Son los "robot periodistas", máquinas que utilizan un conjunto de algoritmos y reglas predefinidas que permiten realizar actividades como detección de noticias importantes y otras similares a las búsquedas en Google.
La llegada del "robot-periodista" no debe escandalizar a nadie porque, desgraciadamente, el periodismo ya estaba lleno de robots humanos esclavos, empleados por los poderosos y, sobre todo, por los políticos, para manipular, mentir, confundir y someter a los ciudadanos. Es cierto que quedan periodistas decentes, honrados y veraces, pero son cada día menos y eso no debe impedir que pensemos que, en el fondo, desde un punto de vista ético, una maquina que hace periodismo tiene mas dignidad y decencia que un periodista esclavo al servicio de la mentira.
El periódico Los Angeles Times publicó recientemente, en exclusiva, la noticia de un terremoto en California gracias a a uno de sus "robots", pre-programado para ponerse "a trabajar" cuando se produce un temblor. El padre de la criatura es el periodista y desarrollador Ken Schwencke, el creador de "Quakebot", un algoritmo diseñado para extraer información del Servicio Geológico de EEUU (USGS) cuando hay un temblor. De ese modo, con una velocidad de vértigo, cuando la gente abandona sus casas por miedo al temblor de la tierra, la noticia ya está escrita en Internet y preparada para imprimirse.
El "robot-periodista" está todavía en pañales, pero, a juzgar por sus éxitos iniciales, pronto será una realidad en acción y se encargará de tareas mas complejas, incluso la de aportar argumentos y datos para tertulianos sin inspiración o para editorialistas condundidos.
El diario The New York Times ya utiliza algoritmos para procesos de análisis de datos y para selección de gráficos. The Wall Street Journal es otro de los grandes diarios que está investigando a fondo el uso de periodistas robots para ser mas eficaz y competitivo.
España podría convertirse en un país puntero en ese tipo de periodismo, dada su amplia experiencia en periodistas sometidos y comprados, profusamente utilizados por el poder para engañar a los ciudadanos y confundirlos. Los tertulianos españoles, aunque hay algunas excepciones, constituyen ya una legión indigna y bien pagada que practica con una intensidad descomunal la manipulación, la mentira, el silencio y el engaño directo. En las tertulias, que inexplicablemente todavía conservan cierto grado de credibilidad, los grandes temas del momento son siempre ocultados y el poder las utiliza para ocultar dramas como la ausencia total de verdadera democracia, el enorme grado de corrupción institucional, las mentiras y promesas incumplidas por el poder, la desigualdad hiriente en la sociedad, el sucio funcionamiento de la Justicia, la falta de controles al poder, la impunidad de los poderosos y otras calamidades que hacen de España uno de los países menos democráticos y decentes del mundo.
La llegada del "robot-periodista" no debe escandalizar a nadie porque, desgraciadamente, el periodismo ya estaba lleno de robots humanos esclavos, empleados por los poderosos y, sobre todo, por los políticos, para manipular, mentir, confundir y someter a los ciudadanos. Es cierto que quedan periodistas decentes, honrados y veraces, pero son cada día menos y eso no debe impedir que pensemos que, en el fondo, desde un punto de vista ético, una maquina que hace periodismo tiene mas dignidad y decencia que un periodista esclavo al servicio de la mentira.
El periódico Los Angeles Times publicó recientemente, en exclusiva, la noticia de un terremoto en California gracias a a uno de sus "robots", pre-programado para ponerse "a trabajar" cuando se produce un temblor. El padre de la criatura es el periodista y desarrollador Ken Schwencke, el creador de "Quakebot", un algoritmo diseñado para extraer información del Servicio Geológico de EEUU (USGS) cuando hay un temblor. De ese modo, con una velocidad de vértigo, cuando la gente abandona sus casas por miedo al temblor de la tierra, la noticia ya está escrita en Internet y preparada para imprimirse.
El "robot-periodista" está todavía en pañales, pero, a juzgar por sus éxitos iniciales, pronto será una realidad en acción y se encargará de tareas mas complejas, incluso la de aportar argumentos y datos para tertulianos sin inspiración o para editorialistas condundidos.
El diario The New York Times ya utiliza algoritmos para procesos de análisis de datos y para selección de gráficos. The Wall Street Journal es otro de los grandes diarios que está investigando a fondo el uso de periodistas robots para ser mas eficaz y competitivo.
España podría convertirse en un país puntero en ese tipo de periodismo, dada su amplia experiencia en periodistas sometidos y comprados, profusamente utilizados por el poder para engañar a los ciudadanos y confundirlos. Los tertulianos españoles, aunque hay algunas excepciones, constituyen ya una legión indigna y bien pagada que practica con una intensidad descomunal la manipulación, la mentira, el silencio y el engaño directo. En las tertulias, que inexplicablemente todavía conservan cierto grado de credibilidad, los grandes temas del momento son siempre ocultados y el poder las utiliza para ocultar dramas como la ausencia total de verdadera democracia, el enorme grado de corrupción institucional, las mentiras y promesas incumplidas por el poder, la desigualdad hiriente en la sociedad, el sucio funcionamiento de la Justicia, la falta de controles al poder, la impunidad de los poderosos y otras calamidades que hacen de España uno de los países menos democráticos y decentes del mundo.
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