El pueblo suele ser sabio y, cuando se siente en peligro, sabe muy bien donde pedir y encontrar ayuda. Por eso, los españoles recientemente atrapados en el aeropuerto de de la convulsa Bankok, capital de Thailandia, conscientes de las carencias del gobierno de Zapatero, gritaban ante las cámaras de televisión: ¡Sarkozy, sácanos de aquí!
También los demócratas españoles, atrapados en el sucio pozo de la falsa e inexistente democracia española, gritamos ¡Sarkozy, sácanos de aquí!, porque estamos seguros que de nuestro gobierno y de la partitocracia española no podemos esperar socorro alguno.
Por estas razones elementales y porque nos sentimos frustrados ante la falsedad de nuestra democracia y la baja calidad humana y política de nuestros dirigentes, hemos decidido, desde Voto en Blanco, escribir al presidente de la República Francesa la siguiente petición de socorro en forma de carta:
Estimado señor Sarkozy:
Los demócratas españoles nos sentimos estafados por nuestros gobernantes y atrapados en el lodo de la degeneración política. Creíamos haber construido una democracia tras la muerte del dictador Franco y ahora comprobamos con amargura que lo que tenemos es una sucia oligocracia donde la corrupción y la degeneración avanzan sin descanso, en la que el ciudadano es un paria sometido y donde todos los derechos y ventajas son para los políticos y sus partidos. Está tan desequilibrado el sistema que los ciudadanos no pueden controlar al gobierno, mientras que el gobierno puede controlar in límites al ciudadano.
Nuestra sociedad está gobernada desde la trampa y el engaño y el Estado que han construido nuestros políticos es un monstruo insostenible, preñado de funcionarios inútiles y de legiones de parásitos y de enchufados del poder, costosísimo e imposible de ser mantenido, salvo que nos esquilmen y aplasten con impuestos opresivos e injustos.
Son muchas las frustraciones y tragedias que ha padecido el ciudadano español en los últimos años, bajo el actual gobierno y bajo los anteriores de José María Aznar y de Felipe González. Pero es ahora, cuando la crisis económica nos atenaza y necesitamos un liderazgo eficaz y respetable, cuando estamos adquiriendo la plena conciencia de que la democracia española, mal gestionada por una casta dirigente impresentable, es una triste, dolorosa y gigantesca estafa.
Sabemos que el principal responsable de nuestra desgracia actual, José Luis Rodríguez Zapatero, le debe a usted el gran favor de haberle proporcionado una silla en la reciente cumbre de Washington, a donde los norteamericanos no lo querían porque ellos, al igual que nosotros, habían descubierto ya, desde hace tiempo, su talante y estilo escasamente democráticos. Nuestro presidente le prometió un generoso pago de aquel favor cuando pronunció aquella frase terrible de "pídeme lo que quieras", que a nosotros, como españoles sometidos, nos causa una mezcla de pavor y de vergüenza.
En aras de su carácter inconfundiblemente democrático y apelando a aquellos valores de Libertad, Igualdad y Fraternidad que Francia inventó y propagó desde su Revolución, en los albores del siglo XIX, le pedimos que renuncie a cobrar de manera ventajosa la deuda que Zapatero tiene con usted y nos haga a los desgraciados ciudadanos españoles, marginados de los procesos de toma de decisiones y de la política, el valioso e impagable favor de exigir a Zapatero que, como pago de la deuda que tiene contraída con usted, abrace de una vez la democracia.
Creo que Francia nos debe ese favor si se sopesan en la balanza de la Historia nuestras múltiples alianzas frente al pérfido inglés, la batalla de Trafalgar que ambos países perdimos juntos o el terrible saqueo de bienes y riquezas españolas practicado por los generales de Bonaparte en nuestra patria. Sin embargo, no queremos recurrir a deudas históricas ni a viejas heridas para convencerle de que pida a Zapatero que devuelva a los españoles la democracia que creían tener y que sus políticos les han arrebatado. Apelamos sólo a su alto sentido de la civilización y a la antigua sensibilidad francesa, que siempre se conmovió con el sufrimiento de los pueblos y con la injusticia de los oprimidos.
Diga a Zapatero que si quiere pagar la deuda de Washington que restaure la independencia de los poderes básicos del Estado en España; que renuncie a gobernar con la mentira y el engaño; que deje de comprar y maniatar a los medios de comunicación y les permita la libertad necesaria para que ejerzan la democrática labor de fiscalizar a los poderes y criticar al gobierno; que afloje el dogal con el que está estrangulando a la sociedad civil española; que devuelva al ciudadano, teórico soberano del sistema, el protagonismo que merece; que obligue al Monarca español a que sea digno sucesor de reyes como sus Católicas Majestades y deje de hacer negocios desde la Corona; que reforme la ley electoral para que seamos los ciudadanos españoles y no los partidos los que elijan a sus representantes y gobernantes; que los partidos aparten sus contaminadas manos de la Justicia y que le otorguen la independencia que necesita para que sea justa y eficiente; que aplique la ley con ecuanimidad y recupere el imprescindible y olvidado concepto de la igualdad; que corrija el error que cometió impulsando el Estatuto de Cataluña, monumento vulgar y deleznable a la desigualdad, la insolidaridad y el oprobio anticonstitucional; y que, por encima de todo, dedique su mayor esfuerzo a recuperar la ética y los valores, pisoteados por una sociedad española que, siguiendo los pasos de su frívola y corrupta clase política, se debate hoy entre la corrupción, la degeneración y la miseria moral.
Los demócrata españoles le quedaríamos eternamente agradecidos y, para demostrarlo, en el momento de la despedida y como homenaje a lo que esperamos alcanzar de su generosidad y sentido de la decencia política, entonamos de nuevo el grito de "¡Sarkozy, sácanos de aquí!".
Firmado:
Los demócratas descorazonados de la España de Zapatero
También los demócratas españoles, atrapados en el sucio pozo de la falsa e inexistente democracia española, gritamos ¡Sarkozy, sácanos de aquí!, porque estamos seguros que de nuestro gobierno y de la partitocracia española no podemos esperar socorro alguno.
Por estas razones elementales y porque nos sentimos frustrados ante la falsedad de nuestra democracia y la baja calidad humana y política de nuestros dirigentes, hemos decidido, desde Voto en Blanco, escribir al presidente de la República Francesa la siguiente petición de socorro en forma de carta:
Estimado señor Sarkozy:
Los demócratas españoles nos sentimos estafados por nuestros gobernantes y atrapados en el lodo de la degeneración política. Creíamos haber construido una democracia tras la muerte del dictador Franco y ahora comprobamos con amargura que lo que tenemos es una sucia oligocracia donde la corrupción y la degeneración avanzan sin descanso, en la que el ciudadano es un paria sometido y donde todos los derechos y ventajas son para los políticos y sus partidos. Está tan desequilibrado el sistema que los ciudadanos no pueden controlar al gobierno, mientras que el gobierno puede controlar in límites al ciudadano.
Nuestra sociedad está gobernada desde la trampa y el engaño y el Estado que han construido nuestros políticos es un monstruo insostenible, preñado de funcionarios inútiles y de legiones de parásitos y de enchufados del poder, costosísimo e imposible de ser mantenido, salvo que nos esquilmen y aplasten con impuestos opresivos e injustos.
Son muchas las frustraciones y tragedias que ha padecido el ciudadano español en los últimos años, bajo el actual gobierno y bajo los anteriores de José María Aznar y de Felipe González. Pero es ahora, cuando la crisis económica nos atenaza y necesitamos un liderazgo eficaz y respetable, cuando estamos adquiriendo la plena conciencia de que la democracia española, mal gestionada por una casta dirigente impresentable, es una triste, dolorosa y gigantesca estafa.
Sabemos que el principal responsable de nuestra desgracia actual, José Luis Rodríguez Zapatero, le debe a usted el gran favor de haberle proporcionado una silla en la reciente cumbre de Washington, a donde los norteamericanos no lo querían porque ellos, al igual que nosotros, habían descubierto ya, desde hace tiempo, su talante y estilo escasamente democráticos. Nuestro presidente le prometió un generoso pago de aquel favor cuando pronunció aquella frase terrible de "pídeme lo que quieras", que a nosotros, como españoles sometidos, nos causa una mezcla de pavor y de vergüenza.
En aras de su carácter inconfundiblemente democrático y apelando a aquellos valores de Libertad, Igualdad y Fraternidad que Francia inventó y propagó desde su Revolución, en los albores del siglo XIX, le pedimos que renuncie a cobrar de manera ventajosa la deuda que Zapatero tiene con usted y nos haga a los desgraciados ciudadanos españoles, marginados de los procesos de toma de decisiones y de la política, el valioso e impagable favor de exigir a Zapatero que, como pago de la deuda que tiene contraída con usted, abrace de una vez la democracia.
Creo que Francia nos debe ese favor si se sopesan en la balanza de la Historia nuestras múltiples alianzas frente al pérfido inglés, la batalla de Trafalgar que ambos países perdimos juntos o el terrible saqueo de bienes y riquezas españolas practicado por los generales de Bonaparte en nuestra patria. Sin embargo, no queremos recurrir a deudas históricas ni a viejas heridas para convencerle de que pida a Zapatero que devuelva a los españoles la democracia que creían tener y que sus políticos les han arrebatado. Apelamos sólo a su alto sentido de la civilización y a la antigua sensibilidad francesa, que siempre se conmovió con el sufrimiento de los pueblos y con la injusticia de los oprimidos.
Diga a Zapatero que si quiere pagar la deuda de Washington que restaure la independencia de los poderes básicos del Estado en España; que renuncie a gobernar con la mentira y el engaño; que deje de comprar y maniatar a los medios de comunicación y les permita la libertad necesaria para que ejerzan la democrática labor de fiscalizar a los poderes y criticar al gobierno; que afloje el dogal con el que está estrangulando a la sociedad civil española; que devuelva al ciudadano, teórico soberano del sistema, el protagonismo que merece; que obligue al Monarca español a que sea digno sucesor de reyes como sus Católicas Majestades y deje de hacer negocios desde la Corona; que reforme la ley electoral para que seamos los ciudadanos españoles y no los partidos los que elijan a sus representantes y gobernantes; que los partidos aparten sus contaminadas manos de la Justicia y que le otorguen la independencia que necesita para que sea justa y eficiente; que aplique la ley con ecuanimidad y recupere el imprescindible y olvidado concepto de la igualdad; que corrija el error que cometió impulsando el Estatuto de Cataluña, monumento vulgar y deleznable a la desigualdad, la insolidaridad y el oprobio anticonstitucional; y que, por encima de todo, dedique su mayor esfuerzo a recuperar la ética y los valores, pisoteados por una sociedad española que, siguiendo los pasos de su frívola y corrupta clase política, se debate hoy entre la corrupción, la degeneración y la miseria moral.
Los demócrata españoles le quedaríamos eternamente agradecidos y, para demostrarlo, en el momento de la despedida y como homenaje a lo que esperamos alcanzar de su generosidad y sentido de la decencia política, entonamos de nuevo el grito de "¡Sarkozy, sácanos de aquí!".
Firmado:
Los demócratas descorazonados de la España de Zapatero
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