Información y Opinión

¡Más democracia!, ¡más democracia!





Muchos sociólogos y politólogos creen que "¡Más democracia! será el grito más popular del siglo XXI y que esa demanda volvera locos a gobiernos que se creian demócratas pero que descubrirán con amargura que no lo son.

En España ese grito lo ha estrenado nada menos que la Guardia Civil, en su manifestación del 22 de abril, donde más de 6.000 guardias civiles lo lanzaban contra el gobierno socialista por las calles de Madrid.

La demanda de ¡más democracia! tiene ya una presencia importante en Internet, donde funcionan miles de blogs que centran su esfuerzo en descubrir y denunciar los fallos de la democracia gobernante, sobre todo los más evidentes y escandalosos, entre los que destacan la imposición de listas cerradas y bloqueadas en las elecciones, un mecanismo claramente antidemocrático porque arrebata al ciudadano su derecho a elegir y se lo otorga a los partidos políticos, que son los que hacen las listas.

En Gran Bretaña, ese grito ha sido consagrado por decenas de intelectuales izquierdistas y liberales británicos, que se han unido para elaborar el Manifiesto de Euston, que define el progresismo para el siglo XXI y muestra que la izquierda dominante, incluyendo la española, está volviéndose reaccionaria en temas vitales para la supervivencia de la democracia y la libertad.

Los rasgos antidemocráticos más criticados en la prensa libre y la blogosfera, por orden, son:

-- La corrupción en sus múltiples modalidades, el más antidemocrático y extendido de los vicios políticos.

-- Listas cerradas y bloqueadas.

-- Invasión de los poderes básicos del Estado por parte de los partidos políticos, lo que impide la saludable independencia y separación del ejecutivo, el legislativo y el judicial.

-- Gobernar en contra de la opinión mayoritaria de un pueblo.

-- Gobernar desde el poder sin conocer ni preguntar su opinión al ciudadano.

-- El incontrolable poder los partidos políticos, que les ha llevado a monopolizar la política, expulsando de ella al ciudadano, y a invadir con políticos delegados espacios propios de la sociedad civil, asfixiándola, como son las universidades, sindicatos, escuelas, clubes deportivos, organizaciones de consumidores, colegios profesionales, cajas de ahorros y mil instituciones y empresas más invadidas por políticos.

-- La acumulación de privilegios y ventajas para los políticos, que se traduce en altos sueldos, coches oficiales, secretarias, fondos de libre disposición, pensiones y derechos salariales vitalicios, etc.

-- La liquidación por parte del poder político de toda posibilidad ciudadana de control democrático, lo que ha desequilibrado la sociedad y ha convertido a los partidos y al gobierno en monstruos incontrolables.

-- El dominio excesivo de la sociedad a través de la desmedida capacidad de influencia, la hipertrofia del poder, el control de los medios de comunicación, el clientelismo y el sometimiento, dominio que posibilita que un partido gane todas las elecciones y permanezca en el poder durante décadas, impidiendo el mecanismo de la alternancia, vital para la democracia.

-- La ostentación del poder y ciertos rasgos de impunidad.

-- El control desde el poder de los medios de comunicación independientes y de otros mecanismos de creación de opinión.

-- El casi asesinato de la sociedad civil por unos políticos que, sin reconocerlo en público, la consideran como su principal enemigo.

-- Y un largo etcétera que afectan, sobre todo, a la desaparición de la política de conceptos y valores como el "servicio", que ha sido sustituido por el privilegio, la "etica", arrasada por la corrupción, y la pulcritud metodológica, enterrada por una política inmoral que proclama que "el fin justifica los medios".



Franky  
Viernes, 28 de Abril 2006
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