Hasta los congojos de que asesinen la democracia, acuchillen los valores, se alíen y den poder y dinero a los que odian a España,
Hasta los congojos de que el destino de España lo trace un prófugo llamado Puigdemont y de que quienes dicten la política sean un ex terrorista llamado Otegui y un catalán republicano, lleno de odio a España, llamado Oriol.
Hasta los congojos de que Hacienda recaude con odio y arbitrariedad, de que el fisco perdone a los corruptos, sobre todo si son socialistas, de que el partido socialista entero se haya entregado a los tipos más socios y corruptos de la política europea.
Hasta los congojos del sectarismo, del amiguismo, del nepotismo y de la utilización del dinero publico para pagar putas, queridas, drogas y volubtades.
Hasta los congojos de que el poder apadrine y propague la mentira, el engaño y la estafa, de que sea enemigo de la verdad, de que compre medios de comunicación y periodistas corrompidos, de que falsee la realidad gracias a sus coros sometidos de periodistas y comunicadores, todos ellos mamporreros de la opinión falseada.
Hasta los congojos de que oculten que casi la totalidad de los crímenes y delitos cometidos en España sean de los inmigrantes que llegan sin control alguno, mimados por el gobierno y tratados mejor que millones de españoles vulnerables.
Hasta los congojos de que España pierda prestigio y respeto en el mundo y de que seamos tratados como un problema y como poco fiables en los grandes foros y organizaciones.
Hasta los congojos de que el hipócrita y traidor gobierno de Pedro Sánchez mantenga relaciones amistosas medio ocultas con Cuba, Venezuela, Irán, Colombia, Brasil y otros países cuyo denominador común es que están gobernados por tiranos parecidos a Pedro Sánchez.
Hasta los congojos del sectarismo antidemocrático de nuestra política exterior, capaz de rechazar y combatir la libertad y el verdadero progreso en países como Argentina, donde el libertario Milei derrotó a un peronismo que se parecía, como dos gotas de agua, al sanchismo.
Hasta los mismísimos congojos de que nuestros aliados estén incómodos con España y hayan decidido ocultar al gobierno de Sánchez información sensible, sencillamente porque no se fían de esa gente.
Hasta los congojos y asqueados de que nuestros dirigentes política, en lugar de ser ejemplares, sean un escándalo constante de bajeza, desvergüenza y maldad.
Hasta los congojos de que los jóvenes no encuentren viviendas asequibles porque el gobierno no las construye y de que los miserables que nos gobiernan culpen a los propietarios del drama.
Hasta los congojos y profundamente asqueados por tener que soportar en el poder y tipos tan despreciables y sucios como Pedro Sánchez, verdugo de España,, sin que ni el Rey, ni las FF.AA. hagan nada por defender nuestra nación.
Hasta los congojos, hartos y asqueados de vivir en un país donde el respeto, la ética, la decencia, la verdad y otro muchos valores han sido asesinado por los gobernantes.
Hasta los congojos y en la frontera del vómito ante una oposición blanda y fracasada, que admira en secreto al socialismo corrupto y que no es capaz de proyectar hacia los españoles ni una sóla gota de ilusión y esperanza, ayudando con su cobardía ee ineptitud a que la desesperación inunda la desgraciada sociedad española.
Francisco Rubiales
Hasta los congojos de que el destino de España lo trace un prófugo llamado Puigdemont y de que quienes dicten la política sean un ex terrorista llamado Otegui y un catalán republicano, lleno de odio a España, llamado Oriol.
Hasta los congojos de que Hacienda recaude con odio y arbitrariedad, de que el fisco perdone a los corruptos, sobre todo si son socialistas, de que el partido socialista entero se haya entregado a los tipos más socios y corruptos de la política europea.
Hasta los congojos del sectarismo, del amiguismo, del nepotismo y de la utilización del dinero publico para pagar putas, queridas, drogas y volubtades.
Hasta los congojos de que el poder apadrine y propague la mentira, el engaño y la estafa, de que sea enemigo de la verdad, de que compre medios de comunicación y periodistas corrompidos, de que falsee la realidad gracias a sus coros sometidos de periodistas y comunicadores, todos ellos mamporreros de la opinión falseada.
Hasta los congojos de que oculten que casi la totalidad de los crímenes y delitos cometidos en España sean de los inmigrantes que llegan sin control alguno, mimados por el gobierno y tratados mejor que millones de españoles vulnerables.
Hasta los congojos de que España pierda prestigio y respeto en el mundo y de que seamos tratados como un problema y como poco fiables en los grandes foros y organizaciones.
Hasta los congojos de que el hipócrita y traidor gobierno de Pedro Sánchez mantenga relaciones amistosas medio ocultas con Cuba, Venezuela, Irán, Colombia, Brasil y otros países cuyo denominador común es que están gobernados por tiranos parecidos a Pedro Sánchez.
Hasta los congojos del sectarismo antidemocrático de nuestra política exterior, capaz de rechazar y combatir la libertad y el verdadero progreso en países como Argentina, donde el libertario Milei derrotó a un peronismo que se parecía, como dos gotas de agua, al sanchismo.
Hasta los mismísimos congojos de que nuestros aliados estén incómodos con España y hayan decidido ocultar al gobierno de Sánchez información sensible, sencillamente porque no se fían de esa gente.
Hasta los congojos y asqueados de que nuestros dirigentes política, en lugar de ser ejemplares, sean un escándalo constante de bajeza, desvergüenza y maldad.
Hasta los congojos de que los jóvenes no encuentren viviendas asequibles porque el gobierno no las construye y de que los miserables que nos gobiernan culpen a los propietarios del drama.
Hasta los congojos y profundamente asqueados por tener que soportar en el poder y tipos tan despreciables y sucios como Pedro Sánchez, verdugo de España,, sin que ni el Rey, ni las FF.AA. hagan nada por defender nuestra nación.
Hasta los congojos, hartos y asqueados de vivir en un país donde el respeto, la ética, la decencia, la verdad y otro muchos valores han sido asesinado por los gobernantes.
Hasta los congojos y en la frontera del vómito ante una oposición blanda y fracasada, que admira en secreto al socialismo corrupto y que no es capaz de proyectar hacia los españoles ni una sóla gota de ilusión y esperanza, ayudando con su cobardía ee ineptitud a que la desesperación inunda la desgraciada sociedad española.
Francisco Rubiales