Información y Opinión

Zapatero y Rajoy, una reunión decepcionante



Alcanzar únicamente acuerdos sobre la reforma de las cajas de ahorro y sobre el préstamo a Grecia, cuando el país entero les miraba en espera de planes para resurgir, resulto una decepción humillante y ofensiva que demuestra que España está en manos del peor presidente del gobierno desde la muerte de Franco y de una oposición incapaz de desalojar de la Moncloa a quien está destruyendo a España, encabezando la oleada de esfuerzo, sacrificio y regeneración que el país necesita para resurgir.
---



La reunión del 5 de mayo entre Zapatero y Rajoy, en la Moncloa, que había concitado las esperanzas de esa media España que se siente al borde del colapso, fue un encuentro decepcionante en el que no hubo acuerdos sobre las grandes emergencias que amenazan con hundir a España: el endeudamiento público, el despilfarro de los gobernantes, la reforma laboral, el inaplazable adelgazamiento del Estado y el drástico plan de austeridad, ahorro y esfuerzo colectivo que España necesita para resurgir.

Un Zapatero enrocado, que se niega a emprender las reformas que España necesita y que le aconsejan los expertos, la oposición y las grandes instituciones internacionales, únicamente por miedo a ser impopular y a perder votos, demostró ayer, más allá de toda duda, que España está gobernada por un inepto que ya se ha convertido en un peligro. Tras la decepcionante reunión, no hay más salida que la dimisión urgente de un Zapatero que cada día cava con más ímpetu la fosa donde España será enterrada.

Alcanzar acuerdos sobre la reforma de las cajas de ahorro y sobre el préstamo a Grecia, cuando el país entero les miraba en espera de planes para resurgir, resulto una decepción humillante y ofensiva que demuestra que España está en manos de mediocres sin un gramo de liderazgo.

Algunos españoles, decepcionados, pensarán que la reunión fue entre dos cómplices, dos bobos o dos irresponsables, pero lo único demostrable es que un inepto lamentable recibió a un líder de la oposición sin capacidad para acorralar al peor presidente desde la muerte de Franco y liderar el movimiento de regeneración que España necesita con urgencia.

La única conclusión lúcida del esperpento de ayer fue que, mientras España se hunde, se reunieron un inepto peligroso que está al mando del país y un mediocre decepcionante, que es incapaz de obligarle a que corrija el rumbo o a que dimita.

La reunión entre los dos políticos más poderosos de España, los únicos con poder suficiente para encabezar el resurgimiento y la regeneración, fue tan frustrante que la bolsa ni siquiera reaccionó y siguió hundiéndose.

Se ha desaprovechado una oportunidad de oro, quizás la última posible, para cambiar de vía e iniciar la ruta hacia el verdadero progreso, que es el sacrificio y el esfuerzo colectivo para recuperar el trabajo, la prosperidad y la felicidad de los ciudadanos.

Lo ocurrido en la Moncloa demuestra, más allá de toda duda, que el mayor problema de España es Zapatero, pero que el drama no termina ahí porque es imprescindible reformar un sistema que ya no es una democracia y que se ha convertido en una máquina de fabricar políticos mediocres, corruptos e ineptos.

Lo único bueno de la triste reunión de ayer es que demostró hasta más allá de toda duda que España debe jubilar con urgencia a esta casta política que ha frustrado todas las espectativas del ciudadano y que es culpable no sólo de la actual postración y ruina de España sino de haber asesinado la democracia y de haberla sustituido, contra la voluntad ciudadana, en una sucia y despreciable dictadura de partidos políticos.

Para los demócratas españoles, lograr que dimita Zapatero es el objetivo más apremiante y urgente, pero sin olvidar que también es necesario repudiar a los actuales partidos políticos, fracasados e incapaces de servir el bien común, y a una casta política que no merece ni el respeto, ni el reconocimiento, ni un solo voto de los ciudadanos.


- -
Jueves, 6 de Mayo 2010
Artículo leído 1326 veces

También en esta sección: