Información y Opinión

Zapatero y Otegui coinciden una vez más





Son ya demasiadas las veces que Arnaldo Otegu, adalid del terrorismo etarra, y el presidente del ¿democrático? gobierno de España, José Luis Rodriguez Zapatero, coinciden en sus opiniones. La gente sensata suele sentirse estupefacta ante esas incomprensibles coincidencias entre un proetarra y un dirigente ¿democrático?. Pero la última coincidencia entre ellos va más allá de lo imaginable y de lo democráticamente asumible: ambos coinciden en criticar a la Justicia porque está aplicando la ley.

Muchos de mis amigos y colaboradores me han expresado que esa última coincidencia entre Otegui y Zapatero es la mayor aberración que han conocido en la ¿democracia? española desde la muerte del dictador. Dos de esos amigos, juristas, me hablan de "invitación a la prevaricación" por parte del presidente del gobierno. Yo me inclino más por interpretar esa amenazante coincidencia como producto de la inmadurez de un mediocre que, como consecuencia de la degeneración de la democracia española, ha llegado a la Moncloa.

Los jueces que aplican la ley en España son hoy la "ultima playa" de la ¿democracia? española. Ellos ya son, probablemente junto a la Iglesia Católica y a unos pocos islotes de prensa libre, el último bastión que les queda por conquistar a esos partidos políticos españoles, que lo han invadido y ocupado todo, incluso algunos tribunales superiores. Si consiguen doblegar a esos jueces que, como es su deber, aplican la ley, nuestra ya desvencijada democracia se habrá transformado en una oligocracia de partidos políticos o en una dictadura disfrazada de las castas políticas profesionales.

La realidad española actual supera la ficción ante un presidente del gobierno que presiona a los jueces para que dejen de ser justos y se adapten a lo que él llama "el proceso de paz". Jurídicamente, una aberración; democráticamente, un drama.

Ignacio Camacho dedica hoy su columna de ABC a este tema. Merece la pena leerla. Pulsa aquí si quieres hacerlo y reflexiona sobre la hoja de ruta siniestra que nos impone ese extraño ser que habita hoy el palacio de la Moncloa.



Franky  
Sábado, 11 de Noviembre 2006
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