El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, ha anunciado que España destinará 200 millones euros al año, durante los próximos cinco años, para reforzar la seguridad alimentaria mundial. Se trata de un destino encomiable para la riqueza española, que contribuirá a paliar la situación de 400 millones de pequeños agricultores de todo el mundo que tienen dificultades para acceder a los grandes mercados internacionales, pero también un regalo indecente e injusto si se tiene en cuenta que millones de españoles están en paro y que muchos de ellos, desamparados por el gobierno, engrosan las filas de la pobreza y piden ayuda y comida a Cáritas.
Zapatero, incapaz de someterse al criterio de los ciudadanos, que son los que le pagan el sueldo, se sorprendería si hiciera una encuesta sobre la opinión que merecen sus despilfarros, regalos y ayudas internacionales. Con seguridad absoluta, más del 90 por ciento de los españoles dirían que primero hay que solucionar los problemas de casa, los de las familias españolas, casi un millón de las cuales no reciben sueldo ni prestación alguna y han sido arrojadas a la pobreza. Dar ese dinero a Cáritas, cuyos comedores reciben cada día a decenas de miles de pobres y desamparados, a la que el gobierno de Zapatero ayuda poco por tratarse de una ONG católica, sería más justo y decente que entregar todo ese dinero a la corrupta e ineficiente ONU.
El nuevo "regalo" de Zapatero a la ONU ha tenido lugar en la cumbre sobre seguridad alimentaria que hoy se ha clausurado en Madrid, donde, según el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki Moon, ha quedado claro que millones de pequeños agricultores del mundo están viviendo una situación "pavorosa" por su dificultad para acceder a los mercados internacionales, ante las medidas proteccionistas de las economías desarrolladas.
Zapatero, incapaz de someterse al criterio de los ciudadanos, que son los que le pagan el sueldo, se sorprendería si hiciera una encuesta sobre la opinión que merecen sus despilfarros, regalos y ayudas internacionales. Con seguridad absoluta, más del 90 por ciento de los españoles dirían que primero hay que solucionar los problemas de casa, los de las familias españolas, casi un millón de las cuales no reciben sueldo ni prestación alguna y han sido arrojadas a la pobreza. Dar ese dinero a Cáritas, cuyos comedores reciben cada día a decenas de miles de pobres y desamparados, a la que el gobierno de Zapatero ayuda poco por tratarse de una ONG católica, sería más justo y decente que entregar todo ese dinero a la corrupta e ineficiente ONU.
El nuevo "regalo" de Zapatero a la ONU ha tenido lugar en la cumbre sobre seguridad alimentaria que hoy se ha clausurado en Madrid, donde, según el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki Moon, ha quedado claro que millones de pequeños agricultores del mundo están viviendo una situación "pavorosa" por su dificultad para acceder a los mercados internacionales, ante las medidas proteccionistas de las economías desarrolladas.