Quien no sabe gobernar sus propios asuntos, es incapaz de encauzar los ajenos y mayores. Mal puede ZP mandar y dirigir la UE, si se le han ido de las manos aquí el manejo de la crisis económica, la creación de empleo, la contención del despilfarro y el dominio de las minorías. San Agustín decía a sus ermitaños: "Leed las Escrituras, leedlas, para que no seáis ciegos y guías de ciegos. Zp no lee, ni oye ni atiende los avisos y consejos de los expertos, por lo que no sale de sus errores ni pude guiar a nadie.
Parece que ya se dan cuenta los españoles, según recientes encuestas, de la insolvente gestión de este Gobierno. Es este un pueblo tardo para divisar el horizonte, no sabe zafarse fácilmente de la pesada carga de dirigentes inútiles y periclitados; quiere estabilidad, teme los cambios y soporta la ceguera de su dirigentes; ZP no resuelve los problemas, los ideologiza, vive en el éxtasis de sus fantasías y se cree sus propias quimeras; a ZP, que no la estudió, le encanta la ingeniería social y la construcción de puentes y caminos sociatas para las almas, tal vez su vocación secreta sea la de misionero del innecesario y ampliado aborto, la reparación de la violencia contra las féminas –no la aberrante de género- y la ocultación ofensiva del crucifijo. Lo suyo es, silenciando y acallando a la Iglesia, introducir la entelequia de la Alianza de Civilizaciones, traer la Creencia Mora del Mohamet y del Gadafi, y la intransigencia de los Ayatolás de Persia. Estamos atrapados por las garras ideológicas de la partitocracia y por la sacra teología de los partidos.
En este mandato semestral, deseamos todos que ZP acierte e impulse la recuperación de la Unión Europea, que, constreñida por la crisis económica, se ve en la necesidad de superarla cuanto antes. España se propone vitalizar la aplicación del Tratado de Lisboa, el reforzamiento de la influencia de la UE en el mundo y la consolidación de los derechos sociales y la seguridad civil. No obstante, la pasmosa y grotesca parodia de Mr. Bean ha sido el incentivo para que medios prestigiosos como “The Financial times”, The Gardian”, “Le Figaro” vengan en sus tradicional saña contra España, contra la presencia de R. Zapatero y con su crítica a la resolución de la crisis; no creen que pueda arreglarla ni ofrecer remedio alguno. Son poderosas voces mediáticas que crean opinión en Europa; el éxito de la gestión europea depende en parte de esas corrientes que proclaman el acierto o el fracaso; que acierte es algo que a todos nos concierne y conviene. Es una pena que España por esto, por el Índico y otros hechos ridículos se convierta en el hazmerreír y chirigota de propios y extraños.
Los españoles no queremos ni necesitamos parecidos con insulsas figuras cómicas, esperamos y deseamos soluciones rigurosas y prontas que llenen de admiración y bienestar a España y a Europa.
C. Mudarra
Parece que ya se dan cuenta los españoles, según recientes encuestas, de la insolvente gestión de este Gobierno. Es este un pueblo tardo para divisar el horizonte, no sabe zafarse fácilmente de la pesada carga de dirigentes inútiles y periclitados; quiere estabilidad, teme los cambios y soporta la ceguera de su dirigentes; ZP no resuelve los problemas, los ideologiza, vive en el éxtasis de sus fantasías y se cree sus propias quimeras; a ZP, que no la estudió, le encanta la ingeniería social y la construcción de puentes y caminos sociatas para las almas, tal vez su vocación secreta sea la de misionero del innecesario y ampliado aborto, la reparación de la violencia contra las féminas –no la aberrante de género- y la ocultación ofensiva del crucifijo. Lo suyo es, silenciando y acallando a la Iglesia, introducir la entelequia de la Alianza de Civilizaciones, traer la Creencia Mora del Mohamet y del Gadafi, y la intransigencia de los Ayatolás de Persia. Estamos atrapados por las garras ideológicas de la partitocracia y por la sacra teología de los partidos.
En este mandato semestral, deseamos todos que ZP acierte e impulse la recuperación de la Unión Europea, que, constreñida por la crisis económica, se ve en la necesidad de superarla cuanto antes. España se propone vitalizar la aplicación del Tratado de Lisboa, el reforzamiento de la influencia de la UE en el mundo y la consolidación de los derechos sociales y la seguridad civil. No obstante, la pasmosa y grotesca parodia de Mr. Bean ha sido el incentivo para que medios prestigiosos como “The Financial times”, The Gardian”, “Le Figaro” vengan en sus tradicional saña contra España, contra la presencia de R. Zapatero y con su crítica a la resolución de la crisis; no creen que pueda arreglarla ni ofrecer remedio alguno. Son poderosas voces mediáticas que crean opinión en Europa; el éxito de la gestión europea depende en parte de esas corrientes que proclaman el acierto o el fracaso; que acierte es algo que a todos nos concierne y conviene. Es una pena que España por esto, por el Índico y otros hechos ridículos se convierta en el hazmerreír y chirigota de propios y extraños.
Los españoles no queremos ni necesitamos parecidos con insulsas figuras cómicas, esperamos y deseamos soluciones rigurosas y prontas que llenen de admiración y bienestar a España y a Europa.
C. Mudarra