Tengo una mala noticia y otra peor, pero con final bueno.
La mala:
Los expertos coinciden en que Zapatero dispondrá, casi con toda seguridad, de un segundo mandato, ya que el PP tendría que ganar las próximas elecciones con mayoría absoluta para acceder al poder, algo poco probable en estos momentos. Zapatero, aunque pierda las elecciones, como también parece probable, será aupado hasta el poder por la manada de partidos políticos pequeños, nacionalistas y de otras creencias, a los que el desequilibrado sistema electoral español otorga un poder desproporcionado, con los que los socialistas tienen cerradas alianzas de todo tipo, precisamente para eso, para perpetuarse en La Moncloa, aunque resulten derrotados.
La peor:
En su segundo mandato, Zapatero dependerá de los nacionalistas mucho más que ahora, lo que hará que los aliados se crezcan e incrementen su arrogancia y exigencias, poniendo en alerta roja la unidad y la misma existencia de España como país.
Y el final feliz:
La crisis del Zapaterismo en su segundo mandato será tan terrible y el dominio altivo de los nacionalistas extremos tan vergonzoso y humillante, que España resurgirá y reaccionará contra la degradación del sistema y el mal gobierno. El nuevo mandato de ZP será una terrible paradoja: la degradación será de tal envergadura que provocará una reacción positiva de la parte mejor de la sociedad y eso, probablemente, nos hará reformar el envilecido sistema y quizás nos salve.
Sebas
La mala:
Los expertos coinciden en que Zapatero dispondrá, casi con toda seguridad, de un segundo mandato, ya que el PP tendría que ganar las próximas elecciones con mayoría absoluta para acceder al poder, algo poco probable en estos momentos. Zapatero, aunque pierda las elecciones, como también parece probable, será aupado hasta el poder por la manada de partidos políticos pequeños, nacionalistas y de otras creencias, a los que el desequilibrado sistema electoral español otorga un poder desproporcionado, con los que los socialistas tienen cerradas alianzas de todo tipo, precisamente para eso, para perpetuarse en La Moncloa, aunque resulten derrotados.
La peor:
En su segundo mandato, Zapatero dependerá de los nacionalistas mucho más que ahora, lo que hará que los aliados se crezcan e incrementen su arrogancia y exigencias, poniendo en alerta roja la unidad y la misma existencia de España como país.
Y el final feliz:
La crisis del Zapaterismo en su segundo mandato será tan terrible y el dominio altivo de los nacionalistas extremos tan vergonzoso y humillante, que España resurgirá y reaccionará contra la degradación del sistema y el mal gobierno. El nuevo mandato de ZP será una terrible paradoja: la degradación será de tal envergadura que provocará una reacción positiva de la parte mejor de la sociedad y eso, probablemente, nos hará reformar el envilecido sistema y quizás nos salve.
Sebas