En las más altas esferas del poder dominante en España, incluso en el mismo PSOE, se ha abierto ya una profunda brecha en relación con Zapatero. Una parte le sigue considerando válido y se siente fascinado por su capacidad de propaganda y engaño, pero otra, la mayoritaria, ya le busca un sustituto porque su capital político se diluye a toda velocidad, víctima de sus mismas mentiras y, sobre todo, de una crisis económica que será su tumba política. En esos mismos círculos crece la preocupación ante la magnitud de una crisis económica española, que, si persiste durante un año más, obligará a adelantar las elecciones porque el gobierno habrá perdido toda su credibilidad y autoridad ante los ciudadanos.
En algunos ámbitos muy influyentes del país, donde operan las alianzas entre políticos, multimillonarios y grupos mediáticos, ya han enterrado a ZP. En ciertos círculos socialistas muy influidos por el grupo PRISA incluso se señala a Carme Chacón, actual ministra de Defensa, como posible sustituta de Zapatero, pero en otros, con el influyente sector que capitanea Felipe González al frente, se recomienda buscar a un rostro nuevo y sin pasado alguno en el "zapaterismo", un "tapado" que sea capaz de conducir al PSOE a través del desierto cuando el fracaso de Zapatero deje al partido semidestruido.
Lo que está llevando a ZP hasta la tumba es su peligrosa terquedad ante la crisis y su preocupante decisión de mantenerse en el poder a toda costa, dividiendo a la sociedad e incluso gastando todo el dinero necesario en política social para neutralizar el desgaste y la pérdida de votos que trae consigo la crisis, una política que algunos grandes poderes de la nación consideran temeraria e irresponsable porque pone en auténtico peligro la prosperidad y el futuro de España..
Los grandes poderes que dominan España están, por primera vez desde 2004, claramente divididos porque la mayoría piensa ya sin cautela que la crisis económica no sólo acabará con el actual gobierno sino que también amenaza con llevarse por delante al mismo sistema, si no se toman pronto medidas dramáticas. De Zapatero se piensa abiertamente que es un tipo que ha agotado sus ideas y ya es incapaz de ocultar el drama de la economía con su optimismo incesante y sus engaños de trilero, una estrategia que ya no funciona y que se está volviendo en contra de todo el sistema. Creen también que la única salida posible para el PSOE es asumir lo antes posible un duro peregrinaje por la oposición, en espera de que el PP también se queme con una economía española tan desquiciada que es muy difícil de resucitar.
En esos mismos círculos se piensa que el actual Estado español, hipetrofiado y engordado sin prudencia durante los últimos años, no puede resistir la actual crisis económica si ésta dura más de dos años. En esas condiciones --afirman los socialistas más pesimistas-- es mejor abandonar el poder para que sea otro el que se queme con el inevitable desastre.
En algunos ámbitos muy influyentes del país, donde operan las alianzas entre políticos, multimillonarios y grupos mediáticos, ya han enterrado a ZP. En ciertos círculos socialistas muy influidos por el grupo PRISA incluso se señala a Carme Chacón, actual ministra de Defensa, como posible sustituta de Zapatero, pero en otros, con el influyente sector que capitanea Felipe González al frente, se recomienda buscar a un rostro nuevo y sin pasado alguno en el "zapaterismo", un "tapado" que sea capaz de conducir al PSOE a través del desierto cuando el fracaso de Zapatero deje al partido semidestruido.
Lo que está llevando a ZP hasta la tumba es su peligrosa terquedad ante la crisis y su preocupante decisión de mantenerse en el poder a toda costa, dividiendo a la sociedad e incluso gastando todo el dinero necesario en política social para neutralizar el desgaste y la pérdida de votos que trae consigo la crisis, una política que algunos grandes poderes de la nación consideran temeraria e irresponsable porque pone en auténtico peligro la prosperidad y el futuro de España..
Los grandes poderes que dominan España están, por primera vez desde 2004, claramente divididos porque la mayoría piensa ya sin cautela que la crisis económica no sólo acabará con el actual gobierno sino que también amenaza con llevarse por delante al mismo sistema, si no se toman pronto medidas dramáticas. De Zapatero se piensa abiertamente que es un tipo que ha agotado sus ideas y ya es incapaz de ocultar el drama de la economía con su optimismo incesante y sus engaños de trilero, una estrategia que ya no funciona y que se está volviendo en contra de todo el sistema. Creen también que la única salida posible para el PSOE es asumir lo antes posible un duro peregrinaje por la oposición, en espera de que el PP también se queme con una economía española tan desquiciada que es muy difícil de resucitar.
En esos mismos círculos se piensa que el actual Estado español, hipetrofiado y engordado sin prudencia durante los últimos años, no puede resistir la actual crisis económica si ésta dura más de dos años. En esas condiciones --afirman los socialistas más pesimistas-- es mejor abandonar el poder para que sea otro el que se queme con el inevitable desastre.
Comentarios: