Colaboraciones

Y EL DISCREPANTE, ... ¿A LA RICA TAJADA DE LA EMBAJADA?





La verdad no se busca sólo para saberla, ni para sorberla (que también), ni mucho menos para penetrarla; la verdad se busca, sobre todo, para ser poseído por su espíritu libertario ”.

“Guasón”


El Gabinete de José Luis Rodríguez Zapatero adoptó ayer el acuerdo de nombrar a Paco Vázquez, alcalde de La Coruña desde hace la friolera (o) tira de 23 años, cuna de muchos, nuevo embajador de la piel de toro puesta a secar en el Vaticano. Presidente del Consistorio coruñés desde 1983 (habiendo ganado, elección tras elección municipal, de calle, siempre con mayoría absoluta), sustituye en el puesto a quien fuera director del obsoleto CESID, Jorge Dezcallar, que había solicitado al ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, ser relevado del cargo por asuntos familiares.

Vázquez, dentro de ese amplio abanico de sensibilidades que es el PSOE, representa y encabeza una firme varilla u opción de “españolismo”.

El jefe del Ejecutivo se equivoca de cabo a rabo si cree que, premiando al “díscolo” (más bien, libérrimo) Vázquez con el “ostracismo”, alejándolo de Galicia, arrumbándolo en la embajada de la Santa Sede, se quita de encima o en medio un escollo, estorbo, obstáculo o problema para llevar a cabo su política. Vázquez seguirá largando cuanto estime conveniente cuando considere oportuno, llamándole al pan pan y al vino vino, aquí y allá, en Roma. Itero, el presidente del Gobierno de la Nación se llevará un chasco morrocotudo, le saldrá un furúnculo en el glúteo o el tiro por la culata, quiero decir que marrará de la roda al codaste, si confía en que Vázquez enmudecerá, porque seguirá dándole a la mui o sin hueso tan ricamente, sin detenerse ante otra muga, cortapisa o barrera que la que le imponga su propia conciencia.

El socialista solista (pues también va por libre) que acarrea “Otramotro” ha sucumbido a la tentación de llegar a considerar como probable o posible, pero escasamente plausible, que, en el apócrifo concurso convocado entre afiliados y simpatizantes para mandar fuera a quien meta bulla dentro, la consigna ganadora ha sido la del rótulo: “Y el discrepante, ... ¿a la rica tajada de la embajada?”.

Paco Vázquez, cristiano, católico y practicante, con todo su bagaje poliédrico, puede contribuir, sin duda, a edificar o erigir nuevos puentes y mejorar los ya existentes (mas desmoronados) entre el Gobierno del Reino de España y el de la Santa Sede. Ojalá que dicho nombramiento tenga que ver con una nueva sensibilidad que ha surgido y cristalizado dentro del Gabinete de Rodríguez Zapatero de atender las quejas motivadas que le ha planteado y presentado la Conferencia Episcopal Española.

El menda lerenda se alegra sobremanera por Paco Vázquez, pero también por el sustituido (reciba, desde estas líneas, mi más sentido pésame, don Jorge, aun con retraso, por tan triste pérdida), que podrá estar cerca de sus hijos, y el teniente de alcalde y concejal de Urbanismo en el Ayuntamiento de La Coruña, el salado Javier Losada, que le sustituirá.

Tengo para mí que, al aceptar Paco Vázquez ser el máximo responsable de la legación en el Vaticano, sigue al pie de la letra su ideario de “ servir a España y al interés general de los españoles ”, pues no otra ha sido la meta de su actividad política.


Ángel Sáez García


Franky  
Domingo, 12 de Febrero 2006
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