Efectivamente, la gente no es tonta. Hemos vivido "el debate de todos los debates", con las urnas ya a la vista, la moderadora exultante por el aumento de enviados y periodistas, por la transmisión de señal a todo el planeta y los sondeos con una predicción de romper records de audiencia. Pero el debate pinchó. La audiencia ha bajado 1,3 millones de televidentes. La gente no es tonta.
¿Qué ha querido decir la gente con este me voy a la cama? ¿Podría ser un preámbulo de lo que puede suceder el 9M?
- El elector está cabreado porque sabe que le repiten las milongas de siempre.
- No considera a ninguno de los Protas lo bastante interesantes para perder una hora de sueño, aunque estén en juego su economía, educación, trabajo y otras "nimiedades".
- Ha perdido la esperanza ante la oferta del bipartidismo, carente de propuestas y de timoneles que den confianza.
- Tampoco ve en la política cerebros emergentes. Si alguno había, ya lo ficharon en otras instancias.
- ¿Resignado ante la desesperanza y el encefalograma plano?
- ¿Vengativo? ¿Convertirá su deseo de venganza en una lluvia de votos en blanco y abstenciones?
- El elector tiene ya el voto decidido, un síntoma alarmante porque indica que el votante ya está indoctrinado por uno o por otro, dispuesto a entregar un cheque en blanco a los de siempre, de derechas o de izquierdas.
Lo que el ciudadano puede haber vislumbrado con mayor nitidez son cosas que no se han tratado en ninguno de los dos episodios del Gran Circo Debate:
- La deuda externa se hace insoportable. La crisis del ladrillo, con las inmobiliarias, constructoras y todo lo que vive del ladrillo hundiéndose. El sector industrial empeora, como reflejan los indicadores económicos Ni mucho menos ha pasado lo peor. Por otro lado, de manera irresponsable e insensata, los políticos han abierto las alforjas de los regalos electorales, que tarde o temprano serán pagados por los ya atribulados ciudadanos.
Me temo que el 9M podría reservar una sorpresa para la prensa sometida al poder político, para los arrogantes e insaciables partifos políticos y para los políticos, mediocres y siempre ávidos de poder y privilegios: tal vez los ciudadanos, cansados de tanta manipulación y espectáculo vergonzoso, decidan quedarse en casa, dar el esquinazo a las urnas o abofetear a los ineptos dominadores con una batería estridente de votos en blancos.
Tal vez, como mal menor, algunos demócratas honrados decidan apoyar a un tercer partido fresco y amateur.
Sancho, saca el queso, el pan y el vino y hagamos un alto en el camino hasta el 9M. Porque Sancho, yo creo que la gente “No es tonta”. Quizás decida votar con la cabeza y no con las posaderas.
Ligur
¿Qué ha querido decir la gente con este me voy a la cama? ¿Podría ser un preámbulo de lo que puede suceder el 9M?
- El elector está cabreado porque sabe que le repiten las milongas de siempre.
- No considera a ninguno de los Protas lo bastante interesantes para perder una hora de sueño, aunque estén en juego su economía, educación, trabajo y otras "nimiedades".
- Ha perdido la esperanza ante la oferta del bipartidismo, carente de propuestas y de timoneles que den confianza.
- Tampoco ve en la política cerebros emergentes. Si alguno había, ya lo ficharon en otras instancias.
- ¿Resignado ante la desesperanza y el encefalograma plano?
- ¿Vengativo? ¿Convertirá su deseo de venganza en una lluvia de votos en blanco y abstenciones?
- El elector tiene ya el voto decidido, un síntoma alarmante porque indica que el votante ya está indoctrinado por uno o por otro, dispuesto a entregar un cheque en blanco a los de siempre, de derechas o de izquierdas.
Lo que el ciudadano puede haber vislumbrado con mayor nitidez son cosas que no se han tratado en ninguno de los dos episodios del Gran Circo Debate:
- La deuda externa se hace insoportable. La crisis del ladrillo, con las inmobiliarias, constructoras y todo lo que vive del ladrillo hundiéndose. El sector industrial empeora, como reflejan los indicadores económicos Ni mucho menos ha pasado lo peor. Por otro lado, de manera irresponsable e insensata, los políticos han abierto las alforjas de los regalos electorales, que tarde o temprano serán pagados por los ya atribulados ciudadanos.
Me temo que el 9M podría reservar una sorpresa para la prensa sometida al poder político, para los arrogantes e insaciables partifos políticos y para los políticos, mediocres y siempre ávidos de poder y privilegios: tal vez los ciudadanos, cansados de tanta manipulación y espectáculo vergonzoso, decidan quedarse en casa, dar el esquinazo a las urnas o abofetear a los ineptos dominadores con una batería estridente de votos en blancos.
Tal vez, como mal menor, algunos demócratas honrados decidan apoyar a un tercer partido fresco y amateur.
Sancho, saca el queso, el pan y el vino y hagamos un alto en el camino hasta el 9M. Porque Sancho, yo creo que la gente “No es tonta”. Quizás decida votar con la cabeza y no con las posaderas.
Ligur