"Junto a estar en lo cierto, en este mundo, lo mejor es ser claro y estar definitivamente equivocado".
Thomas Henry Huxley
Juan María Atutxa, que había decidido otro día hacer mutis por el foro, quiero decir, poner fin a su vida política activa, renunció ayer definitivamente a su escaño de diputado autonómico por el PNV en la Cámara de Vitoria, tras más de dos décadas sirviendo a la sociedad vasca desde varios puestos de responsabilidad institucional.
El ya ex dirigente nacionalista vasco abandonó la política tres semanas antes de que el próximo 26 de octubre dé comienzo la vista oral contra él, Kontxi Bilbao (EB) y Gorka Knörr (EA) en el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco por haberse negado los tres a disolver el grupo parlamentario de Sozialista Abertzaleak, heredero de Batasuna, tras habérselo solicitado el Tribunal Supremo, que declaró ilegal a la susodicha formación.
Atutxa, mejor valorado y más apreciado por la ciudadanía por su labor al frente de la Consejería de Interior del Gobierno vasco que como el responsable arbitrario que a veces fue de la Presidencia del Parlamento de Vitoria, aceptaría de buen grado presidir la Fundación Sabino Arana, siempre que tal ofrecimiento se le hiciera.
Ergo, muchas gracias por los servicios prestados; y que los hados le sean propicios.
Ángel Sáez García
Thomas Henry Huxley
Juan María Atutxa, que había decidido otro día hacer mutis por el foro, quiero decir, poner fin a su vida política activa, renunció ayer definitivamente a su escaño de diputado autonómico por el PNV en la Cámara de Vitoria, tras más de dos décadas sirviendo a la sociedad vasca desde varios puestos de responsabilidad institucional.
El ya ex dirigente nacionalista vasco abandonó la política tres semanas antes de que el próximo 26 de octubre dé comienzo la vista oral contra él, Kontxi Bilbao (EB) y Gorka Knörr (EA) en el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco por haberse negado los tres a disolver el grupo parlamentario de Sozialista Abertzaleak, heredero de Batasuna, tras habérselo solicitado el Tribunal Supremo, que declaró ilegal a la susodicha formación.
Atutxa, mejor valorado y más apreciado por la ciudadanía por su labor al frente de la Consejería de Interior del Gobierno vasco que como el responsable arbitrario que a veces fue de la Presidencia del Parlamento de Vitoria, aceptaría de buen grado presidir la Fundación Sabino Arana, siempre que tal ofrecimiento se le hiciera.
Ergo, muchas gracias por los servicios prestados; y que los hados le sean propicios.
Ángel Sáez García