El terrorismo armado catalán, materializado en Terra Lliure, movimiento que se sintió desamparado y desapareció, está siendo llamado para que retorne por las vanguardias descerebradas del nacionalismo extremista catalán. En el puesto de mando de la seguridad del Estado se teme el retorno de la violencia a Cataluña, aunque no se sabe en qué grado, y se siente indignación porque son algunos políticos catalanes los que, insensata y temerariamente, la están invitando a salir de la tumba.
La Guardia Urbana de Barcelona detuvo recientemente a dos jóvenes con gasolina, al parecer dispuestos a incendiar. Se han realizado también pintadas amenazantes en la fachada de la emisora Cope de Barcelona, tras haber hecho lo mismo en la fachada del diario 'El País'. En las pintadas ponía "TLL tornará" (Terra Lliure volverá) y "Fora españols, PSOE" (Fuera españoles, PSOE"). Estos hechos se producen dos días después de que cinco miembros de las Juventudes de ERC, vestidos con monos amarillos y ocultos tras máscaras, se encadenaran media hora en la puerta de la sede de la Cadena Cope en Madrid para pedir el cierre de la emisora. Estuvieron acompañados durante esta acción por los diputados de Esquerra Joan Puig y Joan Tardá.
Ni el presidente del gobierno español, Rodríguez Zapatero, ni otros políticos del gobierno se han atrevido a condenar la protesta ante la COPE, mientras que desde el catalanismo extremista se apoya claramente esas manifestaciones. El líder de Ezquerra Republicana, Carod Rovira, afirma que "comprende" esas manifestaciones, incluso las pintadas que reclaman la resurrección de la lucha armada.
En el núcleo de la inteligencia española (CNI se está trabajando a tope para prevenir brotes de violencia en Cataluña, que están siendo impulsados por la crispación y la insensatez política y, sobre todo, por el insaciable recurso al victimismo del nacionalismo catalán, cuyos políticos están convencidos de que los enfrentamientos con el resto de España son rentables políticamente y les proporcionan lluvias de votos.
La Guardia Urbana de Barcelona detuvo recientemente a dos jóvenes con gasolina, al parecer dispuestos a incendiar. Se han realizado también pintadas amenazantes en la fachada de la emisora Cope de Barcelona, tras haber hecho lo mismo en la fachada del diario 'El País'. En las pintadas ponía "TLL tornará" (Terra Lliure volverá) y "Fora españols, PSOE" (Fuera españoles, PSOE"). Estos hechos se producen dos días después de que cinco miembros de las Juventudes de ERC, vestidos con monos amarillos y ocultos tras máscaras, se encadenaran media hora en la puerta de la sede de la Cadena Cope en Madrid para pedir el cierre de la emisora. Estuvieron acompañados durante esta acción por los diputados de Esquerra Joan Puig y Joan Tardá.
Ni el presidente del gobierno español, Rodríguez Zapatero, ni otros políticos del gobierno se han atrevido a condenar la protesta ante la COPE, mientras que desde el catalanismo extremista se apoya claramente esas manifestaciones. El líder de Ezquerra Republicana, Carod Rovira, afirma que "comprende" esas manifestaciones, incluso las pintadas que reclaman la resurrección de la lucha armada.
En el núcleo de la inteligencia española (CNI se está trabajando a tope para prevenir brotes de violencia en Cataluña, que están siendo impulsados por la crispación y la insensatez política y, sobre todo, por el insaciable recurso al victimismo del nacionalismo catalán, cuyos políticos están convencidos de que los enfrentamientos con el resto de España son rentables políticamente y les proporcionan lluvias de votos.