Información y Opinión

Viva la Guardia Civil, cazadora de delincuentes políticos



Un informe de la Guardia Civil apunta ahora a dos altos responsables en la Región de Murcia: el actual presidente, Pedro Antonio Sánchez, y la senadora Pilar Barreiro, miembros ambos del Partido Popular. Los agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) creen que habrían cometido varios delitos de corrupción como malversación de caudales públicos y fraude a la administración. Ese documento, presentado ante el juez Eloy Velasco, que instruye la causa, aporta indicios para que se cite a ambos como imputados.

La Guardia Civil y en concreto su Unidad Central de Operaciones (UCO) constituye hoy en España el principal instrumento de lucha contra la delincuencia de la clase política, probablemente el peor mal de la nación. La labor de la UCO, que es el núcleo duro de la policía judicial en España, merece reconocimiento público, sobre todo de los demócratas, por su tenaz y eficaz lucha contra los corruptos en un país que está asombrando al mundo por su suciedad y por la escalofriante naturaleza delictiva de su clase política.
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Pedro Antonio Sánchez, presidente de Murcia
Si la Guardia Civil no existiera, la lucha contra la delincuencia política en España seria muchos menos eficaz y segura. Las actuaciones de ese cuerpo como policía judicial están sirviendo para desmontar la sucia red delictiva que la clase política ha tejido en España, convirtiendo el país en una cloaca.

La Unidad Central Operativa (UCO), es el órgano central del servicio de Policía Judicial de la Guardia Civil de España, encargada de la investigación y persecución de la más graves formas de delincuencia y crimen organizado ya sea nacional o internacional, así como el apoyo a unidades territoriales de policía judicial que requieran apoyo.

La UCO ha demostrado estar blindada ante las poderosas influencias de los políticos y plenamente al servicio de los jueces, lo que constituye un rareza en esta España contaminada hasta el tuétano. Sus funciones concretas son investigar y perseguir, entre otras, las siguientes tipologías delictivas: Delitos económicos –incluidos los fraudes, la falsificación de moneda y los delitos graves de contrabando; Tráfico organizado de drogas; Blanqueo de capitales; Homicidios y secuestros; Delincuencia organizada; Delitos contra el Patrimonio Histórico; Delitos telemáticos; Delincuencia medioambiental -incluido el tráfico organizado de especies protegidas-; Delitos relacionados con el consumo y el tráfico ilícito de medicamentos; Tráfico de objetos preciosos; Tráfico organizado de armas, explosivos y sustancias peligrosas o nocivas; Tráfico ilícito de vehículos; Tráfico de seres humanos.

La UCO tiene 27 años de vida y en ese tiempo ha investigado al menos doscientos casos importantes, la mayoría de ellos con múltiples ramificaciones. Entre los más recientes figuran Acuamed y la Púnica.

Los expertos señalan a la UCO como la unidad más fiable y eficiente entre los cuerpos de seguridad y la más capacitada para resistir las enormes presiones e influencias que ejercen algunos partidos políticos españoles para impedir que sus actividades delictivas sean investigadas y que sus altos dirigentes resulten implicados. Esos mismos expertos señalan que el espíritu de independencia y lealtad a la nación reinan en la UCO, lo que convierte a sus miembros, bien preparados profesional y técnicamente, en una policía judicial fiable cuyo papel está siendo decisivo y lo será todavía más si por fin la Justicia española se decide a plantar cara abiertamente al delito político e institucional en esta España podrida.

Francisco Rubiales

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Martes, 31 de Mayo 2016
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