VOX se perfila como el nuevo partido que el electorado español, frustrado e indignado con los viejos partidos y con el nacionalismo golpista, catapultará hasta el Congreso para que sus ideas y propuestas se abran camino.
Los otros resultados de la encuesta realizada por Sociométrica para El Español reflejan la notable subida de Ciudadanos, la caida del PP y de Podemos y una cierta resistencia socialista a despeñarse. Pablo Iglesias aparece ya como el líder peor valorado.
Es sólo una encuesta, pero, sin duda, marca la nueva tendencia del electorado español, frustrado con el PP y con Podemos, indiferente ante el decadente PSOE y dispuesto a convertir a Ciudadanos en un partido capaz de gobernar.
VOX, el partido de Santiago Abascal, boicoteado y tachado de ser la "extrema derecha" por todos los demás partidos, se abre camino con fuerza y entrará en el Congreso, al menos con un escaño, lo que animará el debate nacional porque VOX es el único partido que conecta con la principal demanda de los españoles, que es el final de un sistema autonómico desprestigiado y rechazado por la inmensa mayoría, que nos conduce a la ruina y alimenta la corrupción, el abuso de poder y la ruptura de España.
VOX conseguiría al menos un 2 por ciento de los votos, la misma proporción que los independentistas de ERC, pero la injusticia del sistema electoral español otorgaría a los golpistas 8 escaños mientras que VOX, con los mismos votos, sólo obtendría uno.
VOX, que está claramente en alza y tiende a incrementar sus apoyos de aquí a las elecciones, es valorado por los ciudadanos por dos razones: la primera es porque representa a la derecha real, abandonada por un PP que cada día es más socialdemócrata, tan parecido al PSOE en su intervencionismo y en el amor a los impuestos y al Estado que muchos de sus militantes lo están abandonando; la segunda razón es porque VOX proclama sin tapujos que eliminaría las autonomías españolas, una demanda que también crece como la espuma en la sociedad, frustrada por la traición catalana y por el comportamiento caciquil y de sátrapas que despliegan los insaciables gobiernos de las taifas autonómicas españolas.
“Es una confirmación de lo que hemos notado en la calle y en la afiliación del partido, que ha crecido de manera extraordinaria en los últimos meses”, ha explicado en declaraciones a La prensa Santiago Abascal, líder de VOX, quien considera que entrar en las encuestas, a pesar del boicot de los demás partidos políticos, ha sido una recompensa a todo el trabajo que han llevado a cabo desde el golpe de Estado separatista.
La crisis catalana está cambiando las tendencias políticas en una España dispuesta a castigar al PP y a Podemos por sus errores garrafales en Cataluña. Tras contemplar y rumiar el desastre catalán, los españoles parecen dispuestos a castigar con dureza al PP y a Podemos, a encumbrar a Ciudadanos, a mantener una indiferencia preocupante frente al PSOE, que apenas mejoraría los pasados resultados, los peores de su historia reciente, y a llevar en volandas, hasta el Congreso, a al único partido que no se avergüenza de ser de derechas y que tiene la suficiente valentía para proponer la supresión del peor cáncer de la política española: la existencia de las ruinosas autonomías, causantes principales de la desigualdad, el despilfarro, la corrupción y el abuso de poder en España.
Francisco Rubiales
Los otros resultados de la encuesta realizada por Sociométrica para El Español reflejan la notable subida de Ciudadanos, la caida del PP y de Podemos y una cierta resistencia socialista a despeñarse. Pablo Iglesias aparece ya como el líder peor valorado.
Es sólo una encuesta, pero, sin duda, marca la nueva tendencia del electorado español, frustrado con el PP y con Podemos, indiferente ante el decadente PSOE y dispuesto a convertir a Ciudadanos en un partido capaz de gobernar.
VOX, el partido de Santiago Abascal, boicoteado y tachado de ser la "extrema derecha" por todos los demás partidos, se abre camino con fuerza y entrará en el Congreso, al menos con un escaño, lo que animará el debate nacional porque VOX es el único partido que conecta con la principal demanda de los españoles, que es el final de un sistema autonómico desprestigiado y rechazado por la inmensa mayoría, que nos conduce a la ruina y alimenta la corrupción, el abuso de poder y la ruptura de España.
VOX conseguiría al menos un 2 por ciento de los votos, la misma proporción que los independentistas de ERC, pero la injusticia del sistema electoral español otorgaría a los golpistas 8 escaños mientras que VOX, con los mismos votos, sólo obtendría uno.
VOX, que está claramente en alza y tiende a incrementar sus apoyos de aquí a las elecciones, es valorado por los ciudadanos por dos razones: la primera es porque representa a la derecha real, abandonada por un PP que cada día es más socialdemócrata, tan parecido al PSOE en su intervencionismo y en el amor a los impuestos y al Estado que muchos de sus militantes lo están abandonando; la segunda razón es porque VOX proclama sin tapujos que eliminaría las autonomías españolas, una demanda que también crece como la espuma en la sociedad, frustrada por la traición catalana y por el comportamiento caciquil y de sátrapas que despliegan los insaciables gobiernos de las taifas autonómicas españolas.
“Es una confirmación de lo que hemos notado en la calle y en la afiliación del partido, que ha crecido de manera extraordinaria en los últimos meses”, ha explicado en declaraciones a La prensa Santiago Abascal, líder de VOX, quien considera que entrar en las encuestas, a pesar del boicot de los demás partidos políticos, ha sido una recompensa a todo el trabajo que han llevado a cabo desde el golpe de Estado separatista.
La crisis catalana está cambiando las tendencias políticas en una España dispuesta a castigar al PP y a Podemos por sus errores garrafales en Cataluña. Tras contemplar y rumiar el desastre catalán, los españoles parecen dispuestos a castigar con dureza al PP y a Podemos, a encumbrar a Ciudadanos, a mantener una indiferencia preocupante frente al PSOE, que apenas mejoraría los pasados resultados, los peores de su historia reciente, y a llevar en volandas, hasta el Congreso, a al único partido que no se avergüenza de ser de derechas y que tiene la suficiente valentía para proponer la supresión del peor cáncer de la política española: la existencia de las ruinosas autonomías, causantes principales de la desigualdad, el despilfarro, la corrupción y el abuso de poder en España.
Francisco Rubiales