VOX es "el último tren del sistema" y avanza como una apisonadora

VOX no es un milagro, ni la solución de los muchos problemas de España, pero sí es el único partido que afronta la realidad con verdad y entereza. Eso lo convierte en el partido favorito de los millones de españoles que quieren la regeneración y la decencia. Si quieren saber qué está ocurriendo y donde reside la fuerza de VOX, aquí tienen la respuesta: VOX es "el último tren del sistema" y la gente sabe que si VOX fracasa, es muy probable que España colapse y que sea muy difícil evitar un enfrentamiento civil en una nación fallida y con un pueblo sin esperanza. De ahí el apoyo masivo que VOX recibe y recibirá de los españoles, un apoyo que debe ser entendido como el de un pueblo que se agarra a su salvavidas, cuando la nave se hunde.

Hace pocos días, en el madrileño foro Siglo XXI, Santiago Abascal, líder de VOX, pronosticó que su partido "ganará las elecciones" y dio algunas de las claves: VOX es un partido capaz de abrir "debates prohibidos" sobre temas hasta ahora tabú en el contexto de "la dictadura progre", y ha señalado directamente a los medios como culpables de ser los canales de difusión del totalitarismo del pensamiento único de la “corrección política”. El discurso de la izquierda que marca los límites de la democracia.

Pero hay mucho más porque detrás de VOX está el convencimiento de millones de españoles de que los demás partidos, atrapados en sus propios dramas, víctimas de la tiranía cultural, política y moral impuesta la izquierda y paralizados por sus culpas y corrupciones, son incapaces de regenerar un país como España, invadido por la decadencia y gravemente enfermo, con su unidad amenazada y sin ilusiones ni metas comunes.

Esos españoles angustiados e indignados, una masa que crece cada día más ante las traiciones de Sánchez y las insensateces e inseguridades de los viejos partidos, miran hacia VOX como la última esperanza de salvar a España y de devolverle la grandeza que tuvo en el pasado.

La clave del "milagro" VOX es que es "el último tren del sistema".

Por eso VOX recibe tanto apoyo de las masas, por eso capta votos de la derecha y de la izquierda, por eso está siendo llevado en volandas hasta la Moncloa por un pueblo asqueado de su clase dirigente.

Todas las propuestas de VOX y los debates que abre son ganadores. Hasta está ganando el debate de la violencia de género, considerado por los periodistas y expertos como una gran metedura de pata del partido de Abascal. Hoy, algunas semanas después, más de medio país admite que las leyes que protegen a la mujer necesitan ser reformadas para evitar que aplasten al hombre y que esa protección justa que recibe la mujer debe extenderse también a otras víctimas de la violencia, como son los hombres, los niños y los ancianos.

Lo mismo va a ocurrir con otros debates pendientes que en su momento estallarán, impulsados por VOX, como el de la inmigración descontrolada que hay que frenar y regular, el de la financiación de los partidos políticos que tiene que dejar de realizarse con el dinero de los impuestos, el de las pensiones, que tienen que asegurarse, el de los privilegios exagerados e inmerecidos de los políticos, el de los impuestos, que son abusivos, injustos y confiscatorios, el de la enorme dimensión del Estado y la inflación de políticos a sueldo y el de la urgente reforma de las autonomías, convertidas en monstruos que devoran España y que destrozan la unidad, la igualdad y la decencia, entre otros muchos dramas y grandes abusos del poder, todos ellos impuestos artificialmente por unos políticos españoles que se han ganado a pulso el rechazo y hasta el odio de los ciudadanos.

Con cada gran debate que se abra, los españoles descubrirán que las propuestas de VOX son razonables y vitales para la regeneración, al mismo tiempo que verán con claridad que los viejos partidos han gobernado sin prudencia ni eficacia, de manera obtusa y conduciendo a España hasta el abismo. Y esos sentimientos y convicciones darán a VOX millones de votos.

Francisco Rubiales