El futuro institucional de la UE está en un momento crucial; la idea de Europa se difumina, camina en evidente caída tras la ruptura a causa de la Constitución Europea que nos ha llevado a una falta de ideas. Pero hay oportunidades para llegar a nuevos acuerdos. «Esto, dice Matthias Wissmann Presidente de la Comisión de Exteriores del Parlamento Alemán, se pudo ver en diciembre cuando la canciller Merkel posibilitó el acuerdo sobre presupuestos en el Consejo Europeo; no hay peligro de implosión política, la UE no se romperá, aunque es obvio que estamos en una profunda crisis.
Se han de reafirmar dos de sus pilares: fundamentar los valores fundacionales que construyeron nuestra identidad y suscitar la ilusión en la opinión pública con la visión de una Europa Unida. Debemos defender el cristianismo y la libertad europeos frente a otras creencias; espero que todos seamos conscientes de la evolución cultural de Europa durante los últimos siglos y que se basa en el cristianismo, el humanismo y en las sociedades libres. Creo que cuanto más fuerte defendamos estos criterios fundacionales, seremos más capaces de entablar diálogos interculturales e interreligiosos coherentes. Respetamos las otras creencias, presentes hoy en la UE, pero sin olvidar nuestros propios orígenes. Europa debe entender, que, si la sobreestiramos hacia ampliaciones sin sentido, la UE morirá como entidad política y quedará sólo como una zona de comercio común. Esto significa que se debe profundizar más la reforma institucional, antes que mirar a nuevas ampliaciones. No podemos ampliar la UE más allá de Bulgaria y Rumanía, porque todavía tenemos una arquitectura institucional para la Europa de nueve o doce miembros, cuando necesitamos más transparencia, menos burocracia, más control democrático, mejores regulaciones; no se puede acometer otra ampliación, sin antes dar una respuesta a los auténticos problemas de Europa.
En este sentido también, la avalancha de inmigración ilegal que presiona a España, representa un problema grave. Nosotros nos sentimos muy solos cuando llegaban miles de peticiones de asilo político por nuestra frontera, con el este de Europa. Durante la Presidencia alemana de los Veintisiete, vamos a hacer todo los posible para ayudar a España y otros países del sur a desarrollar un concepto coherente, para afrontar este problema. Los medios y las propuestas, para solucionar el tema, deben salir de los países receptores de inmigración, pero también es preciso desarrollar políticas contra el problema en los países de origen. Puede que alguien crea que la extrema derecha, que sigue ganando apoyo popular y político en Europa, tiene las respuestas; pero sólo es una minoría de personas tienden a concreciones pasadas. No hay peligro, este no es un voto de extrema derecha, sino simplemente de populismo radical.
Se percibe una falta de liderazgo fuerte que dé respuesta a todos los problemas, pero, Europa siempre ha tenido líderes fuertes en momentos críticos, como François Mitterrand, Helmut Kohl o Jaques Delors. Ahora necesitamos líderes de los países y los partidos que no sólo piensen en términos de sus agendas nacionales, sino que entiendan que el futuro de sus naciones será mejor, si Europa florece de nuevo».
Camilo Valverde Mudarra
Se han de reafirmar dos de sus pilares: fundamentar los valores fundacionales que construyeron nuestra identidad y suscitar la ilusión en la opinión pública con la visión de una Europa Unida. Debemos defender el cristianismo y la libertad europeos frente a otras creencias; espero que todos seamos conscientes de la evolución cultural de Europa durante los últimos siglos y que se basa en el cristianismo, el humanismo y en las sociedades libres. Creo que cuanto más fuerte defendamos estos criterios fundacionales, seremos más capaces de entablar diálogos interculturales e interreligiosos coherentes. Respetamos las otras creencias, presentes hoy en la UE, pero sin olvidar nuestros propios orígenes. Europa debe entender, que, si la sobreestiramos hacia ampliaciones sin sentido, la UE morirá como entidad política y quedará sólo como una zona de comercio común. Esto significa que se debe profundizar más la reforma institucional, antes que mirar a nuevas ampliaciones. No podemos ampliar la UE más allá de Bulgaria y Rumanía, porque todavía tenemos una arquitectura institucional para la Europa de nueve o doce miembros, cuando necesitamos más transparencia, menos burocracia, más control democrático, mejores regulaciones; no se puede acometer otra ampliación, sin antes dar una respuesta a los auténticos problemas de Europa.
En este sentido también, la avalancha de inmigración ilegal que presiona a España, representa un problema grave. Nosotros nos sentimos muy solos cuando llegaban miles de peticiones de asilo político por nuestra frontera, con el este de Europa. Durante la Presidencia alemana de los Veintisiete, vamos a hacer todo los posible para ayudar a España y otros países del sur a desarrollar un concepto coherente, para afrontar este problema. Los medios y las propuestas, para solucionar el tema, deben salir de los países receptores de inmigración, pero también es preciso desarrollar políticas contra el problema en los países de origen. Puede que alguien crea que la extrema derecha, que sigue ganando apoyo popular y político en Europa, tiene las respuestas; pero sólo es una minoría de personas tienden a concreciones pasadas. No hay peligro, este no es un voto de extrema derecha, sino simplemente de populismo radical.
Se percibe una falta de liderazgo fuerte que dé respuesta a todos los problemas, pero, Europa siempre ha tenido líderes fuertes en momentos críticos, como François Mitterrand, Helmut Kohl o Jaques Delors. Ahora necesitamos líderes de los países y los partidos que no sólo piensen en términos de sus agendas nacionales, sino que entiendan que el futuro de sus naciones será mejor, si Europa florece de nuevo».
Camilo Valverde Mudarra