Vergüenza debería darles a los políticos que hayan sido los deportistas quienes han sentido el vacío y demandado una letra para el himno nacional español, un himno que ha permanecido mudo y huerfano durante la etapa democrática, despreciado por la izquierda y sin que la derecha haya tenido los bemoles necesarios para defenderlo en público.
Ahora, después de que nuestros deportistas han dicho que se sienten inferiores a sus colegas de otros paises porque ellos pueden cantar sus respectivos himnos nacionales, mientras que los españoles sólo pueden escucharlo en silencio, los políticos quieren buscarle una letra a toda prisa.
Mariano Rajoy y Miguel Ángel Moratinos quieren ahora una letra y proponen que sea el una comisión del Parlamento quien la elija.
Pero en Voto en Blanco pensamos que encomendarle esa misión al Parlamento, donde escasea la gente libre y donde actuan unos partidos políticos más acostumbrados a defender sus propios intereses que los de la nación, tal vez sea un error.
Con nuestros políticos encargados de esa misión, España corre el riesgo de que el consenso sea imposible y de que terminemos con un himno de derechas y otro de izquierdas.
Debería ser la sociedad civil española la que eligiera la letra adecuada. La comisión debería quedar integrada por ciudadanos de prestigio, independientes y sin sumisión conocida a los partidos. Sólo así habría garantías.
En España, cada día es más cierta esa sentencia popular que dice que "La política es demasiadfo importante para dejarla en manos de los políticos".
Sea cual sea la comisión del himno, sus miembros deberían analizar con calma el siguiente sketch% de "Les Luthiers" sobre la reforma del Himno Nacional.
Ahora, después de que nuestros deportistas han dicho que se sienten inferiores a sus colegas de otros paises porque ellos pueden cantar sus respectivos himnos nacionales, mientras que los españoles sólo pueden escucharlo en silencio, los políticos quieren buscarle una letra a toda prisa.
Mariano Rajoy y Miguel Ángel Moratinos quieren ahora una letra y proponen que sea el una comisión del Parlamento quien la elija.
Pero en Voto en Blanco pensamos que encomendarle esa misión al Parlamento, donde escasea la gente libre y donde actuan unos partidos políticos más acostumbrados a defender sus propios intereses que los de la nación, tal vez sea un error.
Con nuestros políticos encargados de esa misión, España corre el riesgo de que el consenso sea imposible y de que terminemos con un himno de derechas y otro de izquierdas.
Debería ser la sociedad civil española la que eligiera la letra adecuada. La comisión debería quedar integrada por ciudadanos de prestigio, independientes y sin sumisión conocida a los partidos. Sólo así habría garantías.
En España, cada día es más cierta esa sentencia popular que dice que "La política es demasiadfo importante para dejarla en manos de los políticos".
Sea cual sea la comisión del himno, sus miembros deberían analizar con calma el siguiente sketch% de "Les Luthiers" sobre la reforma del Himno Nacional.