Heridos y detenidos tras una de las cargas policiales en la calle Ferraz, delante de la sede del PSOE, donde miles de ciudadanos protestan cada noche contra el partido que ataca sus libertades y derechos
La resistencia anti sanchista en España crece cada día, pero también crecen el poder de Sánchez y su control sobre las instituciones y los resortes del Estado. El tirano, a pesar de tener a la mayoría de los españoles en contra, se ha atrincherado en el Estado y sólo podría ser doblegado por un movimiento de enorme potencia y seguimiento, quizás una huelga general masiva.
¿Es posible convocar y organizar una huelga general contra Sánchez en España? Razones no faltan, desde luego, porque la unidad del país está en peligro y su solvencia y la estructura democrática y legal están siendo saboteadas desde la Moncloa.
Desde 1978 se han convocado 9 huelgas generales en España: 6 con un paro de 24 horas (1985, 1988, 1994, 2002, 2010 y 2012).
Normalmente se convocan para protestar contra las políticas que reducen el estado de bienestar, pero nunca como ahora, cuando España se encuentra en peligro de muerte y perdiendo su valor más preciado, la libertad, una huelga general ha tenido más sentido y rezón.
La huelga general, además de ser una manifestación de protesta de gran intensidad y alcance general, es un movimiento que paraliza el país y coloca a la ciudadanía ante un problema grave. La gente tiene que preguntarse por qué se produce la huelga contra el sanchismo y está obligada a analizar lo que está ocurriendo, Muchas personas descubrirán entonces que España esta gobernada por una pandilla de incapaces que, como suele ocurrir con las izquierdas en todo el mundo, dicen que trabajan para el pueblo, cuando en realidad lo hacen para disfrutar de riqueza y privilegios y, sobre todo, para mantenerse en el poder repartiéndose el botín del Estado.
En estos momentos de peligro real para la libertad de los españoles y para el Estado de Derecho, que está siendo socavado por un político sin alma y rebosante de crueldad e inmoralidad, capaz de aliarse con lo peor de la nación, a la que hunde tan sólo para mantenerse en el poder, no hay mejor remedio para plantar cara al mal que convocar una huelga general que paralice el país y que se mantenga activa hasta que el gobierno abusivo e ilegítimo convoque nuevas elecciones.
¿Por qué ilegítimo? Porque la democracia no permite acceder al poder con mentiras y engaños. Un tipo que dice, un día antes de que se abran las urnas, que no concederá una amnistía y que tampoco aceptará un referéndum, ambos sin cabida en la Constitución, y que pocos días después, ya con los resultados de las elecciones en la mano, afirma lo contrario, es un estafador que se ha ganado la ilegitimidad con su propio comportamiento, que en otras democracia sería perjurio y estafa, delitos castigados con inhabilitación y cárcel.
Desde todo punto de vista, un pueblo que lucha contra estafadores ilegítimos tiene la razón y goza de la protección del derecho internacional, aunque no nos quepa duda que sus propios políticos los apalearán lanzándoles la policía contra la huelga.
La huelga actual de los agricultores, las manifestaciones en Ferraz y las grandes concentraciones como la de Cibeles, con un millón de ciudadanos en las calles contra el dictador Sánchez, ya han cumplido su misión con éxito, que ha sido llamar la atención del mundo sobre lo que ocurre en España y conseguir que la mayoría de las naciones empiece a descubrir que España está en manos de indeseables ajenos a la democracia y enemigos de la libertad.
Las protestas de España han ocupado espacios de portada en los periódicos y noticieros de radio y televisión del mundo, logrando que millones de personas simpaticen con la protesta y abominen de los tiranos sanchistas y su corte de sátrapas desalmados.
Ahora toca dar una vuelta más al tornillo y paralizar el país. Todo menos permitir que la pandilla de los tiranos controlen la nación y nos hundan el futuro.
Francisco Rubiales
¿Es posible convocar y organizar una huelga general contra Sánchez en España? Razones no faltan, desde luego, porque la unidad del país está en peligro y su solvencia y la estructura democrática y legal están siendo saboteadas desde la Moncloa.
Desde 1978 se han convocado 9 huelgas generales en España: 6 con un paro de 24 horas (1985, 1988, 1994, 2002, 2010 y 2012).
Normalmente se convocan para protestar contra las políticas que reducen el estado de bienestar, pero nunca como ahora, cuando España se encuentra en peligro de muerte y perdiendo su valor más preciado, la libertad, una huelga general ha tenido más sentido y rezón.
La huelga general, además de ser una manifestación de protesta de gran intensidad y alcance general, es un movimiento que paraliza el país y coloca a la ciudadanía ante un problema grave. La gente tiene que preguntarse por qué se produce la huelga contra el sanchismo y está obligada a analizar lo que está ocurriendo, Muchas personas descubrirán entonces que España esta gobernada por una pandilla de incapaces que, como suele ocurrir con las izquierdas en todo el mundo, dicen que trabajan para el pueblo, cuando en realidad lo hacen para disfrutar de riqueza y privilegios y, sobre todo, para mantenerse en el poder repartiéndose el botín del Estado.
En estos momentos de peligro real para la libertad de los españoles y para el Estado de Derecho, que está siendo socavado por un político sin alma y rebosante de crueldad e inmoralidad, capaz de aliarse con lo peor de la nación, a la que hunde tan sólo para mantenerse en el poder, no hay mejor remedio para plantar cara al mal que convocar una huelga general que paralice el país y que se mantenga activa hasta que el gobierno abusivo e ilegítimo convoque nuevas elecciones.
¿Por qué ilegítimo? Porque la democracia no permite acceder al poder con mentiras y engaños. Un tipo que dice, un día antes de que se abran las urnas, que no concederá una amnistía y que tampoco aceptará un referéndum, ambos sin cabida en la Constitución, y que pocos días después, ya con los resultados de las elecciones en la mano, afirma lo contrario, es un estafador que se ha ganado la ilegitimidad con su propio comportamiento, que en otras democracia sería perjurio y estafa, delitos castigados con inhabilitación y cárcel.
Desde todo punto de vista, un pueblo que lucha contra estafadores ilegítimos tiene la razón y goza de la protección del derecho internacional, aunque no nos quepa duda que sus propios políticos los apalearán lanzándoles la policía contra la huelga.
La huelga actual de los agricultores, las manifestaciones en Ferraz y las grandes concentraciones como la de Cibeles, con un millón de ciudadanos en las calles contra el dictador Sánchez, ya han cumplido su misión con éxito, que ha sido llamar la atención del mundo sobre lo que ocurre en España y conseguir que la mayoría de las naciones empiece a descubrir que España está en manos de indeseables ajenos a la democracia y enemigos de la libertad.
Las protestas de España han ocupado espacios de portada en los periódicos y noticieros de radio y televisión del mundo, logrando que millones de personas simpaticen con la protesta y abominen de los tiranos sanchistas y su corte de sátrapas desalmados.
Ahora toca dar una vuelta más al tornillo y paralizar el país. Todo menos permitir que la pandilla de los tiranos controlen la nación y nos hundan el futuro.
Francisco Rubiales