No es perfecta y su historia está llena de errores porque demasiadas veces estuvo al lado del poder y de espaldas a los humildes y oprimidos, pero la Iglesia Católica es hoy en España la única organización de la sociedad que planta cara a un gobierno que malgobierna, mina la moral, destroza la convivencia, rompe la igualdad y la solidaridad, lesiona los valores y está llevando a España hasta el borde de la ruptura como nación.
Sólo porque, una vez controlados por el poder político los sindicatos, las universidades, la patronal, las cajas de ahorro, los principales medios de comunicación y la muchas instituciones y empresas cuya independencia es vital para la salud del sistema, la Iglesia Católica representa hoy el único gran sector de la sociedad civil que se resiste a ser dominada por el gobierno, deberíamos colacar la "equis" en la casilla correspondiente de la declaración de la renta, para que nuestros impuestos ayuden a financiarla y a mantenerla libre frente al insaciable poder de los partidos y sus políticos profesionales.
Sin embargo, hay muchas otras muchas razones para los demócratas y la gente honrada coloque esa "X".
La principal de ellas es que la Iglesia Católica gestiona en España casi cinco mil instituciones y centros dedicados a desarrollar labores sociales y humanitarias de gran valor, supliendo así el desinterés y la ineficacia del poder político: hospitales para enfermos terminales, residencias para ancianos desamparados, organizaciones de ayuda a los necesitados, escuelas, centros de ayuda a los inmigrantes, comedores para indigentes, etc.
La Iglesia llena un espacio de solidaridad y apoyo al débil que el Estado tiene abandonado. Si tuviera que pagar esas labores sociales y humanitarias que desarrolla la Iglesia, a las que está obligado, el Estado español tendría que aportar más del triple del dinero que hasta hace unos años entregaba a la Iglesia.
A pesar de que el comportamiento de la jerarquía católica ofenda muchas veces a los demócratas y a la gente honrada, en Voto en Blanco creemos que poner una "x" en la declaración es hoy un gesto obligado que apoya la libertad, fortalece la sociedad civil e impulsa el necesario rearme de valores y principios que España necesita.
Sólo porque, una vez controlados por el poder político los sindicatos, las universidades, la patronal, las cajas de ahorro, los principales medios de comunicación y la muchas instituciones y empresas cuya independencia es vital para la salud del sistema, la Iglesia Católica representa hoy el único gran sector de la sociedad civil que se resiste a ser dominada por el gobierno, deberíamos colacar la "equis" en la casilla correspondiente de la declaración de la renta, para que nuestros impuestos ayuden a financiarla y a mantenerla libre frente al insaciable poder de los partidos y sus políticos profesionales.
Sin embargo, hay muchas otras muchas razones para los demócratas y la gente honrada coloque esa "X".
La principal de ellas es que la Iglesia Católica gestiona en España casi cinco mil instituciones y centros dedicados a desarrollar labores sociales y humanitarias de gran valor, supliendo así el desinterés y la ineficacia del poder político: hospitales para enfermos terminales, residencias para ancianos desamparados, organizaciones de ayuda a los necesitados, escuelas, centros de ayuda a los inmigrantes, comedores para indigentes, etc.
La Iglesia llena un espacio de solidaridad y apoyo al débil que el Estado tiene abandonado. Si tuviera que pagar esas labores sociales y humanitarias que desarrolla la Iglesia, a las que está obligado, el Estado español tendría que aportar más del triple del dinero que hasta hace unos años entregaba a la Iglesia.
A pesar de que el comportamiento de la jerarquía católica ofenda muchas veces a los demócratas y a la gente honrada, en Voto en Blanco creemos que poner una "x" en la declaración es hoy un gesto obligado que apoya la libertad, fortalece la sociedad civil e impulsa el necesario rearme de valores y principios que España necesita.