Maribel Cuervo de Paredes es una luchadora ejemplar por la democracia y la limpieza política en Panamá. Ella y sus seguidores han alzado la bandera del Voto en Blanco para blandirla contra la mala política, la corrupción y el totalitarismo disfrazado de democracia, por desgracia, muy fuerte, desde hace mucho (Noriega fue sólo un ejemplo), en las bellas tierras panameñas.
Los panameños del Voto en Blanco son seguidores de este blog y afirman que encuentran en sus artículos la fortaleza que necesitan para enfrentarse al sistema partitocrático y corrompido que les rodea.
Ante una de las últimas vejaciones sufridas por Maribel Cuervo, periodista democrática digna de ser admirada, le he enviado el siguiente mensaje de aliento:
Mi querida y respetada luchadora Maribel:
He leído el escrito contra usted de Don Juan Manuel Handal y lo considero una auténtica villanía. Devaluar el Voto en Blanco en democracia es un error garrafal y una muestra evidente de incultura democrática. Es difícil encontrar un voto más noble y profundamente democrático que el voto en blanco, cuyo significado es "acepto el sistema y no renuncio al sufragio universal, pero rechazo la partitocracia, los partidos y políticos corruptos y sus poco convincentes programas y promesas". Vincular el democrático Voto en Blanco con el gorila venezolano y con el antidemocrático comunismo es también una felonía.
Desde España, donde también muchos defendemos la grandeza democrática del Voto en Blanco y el derecho ciudadano a utilizarlo como arma contra la mala política, la corrupción y el mal gobierno, le expreso mi solidaridad y le animo a que continúe luchando por regenerar la política panameña, un país que, como sabe, quiero y conozco bien por haber vivido ahí tres años inolvidables como corresponsal de prensa.
Panamá y muchos otros países del mundo, entre ellos España, necesitan de una fuerza regeneradora y limpia porque demasiados políticos se han hecho arrogantes, profesionales y corruptos. La política ha perdido aquel espíritu amateur que le otorgaba nobleza y grandeza, y se ha convertido, para muchos, en un despreciable modo de vida al que se agarran para ganar privilegios, ventajas y poder. Esos políticos, a los que solo les gusta contemplar el mundo desde las alturas, tienden a sojuzgar a la ciudadanía y confunden el poder con los privilegios. Ellos, a veces sin saberlo pero casi siempre con contumaz conciencia de bellacos, están corrompiendo el sistema en todo el mundo y propagan una versión injusta y bastarda de la democracia, que, cuando es ciudadana, libre y franca, es el mejor de los sistemas posibles, pero que, degradada y corrompida por políticos profesionales sin ética, es un bodrio maloliente que nuestros pueblos no se merecen.
Sigan ustedes luchando por el Voto en Blanco hasta que no encuentren un partido y unos políticos fiables que realmente representen la parte grande, noble y bella de Panamá, que existe, aunque ahora parezca oscurecida y doblegada.
Reciba usted un cordial saludo y mi mas sincera consideración.
Francisco Rubiales Moreno
Los panameños del Voto en Blanco son seguidores de este blog y afirman que encuentran en sus artículos la fortaleza que necesitan para enfrentarse al sistema partitocrático y corrompido que les rodea.
Ante una de las últimas vejaciones sufridas por Maribel Cuervo, periodista democrática digna de ser admirada, le he enviado el siguiente mensaje de aliento:
Mi querida y respetada luchadora Maribel:
He leído el escrito contra usted de Don Juan Manuel Handal y lo considero una auténtica villanía. Devaluar el Voto en Blanco en democracia es un error garrafal y una muestra evidente de incultura democrática. Es difícil encontrar un voto más noble y profundamente democrático que el voto en blanco, cuyo significado es "acepto el sistema y no renuncio al sufragio universal, pero rechazo la partitocracia, los partidos y políticos corruptos y sus poco convincentes programas y promesas". Vincular el democrático Voto en Blanco con el gorila venezolano y con el antidemocrático comunismo es también una felonía.
Desde España, donde también muchos defendemos la grandeza democrática del Voto en Blanco y el derecho ciudadano a utilizarlo como arma contra la mala política, la corrupción y el mal gobierno, le expreso mi solidaridad y le animo a que continúe luchando por regenerar la política panameña, un país que, como sabe, quiero y conozco bien por haber vivido ahí tres años inolvidables como corresponsal de prensa.
Panamá y muchos otros países del mundo, entre ellos España, necesitan de una fuerza regeneradora y limpia porque demasiados políticos se han hecho arrogantes, profesionales y corruptos. La política ha perdido aquel espíritu amateur que le otorgaba nobleza y grandeza, y se ha convertido, para muchos, en un despreciable modo de vida al que se agarran para ganar privilegios, ventajas y poder. Esos políticos, a los que solo les gusta contemplar el mundo desde las alturas, tienden a sojuzgar a la ciudadanía y confunden el poder con los privilegios. Ellos, a veces sin saberlo pero casi siempre con contumaz conciencia de bellacos, están corrompiendo el sistema en todo el mundo y propagan una versión injusta y bastarda de la democracia, que, cuando es ciudadana, libre y franca, es el mejor de los sistemas posibles, pero que, degradada y corrompida por políticos profesionales sin ética, es un bodrio maloliente que nuestros pueblos no se merecen.
Sigan ustedes luchando por el Voto en Blanco hasta que no encuentren un partido y unos políticos fiables que realmente representen la parte grande, noble y bella de Panamá, que existe, aunque ahora parezca oscurecida y doblegada.
Reciba usted un cordial saludo y mi mas sincera consideración.
Francisco Rubiales Moreno