Estados Unidos trabaja ya con la hipótesis de que la cultura occidental, cristiana y democrática, terminará por plantar cara al mundo musulmán, que se encuentra empeñado en una guerra de conquista, lo que abrirá las puertas a un más que probable conflicto que podría llegar a ser bélico. Eso ocurrirá, probablemente, en torno al año 2025. Mientras tanto hay dos tareas previas y urgentes para Washington: acabar con la dependencia energética del petróleo de Oriente Medio y evitar que Europa sucumba a la influencia islámica.
Con la ayuda de sus asesores "neoconservadores", la nueva "big idea” di George W. Bush consiste en vincular la seguridad nacional al aprovisionamiento energético, paso previo necesario para derrotar a unos Estados islamistas intransigentes que hoy alimentan el terrorismo desde la trastienda y que son casi invulnerables porque poseen gran parte de las reservas de petroleo del planeta.
En su último discurso sobre el Estado de la Nación, el presidente ha adelantado su proyecto de ley "Advanced Energy Initiative", cuyo objetivo es acabar con la dependencia del petroleo del Oriente Medio en un plazo de veinte años.
El asunto no es nuevo porque ya fue objeto de debate en la campaña presidencial de 2004, impulsado por John Kerry. Lo que es nuevo es su incorporación como parte de la político estratégica norteamericana. La iniciativa parte del minúsculo think tank "neocon" y liberal "Set America Free", creado en el año 2005 para eliminar la dependencia petrolera exterior de Estados Unidos, un asunto que preocupa a la "América pensante" desde hace años.
Bush había propuesto soluciones como explotar más intensamente los yacimientos de Alaska o los de las Montañas Rocosas, pero no se ha hecho nada hasta ahora. Ahora propone una nueva solución: ibrarse de la dependencia a través de la tecnología, lo que implica destinar fondos cuantiosos a la investigación para producir a gran escala combustibles a partir de la agricultura. El objetivo último, no pronunciado por el presidente en su discurso, es nada menos que reconvertir por completo el parque automovilístico americano. La meta es reducir en un 75 por ciento la importaciones de petroleo de Oriente Medio en el año 2025.
Los dos principales animadores del think tank "Set América Free" son James Woolsey y Frank J. Gaffney, ambos miembros de aquel proyecto denominado "New Américan Century" que exigio en 1998 un cambio de régimen en Bagdad.
Detrás del proyecto hay toda una revolución verde americana que ya ha hecho subir las acciones de muchas empresas dedicadas a los combustibles alternativos procedentes de la agricultura, entre ellas la española Abengoa, con sede en Sevilla.
El gobierno de Bush se ha convencido de que la irrupción en la economía mundial de las economías emergentes como la India y China van a disparar la demanda de petroleo y a complicar los suministros, un cambio que convierte el aprovisionamiento de combustibles en una cuestión de seguridad nacional.
(sigue)
Con la ayuda de sus asesores "neoconservadores", la nueva "big idea” di George W. Bush consiste en vincular la seguridad nacional al aprovisionamiento energético, paso previo necesario para derrotar a unos Estados islamistas intransigentes que hoy alimentan el terrorismo desde la trastienda y que son casi invulnerables porque poseen gran parte de las reservas de petroleo del planeta.
En su último discurso sobre el Estado de la Nación, el presidente ha adelantado su proyecto de ley "Advanced Energy Initiative", cuyo objetivo es acabar con la dependencia del petroleo del Oriente Medio en un plazo de veinte años.
El asunto no es nuevo porque ya fue objeto de debate en la campaña presidencial de 2004, impulsado por John Kerry. Lo que es nuevo es su incorporación como parte de la político estratégica norteamericana. La iniciativa parte del minúsculo think tank "neocon" y liberal "Set America Free", creado en el año 2005 para eliminar la dependencia petrolera exterior de Estados Unidos, un asunto que preocupa a la "América pensante" desde hace años.
Bush había propuesto soluciones como explotar más intensamente los yacimientos de Alaska o los de las Montañas Rocosas, pero no se ha hecho nada hasta ahora. Ahora propone una nueva solución: ibrarse de la dependencia a través de la tecnología, lo que implica destinar fondos cuantiosos a la investigación para producir a gran escala combustibles a partir de la agricultura. El objetivo último, no pronunciado por el presidente en su discurso, es nada menos que reconvertir por completo el parque automovilístico americano. La meta es reducir en un 75 por ciento la importaciones de petroleo de Oriente Medio en el año 2025.
Los dos principales animadores del think tank "Set América Free" son James Woolsey y Frank J. Gaffney, ambos miembros de aquel proyecto denominado "New Américan Century" que exigio en 1998 un cambio de régimen en Bagdad.
Detrás del proyecto hay toda una revolución verde americana que ya ha hecho subir las acciones de muchas empresas dedicadas a los combustibles alternativos procedentes de la agricultura, entre ellas la española Abengoa, con sede en Sevilla.
El gobierno de Bush se ha convencido de que la irrupción en la economía mundial de las economías emergentes como la India y China van a disparar la demanda de petroleo y a complicar los suministros, un cambio que convierte el aprovisionamiento de combustibles en una cuestión de seguridad nacional.
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