Colaboraciones

UN PIPIOLO EN LA MONCLOA





Con el debido respeto, como entiendo (pues está visto y comprobado hasta la saciedad) que, entre la claque que acompaña y rodea al mandamás del Ejecutivo, nadie le contradice, nadie le canta las cuarenta, nadie le dice las verdades del barquero, servidor (para unos E. S. O., un andoba de Cornago, Otramotro para otros; pero aquí, excepcionalmente, Nadie, otro de sus heterónimos), no obstante carece de barca, le (ur)dirá al susodicho mandatario cuanto tiene apodícticamente por cierto.

De un tiempo a esta parte, todo parece indicar que el presidente del Gobierno es un pardillo. Ruego con especial encarecimiento (que no miento) al desocupado lector de estos renglones torcidos que haga el esfuerzo de entenderme. No digo, Dios me libre, que José Luis Rodríguez Zapatero es o sea mala persona por comportarse como un bendito con quienes no se lo merecen, los perversos. Trenzo que le faltan tablas, que es un inexperto en el manejo de las riendas del Poder y que su argumentario en el espinoso y feo asunto de ETA y el pr(oc)eso de paz(guatos) hace aguas por muchos sitios, quiero decir que ha demostrado tener más agujeros que un queso de Gruyère.

En el lamentable (y lamentado por muchos socialistas también) affaire mentado el gerifalte del Gabinete ha metido varias veces la gamba, pero hasta el mismísimo corvejón. Verbigracia, dio a entender que contaba con información privilegiada, fidedigna, pero ésta ha resultado ser en varios casos, a ojos de muchos, de manera inexplicable, escasamente contrastada, cuando no un puro embeleco, como vinieron a probar el robo de armas cortas en Francia, el atentado brutal y mortal ocurrido el pretérito día 30 de diciembre de 2006 en la T-4 del aeropuerto de Barajas, la formación de comando/s, el aprovisionamiento de explosivos y diverso material para fabricar coches bomba y bombas lapa, el seguimiento de posibles víctimas, etc.

Las negociaciones con ETA no han cristalizado ni cuajado. El fiasco de las mismas debe achacarse única y exclusivamente a ETA, por supuesto, pero estoy convencido de que Rodríguez Zapatero tiene alguna responsabilidad en lo que les ha acaecido a Iñaki de Juana Chaos y a Arnaldo Otegi. Ha llegado el día de que alguien le diga a Zapatero que espabile. Es hora de que Nadie le suelte a bote pronto que debe sacudirse y cepillarse, de una vez para siempre, las amenazas y los chantajes etarras y de que convendría que no echara en saco roto las pruebas que hay en contra del Partido Comunista de las Tierras Vascas (PCTV). Él y el PSOE se juegan mucho en el envite.

Nadie

E. S. O., un andoba de Cornago

   
Martes, 10 de Abril 2007
Artículo leído 1866 veces

También en esta sección: