Colaboraciones

UN FIASCO DE TOMO Y LOMO






“El secreto de la felicidad no está (ni estriba) en hacer lo que uno quiere, sino en querer lo que uno hace.”

Leon Tolstoi


Mal precedente y pésimo resultado. Si el presidente del Gobierno de la Nación, José Luis Rodríguez Zapatero, prometió poner todo su empeño en que del paño saliera un buen apaño para España, quiero decir en que la Cumbre Euromediterránea que se está celebrando en Barcelona fuera un éxito en toda la regla, debe(re)mos concluir que se lució, porque, según las primeras valoraciones de los analistas más listos, con mejor olfato para la cosa pública, la cima va camino de convertirse en o ser considerada una sima, o sea, que el triunfo (por todo lo alto) ha devenido un fiasco morrocotudo.

La ausencia de bastantes líderes y la falta de consenso sobre lo que es “terrorismo” han sido dos de los hechos incuestionables que avalan los pareceres de quienes conocen el percal y son partidarios de hablar de un fracaso sin paliativos.

Del otro hecho, asimismo irrefutable, que ha contribuido al naufragio de la primera Cumbre Euromediterránea, han tenido la culpa unos micrófonos chivatos, que quedaron abiertos y recogieron el diálogo “de muchos quilates” que mantuvieron el jefe del Ejecutivo y Carles Casajuana, director del Departamento de Internacional del Gabinete de la Presidencia del Gobierno, en el que el mandamás español le argumentaba la razón por la que “¡hay que cerrar, hay que cerrarlo (un texto de compromiso sobre el terrorismo) como sea, vamos!”.

No sé por qué el último suceso relatado ha hecho que el menda lerenda volviera a rememorar un pensamiento de Rudyard Kipling, aquél en el que el Premio Nobel vino a decir que el hombre inteligente se recupera pronto de un fracaso; el necio no se sobrepone nunca de un éxito.

Ángel Sáez García

Franky  
Lunes, 28 de Noviembre 2005
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