No, usted han leído bien el título y yo no me he equivocado.
La intervención del gobierno de Bush para apuntalar a AIG inmediatamente después de aplicar la norma de “soluciona el problema o muere” a Lehman Brother no ha gustado ni a la bolsa americana, que cae a plomo, ni a analistas y economistas. Han sido 85.000 millones de dólares, ahí es nada. Tanto es así que ya están sacando bonos al mercado para rellenar las arcas.
Anuncié que lo de Lehman era un cacahuete comparado con lo que podía suceder si AIG quebraba. Tan gordo era el pastel que todos se han bajado los pantalones. No olvidemos que si debes un millón y no lo pagas te corren a palos pero si lo que debes son miles de millones entonces lo pagan los demás, vía gobierno, claro está.
El sistema financiero actual está tocado y puede que sea una reliquia de una era del capitalismo o liberalismo económico, llámenlo como quieran, en fase de disolución. Estamos ante el hecho, mejor dicho de un sistema en que se privatizan los beneficios y las pérdidas se hacen públicas.
EE.UU se han convertido en la mayor aseguradora del mundo de ahí el chusco nombre USSA. Puro socialismo comunista. El ciudadano americano no pagará las hipotecas basura pero ahora se lo sacan con estas inversiones.
Otros nombres están en la diana y la Universidad de Pensilvania calcula que 200 entidades bancarias americanas desaparecerán en un plazo no muy largo. De lo más alentador. De nuevo me pregunto si son China, India y el dinero de países emergentes y de los países petroleros de Oriente y Asia los salvavidas. De los 100 billones de dólares que se calcula existen en activos, 10 a 12 billones están en esas manos. China es la dueña de la mayor cantidad de divisas. Los países árabes petroleros ahorran el 70% de sus ingresos a pesar de sus inversiones megalíticas. Vamos, que dinero hay. Porque si no lo colocan en la corriente productiva del mundo la cosa nos irá mal a todos. Se subieron al árbol con los precios del petróleo, se encareció la vida y se dejó de pagar las hipotecas y miren cómo estamos. Si la cosa sigue así el barril lo veremos a precios de 60 dólares antes de Navidad. Es decir, no gana nadie.
Como siempre escribo en serio y en broma porque de otra forma no me lee nadie.
Ligur
La intervención del gobierno de Bush para apuntalar a AIG inmediatamente después de aplicar la norma de “soluciona el problema o muere” a Lehman Brother no ha gustado ni a la bolsa americana, que cae a plomo, ni a analistas y economistas. Han sido 85.000 millones de dólares, ahí es nada. Tanto es así que ya están sacando bonos al mercado para rellenar las arcas.
Anuncié que lo de Lehman era un cacahuete comparado con lo que podía suceder si AIG quebraba. Tan gordo era el pastel que todos se han bajado los pantalones. No olvidemos que si debes un millón y no lo pagas te corren a palos pero si lo que debes son miles de millones entonces lo pagan los demás, vía gobierno, claro está.
El sistema financiero actual está tocado y puede que sea una reliquia de una era del capitalismo o liberalismo económico, llámenlo como quieran, en fase de disolución. Estamos ante el hecho, mejor dicho de un sistema en que se privatizan los beneficios y las pérdidas se hacen públicas.
EE.UU se han convertido en la mayor aseguradora del mundo de ahí el chusco nombre USSA. Puro socialismo comunista. El ciudadano americano no pagará las hipotecas basura pero ahora se lo sacan con estas inversiones.
Otros nombres están en la diana y la Universidad de Pensilvania calcula que 200 entidades bancarias americanas desaparecerán en un plazo no muy largo. De lo más alentador. De nuevo me pregunto si son China, India y el dinero de países emergentes y de los países petroleros de Oriente y Asia los salvavidas. De los 100 billones de dólares que se calcula existen en activos, 10 a 12 billones están en esas manos. China es la dueña de la mayor cantidad de divisas. Los países árabes petroleros ahorran el 70% de sus ingresos a pesar de sus inversiones megalíticas. Vamos, que dinero hay. Porque si no lo colocan en la corriente productiva del mundo la cosa nos irá mal a todos. Se subieron al árbol con los precios del petróleo, se encareció la vida y se dejó de pagar las hipotecas y miren cómo estamos. Si la cosa sigue así el barril lo veremos a precios de 60 dólares antes de Navidad. Es decir, no gana nadie.
Como siempre escribo en serio y en broma porque de otra forma no me lee nadie.
Ligur