Hay tres tipos de socialistas: los que odian, los que no piensan y los que viven de eso. Los que odian están ahí porque el socialismo aplaude el odio y la envidia; los que no piensan desconocen la maldad que les rodea; los que viven de eso tapan las contradicciones con billetes. Hay un cuarto tipo de socialistas, el de los que de verdad creen en esa doctrina, pero por fortuna son pocos y, por lo general, son gente alienada y con traumas profundos en su personalidad, que les impiden ver claro donde militan.
Todos ellos tienen ceguera intensa. Los que no piensan no pueden ver lo que desconocen; la pasión no deja ver claro a los que viven envueltos en el odio y la envidia; a los que viven del socialismo, los privilegios y los billetes les nublan la visión.
Otra razón de suma importancia para que el socialismo exista es la escasa calidad de las derechas, infectadas también de casi todos los pecados del socialismo sobre todo de corrupción, abuso de poder y apego al poder y a sus ventajas en privilegios y dinero. Es lícito pensar que el mayor aliado del socialismo es la derecha, por su falta de valores y su escaso atractivo para las masas.
Francisco Rubiales
Todos ellos tienen ceguera intensa. Los que no piensan no pueden ver lo que desconocen; la pasión no deja ver claro a los que viven envueltos en el odio y la envidia; a los que viven del socialismo, los privilegios y los billetes les nublan la visión.
Otra razón de suma importancia para que el socialismo exista es la escasa calidad de las derechas, infectadas también de casi todos los pecados del socialismo sobre todo de corrupción, abuso de poder y apego al poder y a sus ventajas en privilegios y dinero. Es lícito pensar que el mayor aliado del socialismo es la derecha, por su falta de valores y su escaso atractivo para las masas.
Francisco Rubiales