Zapatero, en su reciente viaje por Oriente, ha definido a España como un gran trasatlántico, pero al haber sido "pillado" mintiendo sobre esos 9.000 millones de euros que China iba a invertir en las cajas de ahorro españolas, ha demostrado más bien que la España que él gobierna es una frágil patera en peligro de zozobrar, que genera desconfianza e inseguridad en los mercados.
La metedura de pata de Zapatero ha debido ser mayúscula cuando un fondo de inversión se ha atrevido a desmentir a un gobierno. Otra hipótesis, también viable, es que el gobierno que representa Zapatero tiene tan escaso prestigio en el mundo que hasta un fondo de inversores se atreve a desmentirlo y humillarlo públicamente.
Obsesionado por las fotos y los titulares, Zapatero es un payaso fantoche que siembre inseguridad e inquietud a diestro y siniestro. Ante su nueva "mentira", descrita por sus asesores como un "error" de comunicación, la bolsa bajó y el precio de la deuda española dio un gran salto, todo un nuevo daño causado a España por su inepto gobernante, un tipo impresentable cuyo mayor error ni siquiera es su descontrolada afición por la mentira, sino la antidemocrática desfachatez que demuestra manteniéndose en el poder a pesar de que la inmensa mayoría de los españoles, según las encuestas, desconfía de él, desaprueba su liderazgo y le pide que se marche y convoque elecciones anticipadas.
La metedura de pata de Zapatero ha debido ser mayúscula cuando un fondo de inversión se ha atrevido a desmentir a un gobierno. Otra hipótesis, también viable, es que el gobierno que representa Zapatero tiene tan escaso prestigio en el mundo que hasta un fondo de inversores se atreve a desmentirlo y humillarlo públicamente.
Obsesionado por las fotos y los titulares, Zapatero es un payaso fantoche que siembre inseguridad e inquietud a diestro y siniestro. Ante su nueva "mentira", descrita por sus asesores como un "error" de comunicación, la bolsa bajó y el precio de la deuda española dio un gran salto, todo un nuevo daño causado a España por su inepto gobernante, un tipo impresentable cuyo mayor error ni siquiera es su descontrolada afición por la mentira, sino la antidemocrática desfachatez que demuestra manteniéndose en el poder a pesar de que la inmensa mayoría de los españoles, según las encuestas, desconfía de él, desaprueba su liderazgo y le pide que se marche y convoque elecciones anticipadas.