Muchos lectores de voto en Blanco han reaccionado indignados ante nuestra tesis de que todos los partidos políticos son iguales o parecidos en lo que se refiere a su concepción autoritaria y burda de la democracia, alegando que el PP no ha calcinado terroristas con un GAL, ni ha violado la Constitución a espaldas de los españoles, como ha hecho el PSOE con el Estatuto de Cataluña.
Tienen razón, aunque debemos aclarar que Voto en Blanco, al igualarlos, sólo se refería a la concepción de la democracia, escasa en todos los partidos, manifiestamente insuficiente, con idéntica actitud ante el ciudadano, soberano del sistema, al que ignoran, igualmente practicantes del verticalismo autoritario en su vida interna, fanáticos defensores de la partitocracia, del privilegio y del dominio.
Pero es justo reconocer que si bien todos son iguales, unos son más iguales que otros. Un análisis de la historia revela que algunas fronteras que ha traspasado el PSOE no las ha cruzado todavía el PP.
Los socialistas, por desgracia, están demostrando a diario que su capacidad de atravesar fronteras y límites éticos es incrible, superando una y otra vez a la derecha en aspectos tan cruciales como sus alianzas con todo tipo de fauna política, incluso con anticonstitucionalistas, prescindiendo de ideologías y principios, con el único fin de controlar el poder.
FR
Tienen razón, aunque debemos aclarar que Voto en Blanco, al igualarlos, sólo se refería a la concepción de la democracia, escasa en todos los partidos, manifiestamente insuficiente, con idéntica actitud ante el ciudadano, soberano del sistema, al que ignoran, igualmente practicantes del verticalismo autoritario en su vida interna, fanáticos defensores de la partitocracia, del privilegio y del dominio.
Pero es justo reconocer que si bien todos son iguales, unos son más iguales que otros. Un análisis de la historia revela que algunas fronteras que ha traspasado el PSOE no las ha cruzado todavía el PP.
Los socialistas, por desgracia, están demostrando a diario que su capacidad de atravesar fronteras y límites éticos es incrible, superando una y otra vez a la derecha en aspectos tan cruciales como sus alianzas con todo tipo de fauna política, incluso con anticonstitucionalistas, prescindiendo de ideologías y principios, con el único fin de controlar el poder.
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