La España que ha surgido después de las elecciones del 24 de mayo empieza a ser diferente de la anterior. Hay nuevos rasgos como la pérdida de las mayorías absolutas, mas protagonismo de los ciudadanos y un saludable miedo que afecta a los políticos, que ahora saben que los ciudadanos pueden castigarlos y hacerles pagar sus abusos y suciedades.
Si analizamos con frialdad y sensatez, descubriremos que fue el 15 M cuando España empezó a cambiar porque los ciudadanos se cansaron de los políticos y decidieron tomar la iniciativa.
El 15 M fue un movimiento ciudadano de protesta pacífica que se extendió como la pólvora por toda España después de que, tras la manifestación del 15 de mayo de 2011, unas 40 personas decidieran acampar en la madrileña Puerta del Sol.
El país se convirtió en un hervidero de manifestaciones cívicas de protesta y reivindicaciones políticas, todas orientadas hacia la regeneración de una política española que cada día era mas injusta, indecente y antidemocrática.
Las calle y plazas se llenaban de jóvenes acampados, a los que mucha gente admiraba y ayudaba con su presencia solidaria y con todo tipo de donaciones, sobre todo alimentos y bebidas. Aquel movimiento impactaba por su pacifismo romántico y planteamientos idealistas y reivindicativos. Lemas como "Democracia real Ya" y "No hay pan para tanto chorizo" se hicieron famosos, mientras cada día se hacían mas grandes las concentraciones y gritos contra los desahucios, el poder de la banca y, sobre todo, la corrupción de los políticos.
La idea central era promover una democracia más participativa, alejada del bipartidismo PSOE-PP y del dominio de bancos y corporaciones, así como una auténtica división de los poderes del Estado y otras medidas con la intención de mejorar el sistema democrático.
Aunque los manifestantes se disolvieron y las ciudades recuperaron su aspecto de normalidad, el impacto del 15 M fue profundo y convenció a grandes masas de ciudadanos de que "otro tipo de política es posible" y que los viejos partidos, sobre todo el PP y el PSOE, no merecían seguir gobernando una nación a la que empobrecen y destruyen.
Los activistas y aquellas legiones de indignados, a los que la derecha llamaba "perroflautas" comprendieron que el movimiento 15 M tuvo que disolverse porque carecía de organización. Desde entonces, miles de activistas y líderes populares fueron madurando la idea de crear una organización política capaz de ganarse el apoyo de grandes sectores ciudadanos, como consiguió el 15 M, para derrotar en las urnas al odiado bipartidismo, representado por el PP y el PSOE.
Los principales frutos de aquel proceso de cambio han sido "Podemos" y "Ciudadanos", dos formaciones que, unidas a la voluntad ciudadana de castigar a los dos grandes partidos, han conseguido transformar el mapa autonómico y municipal de España, mientras se prepara para cambiar también toda la política española en las próximas elecciones generales.
El 15 M nunca murió y es el faro que ilumina la rebeldía ciudadana frente a los políticos y el inmenso deseo de cambio que atraviesa España de parte a parte. Los viejos partidos empezaron a perder votos y la clase política percibió como era despreciada y hasta odiada por millones de ciudadanos, cansados de soportar una democracia falsa y corrupta que ni siquiera respeta principios democráticos irrenunciables como una Justicia independiente, la protección de los débiles, el castigo de los corruptos, el derecho ciudadano a participar y la existencia de una ley que realmente sea igual para todos y que todos estén obligados a cumplir, sin impunidades ni trampas.
Los efectos del 15M son hoy visibles no solo por los resultados electorales, sino porque la vida política está transformándose: han nacido nuevos partidos con empuje, los ciudadanos se sienten mas protagonistas y saben que pueden cambiar las cosas, la exigencia de ética se ha disparado y los políticos sienten miedo a perder sus privilegios y el monopolio del poder porque los ciudadanos les vuelven la espalda cada día con mas fe en otro mundo mejor y en una democracia mas real y decente.
Si analizamos con frialdad y sensatez, descubriremos que fue el 15 M cuando España empezó a cambiar porque los ciudadanos se cansaron de los políticos y decidieron tomar la iniciativa.
El 15 M fue un movimiento ciudadano de protesta pacífica que se extendió como la pólvora por toda España después de que, tras la manifestación del 15 de mayo de 2011, unas 40 personas decidieran acampar en la madrileña Puerta del Sol.
El país se convirtió en un hervidero de manifestaciones cívicas de protesta y reivindicaciones políticas, todas orientadas hacia la regeneración de una política española que cada día era mas injusta, indecente y antidemocrática.
Las calle y plazas se llenaban de jóvenes acampados, a los que mucha gente admiraba y ayudaba con su presencia solidaria y con todo tipo de donaciones, sobre todo alimentos y bebidas. Aquel movimiento impactaba por su pacifismo romántico y planteamientos idealistas y reivindicativos. Lemas como "Democracia real Ya" y "No hay pan para tanto chorizo" se hicieron famosos, mientras cada día se hacían mas grandes las concentraciones y gritos contra los desahucios, el poder de la banca y, sobre todo, la corrupción de los políticos.
La idea central era promover una democracia más participativa, alejada del bipartidismo PSOE-PP y del dominio de bancos y corporaciones, así como una auténtica división de los poderes del Estado y otras medidas con la intención de mejorar el sistema democrático.
Aunque los manifestantes se disolvieron y las ciudades recuperaron su aspecto de normalidad, el impacto del 15 M fue profundo y convenció a grandes masas de ciudadanos de que "otro tipo de política es posible" y que los viejos partidos, sobre todo el PP y el PSOE, no merecían seguir gobernando una nación a la que empobrecen y destruyen.
Los activistas y aquellas legiones de indignados, a los que la derecha llamaba "perroflautas" comprendieron que el movimiento 15 M tuvo que disolverse porque carecía de organización. Desde entonces, miles de activistas y líderes populares fueron madurando la idea de crear una organización política capaz de ganarse el apoyo de grandes sectores ciudadanos, como consiguió el 15 M, para derrotar en las urnas al odiado bipartidismo, representado por el PP y el PSOE.
Los principales frutos de aquel proceso de cambio han sido "Podemos" y "Ciudadanos", dos formaciones que, unidas a la voluntad ciudadana de castigar a los dos grandes partidos, han conseguido transformar el mapa autonómico y municipal de España, mientras se prepara para cambiar también toda la política española en las próximas elecciones generales.
El 15 M nunca murió y es el faro que ilumina la rebeldía ciudadana frente a los políticos y el inmenso deseo de cambio que atraviesa España de parte a parte. Los viejos partidos empezaron a perder votos y la clase política percibió como era despreciada y hasta odiada por millones de ciudadanos, cansados de soportar una democracia falsa y corrupta que ni siquiera respeta principios democráticos irrenunciables como una Justicia independiente, la protección de los débiles, el castigo de los corruptos, el derecho ciudadano a participar y la existencia de una ley que realmente sea igual para todos y que todos estén obligados a cumplir, sin impunidades ni trampas.
Los efectos del 15M son hoy visibles no solo por los resultados electorales, sino porque la vida política está transformándose: han nacido nuevos partidos con empuje, los ciudadanos se sienten mas protagonistas y saben que pueden cambiar las cosas, la exigencia de ética se ha disparado y los políticos sienten miedo a perder sus privilegios y el monopolio del poder porque los ciudadanos les vuelven la espalda cada día con mas fe en otro mundo mejor y en una democracia mas real y decente.