Nuestro nuevo dictador de opereta delante del Congreso
«Haga como yo, no se meta en política», le dijo Franco a Pemán. La frase refleja el desprecio del general a los políticos y a lo que llamaban democracia, un sistema que, según el dictador, nunca funciona porque los políticos lo corrompen y destrozan.
La sentencias de Franco contra los políticos y la democracia fueron condenadas y olvidadas por aquella España que, tras la muerte del dictador, abrazó la democracia con entusiasmo, acercándose a los países de Europa. Pero hoy esas sentencias resucitan con toda fuerza y razón gracias a Pedro Sánchez, un político deleznable empeñado en dar la razón a los que piensan que los políticos son una estirpe malvada y que la izquierda española nunca jamás será democrática porque se cree con derecho a gobernar y es capaz de destruir la patria antes de permitir que la derecha gobierne.
Franco decía:
"Ahora se habla de democracia. Nosotros, los españoles, ya la hemos conocido. Y no nos dio resultado. Cuando otros van hacia la democracia, nosotros ya estamos de vuelta. Estamos dispuestos a sentarnos en la meta y esperar a que los otros regresen también".
"Todas las protestas obedecen a una conspiración masónica-izquierdista, de la clase política, en contubernio con la subversión comunista-terrorista en lo social, que si a nosotros nos honra a ellos les envilece".
"Crearemos una España fraternal, una España laboriosa y trabajadora donde los parásitos no encuentren acomodo; una España sin cadenas ni tiranías judaicas, una nación sin marxismo ni comunismo destructores, un Estado para el pueblo, no un pueblo para el Estado“.
"España está situada magistralmente en el centro del mundo, desgraciadamente es así(…). Sin la aniquilación de las hordas rojas(…). España sovietizada hubiese supuesto una cuña entre las naciones del arco latino, Rusia y el resto de Europa, una plataforma para el marxismo en África y la total asimilación de la América Hispana.“
Hoy, esas y otras sentencias suyas que alertan sobre los males del comunismo y el empeño de las izquierdas en destruir la familia y la fortaleza de las naciones libres, recobran fuerza y sentido ante la bajeza del sanchismo y la incapacidad de la izquierda española para amar a su nación y respetar la libertad y el bien común.
Francisco Rubiales
NOTA: Que conste que no soy franquista y que luché contra el franquismo en mis años jóvenes, siendo estudiante en Madrid y simpatizante de la izquierda. Pero tengo los ojos y la mente abiertos y gente como Pedro Sánchez y sus cipayos me demuestran, de manera científica, que la izquierda española, que hoy se ha plasmado en el degenerado sanchismo, es un desastre, un suplicio y una plaga mortal para España.
La sentencias de Franco contra los políticos y la democracia fueron condenadas y olvidadas por aquella España que, tras la muerte del dictador, abrazó la democracia con entusiasmo, acercándose a los países de Europa. Pero hoy esas sentencias resucitan con toda fuerza y razón gracias a Pedro Sánchez, un político deleznable empeñado en dar la razón a los que piensan que los políticos son una estirpe malvada y que la izquierda española nunca jamás será democrática porque se cree con derecho a gobernar y es capaz de destruir la patria antes de permitir que la derecha gobierne.
Franco decía:
"Ahora se habla de democracia. Nosotros, los españoles, ya la hemos conocido. Y no nos dio resultado. Cuando otros van hacia la democracia, nosotros ya estamos de vuelta. Estamos dispuestos a sentarnos en la meta y esperar a que los otros regresen también".
"Todas las protestas obedecen a una conspiración masónica-izquierdista, de la clase política, en contubernio con la subversión comunista-terrorista en lo social, que si a nosotros nos honra a ellos les envilece".
"Crearemos una España fraternal, una España laboriosa y trabajadora donde los parásitos no encuentren acomodo; una España sin cadenas ni tiranías judaicas, una nación sin marxismo ni comunismo destructores, un Estado para el pueblo, no un pueblo para el Estado“.
"España está situada magistralmente en el centro del mundo, desgraciadamente es así(…). Sin la aniquilación de las hordas rojas(…). España sovietizada hubiese supuesto una cuña entre las naciones del arco latino, Rusia y el resto de Europa, una plataforma para el marxismo en África y la total asimilación de la América Hispana.“
Hoy, esas y otras sentencias suyas que alertan sobre los males del comunismo y el empeño de las izquierdas en destruir la familia y la fortaleza de las naciones libres, recobran fuerza y sentido ante la bajeza del sanchismo y la incapacidad de la izquierda española para amar a su nación y respetar la libertad y el bien común.
Francisco Rubiales
NOTA: Que conste que no soy franquista y que luché contra el franquismo en mis años jóvenes, siendo estudiante en Madrid y simpatizante de la izquierda. Pero tengo los ojos y la mente abiertos y gente como Pedro Sánchez y sus cipayos me demuestran, de manera científica, que la izquierda española, que hoy se ha plasmado en el degenerado sanchismo, es un desastre, un suplicio y una plaga mortal para España.