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¿Tenía razón Franco cuando decía que la democracia es imposible en España?



Ayer, al contemplar estupefactos el brutal y rastrero comportamiento de Pedro Sánchez y de la izquierda en el Debate de Investidura de Feijóo, muchos españoles pensamos que tal vez tenía razón el general Franco cuando decía que en España no era posible la democracia.

El comportamiento burdo, miserable y rastrero de Sánchez y los suyos fue bochornoso. En lugar de respetar al candidato que se sometía a la investidura, fue humillado y al programa de gobierno expuesto por Feijóo la izquierda respondió con insultos y chabacanería.

Sánchez se negó a comparecer y envío en su lugar, con instrucciones precisas de destrozar a Feijóo, al ex alcalde de Valladolid, Óscar Puente, un político manchado de corrupción, abuso de poder y marrullerías de todo tipo, para que volcara contra Feijóo todo su resentimiento por haber perdido su alcaldía. Yolanda Díaz, la criatura de Sánchez inventada para asesinar a Podemos y recoger los votos indignados de la extrema izquierda, sin valor para responder en sede parlamentaria a su indigna visita de blanqueo al delincuente Puigdemont, en Bruselas, hizo lo mismo y envió a una subalterna.

Sánchez, que ayer se apropió también del atributo de "cobarde", agregándolo a los de estafador, mentiroso, mediocre, inmoral, rencoroso y bajuno, no se atrevió a subir a la tribuna para no tener que hablar de sus proyectos canallas, anticonstitucionales y antiespañoles: la amnistía y el referendo de ruptura de España, ya pactados traicioneramente con los golpistas delincuentes de Cataluña.

La imposibilidad de que España llegue a ser una democracia no es culpa de los nacionalismos, ni siquiera de los separatismos más agresivos y antiespañoles, sino de la izquierda, que es incapaz de amar a España y de respetar la democracia y el juego limpio.

Cada día brilla más la sentencia de Franco, de que en España la democracia es imposible por culpa de los políticos, sobre todo de una izquierda que es capaz de destruir la nación cuando no puede gobernar.

La terrible sentencia universal de que la izquierda, "Cuando pierde las elecciones, intenta destruir la nación y cuando las gana la destruye", sobrevolaba ayer el hemiciclo con pavorosa credibilidad.
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Nuestro nuevo dictador de opereta delante del Congreso
«Haga como yo, no se meta en política», le dijo Franco a Pemán. La frase refleja el desprecio del general a los políticos y a lo que llamaban democracia, un sistema que, según el dictador, nunca funciona porque los políticos lo corrompen y destrozan.

La sentencias de Franco contra los políticos y la democracia fueron condenadas y olvidadas por aquella España que, tras la muerte del dictador, abrazó la democracia con entusiasmo, acercándose a los países de Europa. Pero hoy esas sentencias resucitan con toda fuerza y razón gracias a Pedro Sánchez, un político deleznable empeñado en dar la razón a los que piensan que los políticos son una estirpe malvada y que la izquierda española nunca jamás será democrática porque se cree con derecho a gobernar y es capaz de destruir la patria antes de permitir que la derecha gobierne.

Franco decía:

"Ahora se habla de democracia. Nosotros, los españoles, ya la hemos conocido. Y no nos dio resultado. Cuando otros van hacia la democracia, nosotros ya estamos de vuelta. Estamos dispuestos a sentarnos en la meta y esperar a que los otros regresen también".

"Todas las protestas obedecen a una conspiración masónica-izquierdista, de la clase política, en contubernio con la subversión comunista-terrorista en lo social, que si a nosotros nos honra a ellos les envilece".

"Crearemos una España fraternal, una España laboriosa y trabajadora donde los parásitos no encuentren acomodo; una España sin cadenas ni tiranías judaicas, una nación sin marxismo ni comunismo destructores, un Estado para el pueblo, no un pueblo para el Estado“.

"España está situada magistralmente en el centro del mundo, desgraciadamente es así(…). Sin la aniquilación de las hordas rojas(…). España sovietizada hubiese supuesto una cuña entre las naciones del arco latino, Rusia y el resto de Europa, una plataforma para el marxismo en África y la total asimilación de la América Hispana.“

Hoy, esas y otras sentencias suyas que alertan sobre los males del comunismo y el empeño de las izquierdas en destruir la familia y la fortaleza de las naciones libres, recobran fuerza y sentido ante la bajeza del sanchismo y la incapacidad de la izquierda española para amar a su nación y respetar la libertad y el bien común.

Francisco Rubiales


NOTA: Que conste que no soy franquista y que luché contra el franquismo en mis años jóvenes, siendo estudiante en Madrid y simpatizante de la izquierda. Pero tengo los ojos y la mente abiertos y gente como Pedro Sánchez y sus cipayos me demuestran, de manera científica, que la izquierda española, que hoy se ha plasmado en el degenerado sanchismo, es un desastre, un suplicio y una plaga mortal para España.

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Miércoles, 27 de Septiembre 2023
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