Leo hoy, 30 de abril, en el diario "El Mundo" (página 27) que Juan Antonio Roca, el "padrino" de Marbella, hoy en la cárcel, cerró en 1999, gobernando José María Aznar, un pacto con el CNI (servicios de inteligencia del Estado) mediante el cual "Roca informaba a los servicios secretos de todos los movimientos del difunto Gil en las ciudades de Ceuta y Melilla y, a cambio, recibia protección e inmunidad en sus operaciones mercantiles".
¿Es aquella inmunidad estatal la que ha convertido a Roca en uno de los hombres más ilegalmente ricos del país?
En el mismo informe, leo que "Los cientos de millones que Juan Antonio Roca se ha gastado en invitaciones a monterias, jornadas de caza y vacaciones pagadas a algunos miembros de la judicatura y altos cargos de la Junta de Andalucía y los sobres que mensualmente llegaban a algunos agentes policiales que trabajaban en los organismos que lo investigaban no han sido suficientes para que Roca no visite la Cárcel".
Tras la lectura de estos textos, en los que yo, que no soy un experto en derecho, percibo al menos nueve (9) presuntos delitos tipificados, algunos de ellos de enorme gravedad, ya que afectan a la misma administración del Estado, me pregunto: ¿puede el Estado delinquir? ¿Pueden hacerlo sus representantes? ¿Son impunes o inmunes? ¿Qué está pasando en este país, donde los delitos se relatan en la prensa y se radian en directo sin que nadie los desmienta y sin que sean juzgados y condenados?
Si la información de "El Mundo" no es cierta, que la desmientan con urgencia. Por el momento, no hay desmentido alguno.
¿Es aquella inmunidad estatal la que ha convertido a Roca en uno de los hombres más ilegalmente ricos del país?
En el mismo informe, leo que "Los cientos de millones que Juan Antonio Roca se ha gastado en invitaciones a monterias, jornadas de caza y vacaciones pagadas a algunos miembros de la judicatura y altos cargos de la Junta de Andalucía y los sobres que mensualmente llegaban a algunos agentes policiales que trabajaban en los organismos que lo investigaban no han sido suficientes para que Roca no visite la Cárcel".
Tras la lectura de estos textos, en los que yo, que no soy un experto en derecho, percibo al menos nueve (9) presuntos delitos tipificados, algunos de ellos de enorme gravedad, ya que afectan a la misma administración del Estado, me pregunto: ¿puede el Estado delinquir? ¿Pueden hacerlo sus representantes? ¿Son impunes o inmunes? ¿Qué está pasando en este país, donde los delitos se relatan en la prensa y se radian en directo sin que nadie los desmienta y sin que sean juzgados y condenados?
Si la información de "El Mundo" no es cierta, que la desmientan con urgencia. Por el momento, no hay desmentido alguno.